El turista Crítico
de cine La Nación |
Les
digo la verdad: en mis muchos años de ver cine, de estudiarlo o de
escribir sobre él, nunca había visto una película tan descarada para
anularse a sí misma y ponerse al servicio único de la actriz, en este
caso de Angelina Jolie y de sus cualidades físicas, que no de su talento
histriónico. Se trata del filme El
turista (2010), que también cuenta con la presencia de un actor
emblemático, como lo es Johnny Deep. No sé cuánto le habrán pagado a
Depp por tan solo hacer de comparsa de la señora Jolie. ¿Y qué decir del director? Se trata de Florian Henckel von Donnersmarck, de origen alemán, de quien vimos un excelente filme sobre los últimos años de la República Democrática Alemana, titulado La vida de los otros (2006). De La vida de los otros a El turista hay un abismo en calidad y nobleza cinematográficas. Uno se asombra de la entrega fácil que algunos directores europeos hacen de su talento a Hollywood (Donnersmarck no es caso único). En
El turista
tenemos una sola postal con dos protagónicos, a saber: Angelina Jolie y
Venecia. Así, los labios de la señora Jolie, su rostro y el cuerpo
entero (casi anoréxico) se pasean por todito el filme con la misma
actitud de Narciso, bello personaje mitológico, quien al mirarse en las
aguas de un río se enamoró de su propia lindura y allí mismo quedó con
un patatús. A Angelina Jolie no le da patatús alguno, nos puede dar a
quienes vemos cómo se sacrifica un guion para vender imágenes de una
actriz con fama. En
circunstancias así, queda poco por decir. La cámara discurre al mismo
movimiento de las caderas de la actriz y del bamboleo de las góndolas en
Venecia, también de las lanchas de motor que Angelina Jolie maneja como
si fueran pañuelos de seda. El personaje que esta actriz encarna se llama
Elise, pero este personaje no tiene identidad propia, por la razón que
hemos venido señalando. Elise
está enamorada de un truhán que atracó a un mafioso millonario. Dicho
truhán es perseguido por la mafia y también por la policía. Para llegar
al ladrón, todos acosan a la dama. Es cuando aparece Frank (Depp), quien
caerá –como macho ingenuo– en las redes de la bella tarántula.
Luego, el argumento nos irá mostrando que ninguno de los personajes es
quien dice ser. |
Las
ambigüedades de los protagonistas son interesantes, pero ayudan poco a
una trama entendida como pasarela para su actriz. No hay tensión en la
intriga ni pasión por los sucesos. No hay proceso dramático importante
ni bien logrado. Tampoco hay química entre los histriones Depp y Jolie,
para nada. La fotografía cumple si acaso como viñeta y la música es lo
mejor, por gustosa y oportuna (de James
Newton Howard). La
cinta es morosa, aún en sus escenas de acción, y es también mojigata
con su faceta tímidamente erótica. Tampoco es original: se trata de un
refrito de la película francesa titulada Anthony
Zimmer (2005), escrita y dirigida por
Jérôme Salle, donde se maneja
bien la trama, ajedrez entre policías y bandidos. Si estuviéramos en una
sala de partos, no dudo en definir que este refrito, ahora, es un aborto. |
EL TURISTA (THE
TOURIST) Estados
Unidos, 2010 Género:
Intriga policial Dirección:
Florian
Henckel von Donnersmarck Elenco:
Angelina
Jolie, Johnny Depp, Paul Bettany, Timothy Dalton Duración:
92 minutos Calificación:
UNA estrella de cinco posibles |
por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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