Viajes de Gulliver |
La
presencia de Gulliver sigue siendo atractiva para el cine. Ya sea del
gigante Gulliver en el país de los enanos o del pequeño Gulliver en el
de los gigantes. Aquí está, de nuevo, dicho personaje en una comedia
bastante floja dirigida por Rob Letterman: Los
viajes de Gulliver (2010) y con la actuación desajustada de un cómico
de menor talento, como lo es el actor Jack Black. Alguien dijo por ahí que si Jonathan Swift resucitara, se moriría de nuevo. Swift es el escritor que concibió para la literatura los viajes del afamado Gulliver. Lo hizo en 1726. Yo pienso otra cosa, que si Jonathan Swift resucitara, haría lo mismo con su personaje y lo pondría a destruir a la gran industria hollywoodense, como si fuera un lugar menos generoso que Liliput. Swift escribió su literatura como una sátira, no como un cuento para niños (esta es otra historia). Él escribió su libro movido por el odio que le tenía a toda la humanidad. Lo hizo con los únicos sentimientos que pueden dar origen a una sátira: indignación, ojeriza o tirria, por eso no deja títere con cabeza, como lo hace con el cine el conocido Spike Lee. En una sátira, el personaje es solo el instrumento del autor para demostrar lo que quiere decirnos. Por eso, la sátira es arte intelectual y, si se quiere, desagradable. Como pueden suponerlo, nada de ello está presente en la versión cinematográfica de hoy. Los responsables del desastre son los guionistas Joe Stillman y Nicholas Stoller, quienes escribieron un guion esquemático, tontoneco y presuntamente familiar, entendida la familia –por ellos– como un grupito de gente simple a la que hay que darle películas más simples aún. Con este filme vemos a Gulliver, en tiempos actuales, perdido en el Triángulo de las Bermudas y blablablá (¡allí debería perderse esta película que no sirve ni para reciclar!). Lo que sigue son efectos especiales de tipo industrial con la presencia campechana y casi única del actor Jack Black, cuya cúspide de talento cómico está, si acaso, para la mala televisión. |
El
filme repite la onda de chistes sucios o escatológicos propios de un
guion vacío de emociones, eso más alguna presencia rocanrolera, con
fotografía deficiente y música apenas funcional. Bien podemos decir que
este es un filme “mozote”, una película donde si bien algún liviano
humor sirve para calentar huevos, lo cierto es nunca nacen los pollos. |
LOS
VIAJES DE GULLIVER (Gulliver's Travels) Estados
Unidos, 2010 Género:
Comedia Dirección:
Rob Letterman Elenco:
Jack
Black, Amanda
Peet Duración:
90 minutos Calificación:
UNA estrella de cinco posibles. |
por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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