En mi libro están escritas tantas cosas que no dije …
y en mi mente están grabadas las promesas de un ayer
remembranzas tan amadas de una historia ya muy triste
que se cuelan en mi alma y me hacen estremecer …
Esta vida continúa y han pasado primaveras …
el otoño se ha dormido y en sus hojas puedo ver
las caricias postergadas cual si fueran de madera
en las brasas de ese fuego que las consumió al arder …
Y las noches de desvelos que marcaron nuestro encanto
y los días que el destino nos dejó en el haber …
perduraron en el tiempo que brutal se ha detenido
con el paso de los años y ese tren que ya se fue …
Las preguntas sin respuesta y el silencio del olvido
rasguñando la desdicha que no para de crecer …
provocando interrogantes que aún sangran por la herida
que marcada está con fuego en el cofre del querer.
Y no quiero que me dejen tus recuerdos de valer
y me aterran las promesas que rechazo cada vez
inconciente de coraje … enajenada de reproches
embargada de emociones que jamás … jamás tendré
Y los sueños se quedaron … tan ausentes de tu ser
que perdida de argumentos … no se que los voy a hacer
porque te has evaporado … de esta tierra sin saber
que vivo por tu recuerdo y que muero a la vez …
Me regalo de tu estampa y prometo no llorar
y me embriago de tu risa solo para no pensar
pero en vano no es de prisa que recorro mi penar
como el preso hacia la horca que ya no regresará …
Flores negras en la tumba del futuro que serán …
flores blancas del cariño del pasado que no está
flores rojas por que vives en mi alma desolada
y en las flores perfumadas que jamás florecerán …
(Para ti, Karim Díaz Quiel) |