¿Mujer global? La ‘Evita’ del musical Dra Marta Raquel Zabaleta Honorary Visiting Senior Lecturer, Middlesex University, Londres |
Para el público del Reino Unido, María Eva Duarte de Perón es la Argie del musical Evita, una prostituta ambiciosa e inescrupulosa, ridiculizada por un cómico sudafricano, u objeto de un episodio de Los Simpsons, o una artista de última categoría, como lo mostró el film de Parker en que Madonna malamente la representara. Y es a esa imagen a la que llamo ‘Evita' , la mujer global. Una vez estuvo siete años en cartelera, Actualmente se la puede ver en acción en el West End de Londres, en una producción que costó aproximadamente 8.000.000 millones de dólares, y cuyos asientos se venden hasta casi 100 dólares cada uno, y que contiene algunas canciones nuevas y otros arreglos orquestales, y que será presentado próximamente en Broadway. La historia oficial. De acuerdo con las versiones popularizadas por el mundo del espectáculo y reforzadas por la medios de comunicación de masas, tanto Evita como Lady Diana se casaron con el soltero de sus sueños. Y debieron haber sido felices y comido perdices por el resto de sus vidas. Pero en cambio, estuvieron sometidas a fuertes hostilidades, siendo intensamente criticadas por grandes sectores de sus respectivos países. Es que los cuentos de hadas de ‘la aldea global’ no terminan siempre, como en los buenos viejos tiempos del Imperio Británico, con un final feliz. Bien por el contrario, en el presente beligerante clima político internacional, la media necesita alimentar hora a hora a un público que sufre de ‘depresión del aburrimiento’, esa particularidad de las sociedades necrófilas que ha sido bien explicada por Eric From. Consecuentemente, cada gota de sangre, proveniente de cualquier tipo de violencia, y/o una perversión de cualquier clase es aparentemente bienvenida, y exagerada, reproducida minuto a minuto por la prensa, los canales de televisión y las radios. Es que el monstruo de 24 horas necesita ser alimentado, como dice la ex corresponsal de guerra, Kate Adie, quien fuera también jefa por años de la sección de Noticias de la BBC (British Broadcasting Corporation), así que sabe bien lo que dice. Y si la tragedia no existe, se la construye: en base a ciertas hechos reales se crean los mitos. En este caso, según Parker, el musical reencarna el mito de Blancanieves: una pobre niña argentina abandonada por su padre quien devino en protegida de un militar 25 años mayor que ella, y que se aprovechó para llegar hasta él, de una escalera de hombres, (como antes los hombres habían abusado de ella, habría que agregar?), y que llegó a ser Primera Dama de Argentina durante escasos años, antes de morir joven de cáncer. Eso es lo que ve el público del musical Evita. Sin darse cuenta, tal vez, de que la verdadera Eva Duarte, nieta de una soldadera de origen vasco, nació como hija natural de un Duarte ya casado y conviviente de su madre, en Argentina el 7 de mayo de 1919, y tendría ahora 88 años si estuviera viva. Ni que llegó a ser considerada ya antes de su muerte (1952), y más aun poco después, uno de las figuras más poderosas de la política latinoamericana del Siglo XX. Ni se recuerda en el musical que ella contaba con el apoyo irrestricto de varios millones de hombres y mujeres organizados en torno a su fuente de trabajo, (incluido para muchas mujeres el hogar), gozando así de un apoyo popular solo comparable al de algunos otros políticos del continente, tales como Fidel Castro, Salvador Allende, o Juan Perón. Pero muy lejos de eso, ‘Evita’ global es un ícono sexual, junto por ejemplo con otras mujeres con una vida signada por la tragedia, como Diana Spencer, Marilyn Monroe, Jackie Kennedy, Grace Kelly, y/o Maria Callas, entre otras .Y como tal, es parte de la cultura popular que se nos impone en la vida cotidiana. O sea, que es ‘Evita’ quien se mete en los bolsillos de los consumidores del extendido mercado libre, a lo que vulgarmente se ha dado en llamar ‘globalización'. Un tipo de mercado que necesita metáforas de mujeres que han sido muy poderosas en la vida real, pero están muertas, y a quienes se las representa casi etéreas, como hadas víctimas de vidas quebradas por la tragedia. Reinas del melodrama. Producto de una fusión entre la realidad y la ficción. Mujeres- ilusión, en el sentido usado por Lacan, es decir, intocables pero al mismo tiempo, accesibles a través de los lentes de lágrimas mórbidas, lo que facilita el proceso de identificación de las mujeres ordinarias con aquellas diosas de la blancura, al tiempo que generan en los hombres heterosexuales nuevos bríos masculinos, y baratos: una mujer que pueden desear, tenerle pena y finalmente, consumir: un acto de virtual posesión. Un tanto irónicamente, artistas famosas han querido imitar en la pantalla a esos íconos, pretendiendo quizás gozar del poder que confiere este juego de representaciones en política sexual. O aun peor, tal vez quieran profitar financieramente de una popularidad y vulgaridad prestadas. Los nombres de Madonna, Faye Dunaway, Meryl Streep, vienen a la mente. Al igual que la Eva real quería parecerse a la actriz Norma Shearer, e imitar a la fanática Juana de Arco, y así siguiendo. Porque ella fue una actriz de cine menor, con el talento adecuado para imbuirse de conductas prestadas en la radio: una competente actriz de radioteatro que, inspirada en las series escritas a su pedido, y basadas en la vida de varias grandes mujeres de la historia universal, fue transformándose y creando una figura y un lenguaje propio, que plasmó en escritos y discursos únicos, y que legó a la historia del populismo peronista burgués, algo a lo que abundantemente me he referido en varios otros lugares.[1] Así, cuando el 3 de agosto de 1943 la Asociación Argentina de Radio fue fundada, Eva Duarte fue nombrada su presidenta, y fue siempre su mensajera. .Esa era la Eva Duarte que conoció Perón, y nunca más se separó de ella, excepto cuando ella viajó sola a Europa. Blancanieves va al mercado… La imagen de la 'Evita' mercantil reapareció otra vez en las noticias culturales el Reino Unido el año pasado, 2006. Si bien no con la misma fuerza que en los años setenta, ni en filmes especialmente comisionados por Channel 4, ni mucho en las revistas de los diarios del domingo , ni en 'Top Of. the Pops' como fue el caso en 1996-97, cuando estaba detrás el poderío comercial’ de Madonna, actriz principal del film basado en el musical Evita. Como es sabido, este musical inglés que ha ganado casi todos las competencias, pues se ha mantenido muy largamente en cartel alrededor del mundo, está basado en los libretos elaborados por la derecha para la campaña por la segunda elección del Gral. Perón para la presidencia de la Republica, Argentina. O sea, que el hilo argumental del musical Evita sigue la biografía standard por entonces de María Eva Duarte de Perón, escrita por una británica que vivía en Buenos Aires, quien lo firmó con el pseudónimo de María Flores. El libro, que se cree fue comisionado originariamente por el Departamento de Estado de EEUU, fue titulado ‘Evita: The Woman with the Whip.’ (Evita, la mujer del látigo) , y publicado primero en Nueva York. El mismo ha sido usado desde entonces, como una Biblia de los grupos mas antiperonistas, para desacreditar a Eva Perón, a pesar de que esta estaba ya bajo el peso del cáncer terminal... Todo lo anterior nos da una vaga idea de la importancia que tenia Evita en el escenario de la política internacional. Su segunda edición se vendió muy bien en el Reino Unido, en 1977, profitando también así, del enorme éxito de publico del deplorable musical Evita[2]. El musical luego se presentó por años, aquí en GB y en el extranjero, e incluso en la cima de su popularidad, fue puesto en escena en el verano de 1998 como un musical abierto y al aire libre, en un gigantazo parque en Col chéster, Essex, Reino Unido. La obsesión con Eva Duarte prosiguió , y como ha sido explicado por Fraser y Navarro, coautores de un libro serio sobre la Evita local, en 1982 Faye Dunaway fue la principal actriz de una película hecha por NBC para la televisión, la que, aunque basada en parte en su libro, no oculta según ellos el hecho de que sus productores prefirieron apoyarse en las mas conocidas manifestaciones de que llaman ‘el mito negro’ – la prostitucion, tan gráficamente descripta como fuera posible, dada la carencia total de datos reales, los submarinos cargando oro nazi para los Perón ,etc. ...[3] Ya por entonces se comenzó a rumorear que había planes para hacer una versión fílmica de la primera producción británica importante que logró quebrar la barrera de Broadway, imponiendo con ello un nuevo estilo internacional de musical[4]. Y así, una película basada libremente en el argumento del musical, pero un poco más pimientosa, con ideas de Stone y Parker fue estrenada[5]. Como sabemos, Madonna hizo el papel de 'Evita'. ‘Che’ es otro de los dos personajes más importantes en ambos, musical y película de Parker. El otro es el esposo de Eva Duarte, el general ‘Juan Perón’. Este ‘Che’ – que en la vida real fuera el legendario Ministro de Industria de Cuba, el revolucionario cubano/argentino Ernesto Guevara Lynch, es quien narra el film[6]. En la película él aparece como un comerciante que vende pesticida , y se aduce que lo pusieron para añadirle glamour a la película. A mi juicio, el aquí representa a los hombres antiperonistas argentinos de distintas sectores y clases sociales. Hombres que, en general y por sobretodo, deploraron y deploran la carismática relación de Evita con los hombres y mujeres de las clases trabajadoras; su amistad con hombres homosexuales sexuales como su principal peluquero, y /o con poderosos judíos tales como Yankelevich, tanto como su amoríos con oficiales del Ejercito, y/o del servicio secreto de la presidencia, o su solidaridad con hombre claves de la cultura tanguera, como Magaldi y Discépolo. Pero por encima de todo, en la Argentina de aquel entonces muchos hombres especialmente de las clases medias, estaban realmente asustados del nuevo estatus que Eva Duarte había adquirido luego de convertirse en la esposa de Perón, un oficial como ella inteligente, disciplinado, carismático y muy ambicioso; un matrimonio que debió realizar debido a que la constitución nacional del país, que provenía del Siglo XIX, exigía que el Presidente fuera casado y católico. Del día a la noche, entonces, Evita pasaría de ser una locutora muy exitosa, a ser la atractiva, vivaz, joven Primera Dama, por entonces hasta bendita por la jerarquía de la iglesia católica con el sacramento matrimonial. La posición que se le otorga al Che en el musical es absolutamente improcedente, pues si bien es verdad que ambos, Evita y Ernesto, fueron contemporáneos, sus destinos de clase, género e ideología no se cruzaron nunca. El era completamente desconocido en su país, como cualquiera que vio la pelicula El diario de una motocicleta lo sabe, y no había desarrollado todavía una conciencia social compatible con su posterior rol de intelectual orgánico, cuando ella estaba ya en la cima de su corta carrera y meteórica carrera política. Che Guevara salió la primera vez del país poco antes de la muerte de Evita, siendo todavía un típico exponente de su clase:: un joven estudiante de clase media alta, ávido de conocer el mundo como lo hacían o querían hacerlo tantos otros estudiantes de su edad, en lo que entonces se conocía con el nombre de 'viaje de estudios’. Evita, en cambio, por entonces ya había comisionado a través del Príncipe de Holanda 5000 ametralladoras con las que deseaba armar a un contingente popular en caso de que hubiera un levantamiento armado contra la presidencia de su marido. Por entonces, el Che ni siquiera se planteaba la lucha armada, pues pertenecía al sector de estudiantes que se llamaban a sí mismos/as reformistas, generalmente hijos/as de familias antiperonistas, y no atraídos/as por las ideas del populismo burgués de su marido y de ella, sino más bien por la larga tradición de los discursos de derecha o de izquierda de distintos matices , que existían en Argentina al final de los 40 y a los cuales adherían los estudiantes más rebeldes y acomodados, de ambos lados del espectro político. Por entonces, estos no se planteaban, como lo harían muchos desde el final de los sesenta, entrenarse en los principios de la lucha armada, idea que florecería con fuerza recién a la luz del triunfo popular encabezado por grupos guerrilleros de avanzada y que tomaron el poder en Cuba en 1959. Pero claro que la realidad histórica es, para los vulgares vendedores de fantasías, como los rices , parkers, madonnas y compañía, solamente algo ‘marginal’ a sus historias centrales de cuentos de hadas, brujas y trabajadoras del sexo.[7] Típico ejemplo, entonces, de la errónea representación de la carrera política de tres de los mas influyentes políticos del Siglo XX en América Latina, a saber: una locutora radial, un médico cirujano, y un coronel auto ascendido a general. Es también ejemplo de la interesada distorsión y ocultamiento de los conflictos de género y de raza que existían en la Argentina de la época de Evita, que ocurren tanto en la película como en el musical que nos ocupa. Que por ende son en suma, dos invenciones antojadizas pero interesadas, de la real, dramática y valiente lucha de clases del pueblo argentino por obtener como fruto de su trabajo una vida decente. Y por tanto, una verdadera burla a los esfuerzos de ese pueblo por alcanzar los beneficios sociales que se merecía: casa, comida, educación y servicios de salud para todas y todos, entre otros. Durante la primera mitad del Siglo XX se vieron en nuestro continente esfuerzos parecidos de las clases proletaria y campesina, que se movía el péndulo de la historia entre el populismo burgués y el populismo de los trabajadores y las trabajadoras en varios países de América Latina. Pero sus lumpen burguesías, contando con el apoyo irrestricto y la fuerza arrasarte de la inversión del imperialismo norteamericano usaron su aparato represivo, las Fuerzas Armadas, y las policías, derrotando así en 1955 al gobierno peronista legítimamente elegido por el pueblo en las urnas., como lo hicieran antes en Guatemala, y luego en Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y nuevamente Argentina, en 1976 en la más sangrienta acción insurreccionad del terrorismo de estado que hasta ahora conoce la historia nacional. No es por tanto tampoco de extrañar que el musical y el film aludidos ridiculicen, deformen y fragmenten la presencia y el rol jugado por la más importante y numerosa movilización de mujeres que se haya visto hasta ahora, en América Latina, la del Partido Peronista Femenino, de quien Evita era la Presidenta, en cierto grado de alianza táctica con la columna vertebral de los gremios de Argentina ; mujeres, en suma, que ni se parecían siquiera físicamente a esas patéticas lloronas con que las presentan estos inescrupulosos del entretenimiento barato que se inventaron a ‘Evita’ la global.. ¿Y qué función –aparte de acrecentar la riqueza de sus empresarios, cumple aun hoy día la reencarnación del musical Evita, ahora hasta con una cantante argentina? Veamos lo que dice un científico social argentino al respecto, al ser interrogado acerca de qué piensa acerca del musical en cuestión ¿‘Que
qué pienso de la obra de teatro Evita? La
odio, es un engendro machista-imperialista,
hecho por dos resentidos que odian a una
pareja (Eva y Juan) que le paró el carro al
colonialismo británico, y se acordó del
pueblo, tan odiado por los ' tories' que
escribieron esa opereta. La música es
excelente, el guión "merde". Una opinión ciertamente apasionada, pero que compartimos, puesto que sintetiza nuestra valoración de la Evita real, la local. Esa mujer fuerte, inteligente y emprendedora. La que si influenció nuestras vidas con la fuerza de los cambios favorables que ella impulsó en la sociedad que nos vio nacer, Argentina e inspiro en muchas mujeres un cambio en su feminidad. Una de las tantas mujeres del pueblo de Argentina dispuestas a dar hasta sus vidas por un poco mas de libertad y una vida con dignidad. Referencias: [1] M.R.Zabaleta, On the Process of Construction of a Feminine Social Consciousness: The Peronist Case ( Argentina 1943-1955), published D. Phil. thesis, Institute of Development Studies,(Brighton: Sussex University, 1989); M.R. Zabaleta, Feminine Stereotypes and Roles in Theory and Practice in Argentina Before and After the First Lady Eva Perón, (EEUU, Wales and Canada: The Mellen Press, 2000) entre otros. [2]
Mary
Main (María Flores), Evita, The Woman with the Whip, (Lo [3]
N.
Fraser and M. Navarro, Evita: the real lives of Eva Perón, (London:
Andre Deutsch, 1997), p 194. |
Dra. Marta Raquel Zabaleta© Londres, 2007
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