Si desea apoyar la labor cultutal de Letras- Uruguay, puede hacerlo por PayPal, gracias!! |
Un espía y medio (Estados unidos, 2016)
****
Crítico de cine La Nación |
Conforme transcurre el argumento de la película Un espía y medio (2016), dirigida por Rawson Marshall Thurber, de manera apenas funcional, uno siente algo que otras veces he señalado sobre la actual comedia en Hollywood. Con la pérdida del humor inteligente de otras épocas, el actual género de la comedia se sustenta en la burla tonta, más bien denigrativa, de ciertos sectores de la sociedad, ya de por sí bastante discriminados fuera de la ficción. Es la comedia como dicterio. Sin hacer un estudio puntilloso en este momento, de Hollywood recuerdo muchas farsas que basan su humor en la misoginia, en el racismo y en la burla de personas con alguna especialidad física que muchos llaman minusvalía. Con las mujeres es más frecuente, aunque Un espía y medio se sustenta en provocar la risa de los espectadores a partir de la conducta entendida como estúpida y débil de uno de sus personajes, que es de raza negra. ¿Casualidad? Al comienzo es distinto, porque otro de los personajes es un estudiante obeso, a quien el filme presenta como un gordo en exceso para justificar las burlas tan crueles que sufre de parte de sus compañeros. El héroe juvenil es de raza negra, admirado por sus aportes con el deporte. Con el tiempo, el muchacho negro no triunfa, no por culpa de una sociedad racista, sino por sus propias decisiones: es un simple funcionario. El otro hace gimnasio, se cuida en exceso y ya sin obesidad se convierte en espía de la conocida agencia estadounidense: la CIA. |
|
El otro, el tal funcionario, es torpe y de pronto –sin querer– se ve envuelto como aliado del fornido agente de la CIA. Es un asunto con claves secretas. Por su torpeza, miedos y vacilaciones, dicho personaje es elemento básico de la comedia para hacernos reír. Sin olvidar que ¡es negro! No es la primera comedia de parejas donde el personaje negro es quien nos hace soltar el trapo con sus debilidades. En otras comedias son mujeres o personas con situaciones físicas especiales (en esto, los hermanos Wayans me son del todo abusivos). Al actor negro Kevin Hart le toca la ingrata tarea de burlarse de su personaje negro con cualquier tontera a bordo. Lo hace de manera esquemática. Nada nuevo. La contraparte a esa hiperactiva actuación del señor Hart es la aburrida y monolítica participación del luchador profesional californiano, Dwayne Douglas Johnson (“La Roca”). Cierto que el filme tiene algunas secuencias bien logradas con su transitado humor (“del ahogado, el sombrero”, dicen). Es lo que salva a la película entre tanta alharaca, algo así como la lora que habla un montón de disparates y, de pronto, dice algo que lo deja a uno más que sorprendido. Podemos elogiar la actuación de Amy Ryan con su papel secundario de la agente de la CIA tras ese burumbún que vemos en pantalla. Total, si pensamos en Un espía y medio como comedia de despropósitos, le podemos sacar un poco más de jugo, aunque no se le quite esa sensación de un argumento estirado más allá de lo razonable. Hasta ahí. Sin recomendación alguna. |
|
UN ESPÍA Y MEDIO
Título original:
Central Intelligence
|
por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
Ir a índice de Cine |
Ir a índice de Venegas, William |
Ir a página inicio |
Ir a Índice de escritores |