La mujer del cuadro
está de espaldas
al igual que yo,a la vida.
Pero ella,
presa en él,
resplandece.
Me cuesta reconocerme
¿Cuánto hace de ello?
Por momentos,
siglos
en otros,
segundos.
Se que fui yo
o que es mía
esa espalda delgada...
Pero tus pinceles
le dieron una luz
que ya no tengo.
La observo absorta
y lloro.
Afuera,
la llovizna gris
me hace companía.