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El vértigo de
los sentimientos encontrados. La fuerza de la mentira. El amor
reprimido. Los vericuetos nunca explorados de cierta realidad familiar.
El esquema de las apariencias. Por ahí y por otras rentas camina el buen
cine con el filme español titulado “Todos lo saben” (2018).
La película parte de un guion del cineasta iraní Asghar Farhadi, quien
ha viajado hasta España para darnos una muestra más de su cine
perturbador, donde la sutileza dramática puede mostrarse aún con
secuencias de tono costumbrista o pueblerinas. Es cine con sello de
autor.
Recordemos que, con buenos filmes, Farhadi ha ganado dos veces el Oscar
a Mejor Película Extranjera, con “Una separación” (2011),
acentuado drama familiar, y con “El cliente” (2016), que recuerda
el teatro de Arthur Miller.
No dudo en afirmar que, ahora, su película “Todos lo saben” no
alcanza el aliento narrativo ni la densidad emocional de esos otros dos
títulos, pero Asghar Farhadi mantiene su habilidad para hacernos llegar
¬¬--con tensión-- la babilónica espiral de acontecimientos presente en
esta película.
En “Todos lo saben”, el hecho generador del conflicto o de los
conflictos es una boda: la de la hija más joven de una familia española
más bien conservadora. Aquí se muestran los primeros indicios de lo que
ha de venir, como un tornado a cierta distancia.
La trama se toma su tiempo, que al fin y al cabo Roma no se hizo en un
día, y cuando la película comienza a mostrarse como cuadro de costumbres
durante la fiesta matrimonial, los signos del drama se conforman poco a
poco. La explosión se da a partir del secuestro de la nieta adolescente
de la familia, quien ha venido con su madre a España desde Argentina.
El pequeño pueblo donde suceden los acontecimientos se convierte en lo
que la tradición popular suele llamar un infierno. Las llamas dolorosas
de ese caos queman a los personajes desde el interior de su familia.
Ahí no hay abundancia de panes, sino todo lo contrario: los conflictos
atrapan a los personajes, como si la familia fuese a saltar como vidrios
de un espejo quebrado. |
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Penélope Cruz y Javier Bardem en cine del
iraní Asghar Farhadi |
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