Algo ha explotado está explotando debajo de tus párpados verdes, en un lugar del cielo o en un lugar del sueño, en medio de la noche donde las caras van desnudas de todo el desconcierto, del olvido imposible, las palabras estallan en el medio del día incendian los periódicos caen como palomas de maíz reblandecidas, caen las palabras, las calles se remueven se dislocan los números, veo la sonrisa que me dijo y el ojo donde fui mecido soplarme a las estrellas de un basurero celestial inesperadamente, en medio de explosiones de esta guerra total fatal mortal banal veo el espacio irremediable de tu muerte deslizándose hacia el centro crustáceo y seco de la tierra, veo que se apagan las lamparillas carnavalescas del deseo en las cinturas, entre bombas atómicas, entre cuerpos que saltan como serpentinas desechas, entre lluvias de lágrimas, veo el hielo en la tierra y los pantanos cubiertos por la nieve de nuestros pensamientos, y por último, cuando el último grito sin sonido cuando el último petardo de la resistencia retumbe entre los campos congelados, veo la cara del silencio, un silencio sin dios sin la materia de placer que le ofrecimos, la cara del silencio que lo llena todo, y en la cara del silencio los ojos del silencio que nos miran de cerca, muy de cerca.