Un albañil |
Despunta la madrugada y ya está en pié. Así el sol se anuncie o el frío cale los huesos, las manos callosas, las manos sabias, que irán moldeando paredes y sueños. El paso lento, la voz ronca, se antepone al frío, nada le importa si con su esfuerzo asegura el pan y vuelve a su casa sabiéndose fuerte, sintiéndose libre... |
Ana Amorós
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