Para hablar de Clint Eastwood hay que quitarse el sombrero. No porque yo lo diga, sino porque él demuestra su inteligencia como hombre de cine película tras película. Hoy lo hace con el filme titulado Más allá de la vida (2010). Esta vez incursiona de manera reflexiva en el áspero tema de la muerte.
De alguna manera, esta película se comporta como un ensayo donde la angustia humana nunca se desborda, pero la inquietud late por medio de cada uno de los personajes: ¿qué es de la condición humana cuando se habla del “más allá”? El filme evade la simpleza religiosa cargada de determinismos y prefiere pensar y pensar mientras nos seduce con su historia a manera de tríptico.
En efecto, Eastwood toma el guion de Peter Morgan y logra darle un sentimiento único que –a la vez– es diferente en cada una de las tres historias que componen la trama. Son tres historias paralelas que, en un momento determinado, encuentran un boquete o portal para sintetizarse en una sola fábula: especie de sinergia.
Lo único es que, en este caso, la conjunción final del tríptico no mantiene la calidad emotiva ni la fina textura que ha mostrado cada historia por separado. Si no fuera esto, estaría yo hablando de una película extraordinaria o de una obra maestra. Aún me llama la atención y me extraño de cómo fue que Clint Eastwood perdió la fuerza dramática del relato en el instante mismo que cierra su historia.
Antes de eso, hablamos de una película que roza constantemente la perfección clásica con un tema que nos resulta enigmático, mientras se nos dice constantemente que una vida girada en torno a la muerte no es vida. Lo sabiamente paradójico, en manos de Clint Eastwood, es que nos dice eso en el límite mismo de la incógnita: ¿qué es la vida más allá de la muerte?
No se trata de una película estúpida de terror comercial, para nada, Más allá de la vida es filme inquietante, especulación seria sobre el tema, filosofía planteada desde la más acertada definición de personajes y con excelentes actuaciones. Esto también es clásico en Eastwood, eximio director de actores, si no el mejor de Hollywood.
