Para Juan, el Quinielero
vaya este canto
y ojalá que se cante
como otros tantos.
En la quiniela de la existencia
con redoblonas de eternidad
montón de listas garabateadas
marcan la historia del negro Juan.
Voz empapada de tiempo y vino
de andar caminos de soledad,
va junto al hilo de su bohemia
el carretel de la libertad.
Parapatético amigo Juan,
parapetado en el mostrador,
quien no ha escuchado por los boliches
a su murmullo de roncador,
quien no lo ha visto en lo del Canono
al negro viejo de ronca voz.
Para vos, Juan,
para vos es este canto
y ojalá que en el mañana
tu nombre remonte vuelo
pa' que perdure en el tiempo
tu enorme voz hecha trueno.
Que la esencia bolichera
grabe eterna tu memoria
y donde haya un mostrador
se acode también tu historia.
Que te recuerde Vergara
lápiz y pucho en la oreja
amontonando los sueños
en una valija vieja
y que te vean por siempre
trillando noches enteras
con Romerillo o Canono
persiguiendo mil quimeras.
Que este canto se abra paso
para marcar el sendero
de la bohemia del negro
don Juan Téliz ... ¡Quinielero!
Peinando canas de soledad
negro filósofo y sabedor
habla con todos sin decir nada
monologando desde un rincón.
Y su bohemia será en el tiempo
leyenda viva de inmensidad,
con sus farándulas matinales
pisando está la inmortalidad.
Parapatético amigo Juan,
parapetado en el mostrador,
quien no ha escuchado por los boliches
a su murmullo de roncador,
quien no lo ha visto en lo del Canono
al negro viejo de ronca voz.
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