Ese
verano fue muy, pero muy caluroso para Ismael. Según sus propias palabras
"se trataba de un tórrido verano".
Estaba aburrido, nada calmaba su sed de aventura aquella tarde. Luego de
mucho pensar, rescató de entres sus juguetes un hermoso velero, y con él,
se dirigió a la playa.
El mar estaba calmo, de un azul intenso...
¡Qué lindo sería poder navegar!- pensó- ¿pero en qué? su velero era
grande, si, pero nunca podría llevarlo mar adentro. Dándose real cuenta
de la situación se sintió triste y se tiró en la arena boca abajo y
abrazado a su velero.
El sol quemaba, recordó que su madre acostumbraba advertirle que tuviese
cuidado con la capa de ozono, pero trató de no pensar en eso.
De pronto se encontró navegando a grandes profundidades. Era un gran
pirata y tenía muchos otros a su lado.
¿Qué había sucedido?- _¿Estaría soñando o en el refresco que había
tomado habría algo de la poción mágica de Alicia ?-"No, es verdad,
soy un valiente pirata y mi velero es el mejor"- se dijo ufano.
De pronto una voz conocida y cariñosa lo volvió a la realidad - su
madre- rezongo mediante lo llevó de vuelta a casa.
Pero para Ismael no importó la piel roja, los tomates en su espalda ni la
burla de su hermana. Él, había logrado su gran sueño, había navegado,
conquistado tesoros y ellas no lo sabían. |