El corazón del hombre cosa tan rara
tanto se queda quieto como dispara.
Son tan contradictorios los corazones
que no siempre razonan cuando hay razones.
No hay corazones duros que a su momento
no se ablanden por causa de un sentimiento.
Como tampoco hay blandos que duren tanto
si ven que su blandura motiva el llanto.
Conozco corazones que, sin embargo,
ante la misma muerte pasan de largo.
Otros viven lamiendo su propia herida.
Son corazones que andan muertos en vida.
El corazón del hombre que cosa rara.
Cuánto más se ilumina menos se aclara.
Hay corazones diablos como los dioses.
A mayores diabluras mayores goces.
Hay otros que se pasan meta pulseada
y en el fondo no quieren saber de nada.
Pero conozco otros que de mañeros
buscan constantemente nuevos senderos.
Con esos ... ¡cuidadito! que no son changa
cuando esconden barajas bajo la manga.
Usan para su pesca cualquier carnada
y laten serenitos como si nada.
El corazón del hombre que cosa rara.
Si hasta existen algunos que dan la cara.
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