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Los Vengadores: Era de Ultrón (2015) Crítico
de cine La Nación |
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Hace bastante rato y aún recuerdo las postalitas que uno coleccionaba de superhéroes en álbumes comerciales. Se disfrutaba mucho del intercambio de postales con los otros niños. Muchos de esos “semidioses” (súper) aún permanecen en el imaginario de lo fantástico, gracias al cine.
Las películas con estos sujetos nos vienen igual que las postales de mi niñez, o sea, son coleccionables. A esos titanes podemos verlos de uno en uno o en distintos grupos, según el sello comercial del filme.
Lo que escribo es a propósito del esperado estreno (para los fieles seguidores) de la película Los Vengadores: Era de Ultrón (2015), dirigida con eficacia visual por Joss Whedon, también guionista según historietas de Stan Lee y Jack Kirby.
Así, están por aquí algunos superhéroes según Marvel, quienes pasan su tiempo en lucha contra un enemigo poderoso llamado Ultrón e igual les da por pelearse entre ellos como niños malcriados, para luego abrazarse (parecen diputados de alguna Asamblea Legislativa).
Cuando pelean entre ellos, son capaces de destruir una ciudad más que el enemigo y siempre por razones pueriles. También se enamoran. Hasta ahora son amores de tipo heterosexual, entre Hulk y Nat, por ejemplo, conocida como Viuda Negra; veremos qué nos darán en otras películas. |
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De pronto, como una moda autoimpuesta en este tipo de cine, estos héroes tienen sus catarsis individuales sin terapia grupal: es cuando ahondan en sus propios laberintos emocionales y el pasado los carga de imágenes salidas de la parte oscura de cada uno: lo traumático.
Cuando hay amores, el filme es cursi por melindroso y es tímido para que la censura lo mantenga con calificación aceptable. De erotismo, cero. Ahí no son tan “valientes” los héroes.
Si es por los traumas de cada quien, esta película tiene buenas secuencias con sus imágenes e interesa un tanto más; sin embargo, con tantos superhéroes, le es difícil ahondar en las heridas emocionales de cada cual.
Las peleas son buenas por sus logros visuales, no conceptualmente. Cada pelea es como una película dentro de otra película más grande. Por esa ruta, Los Vengadores: Era de Ultrón pasa a ser –si se quiere– un rejuntado de diferentes escaramuzas, todas a puro poder.
Dicho de otra manera: este filme es la suma inorgánica de sus partes sin que el total las supere: no hay sinergia en calidad; la película se siente más grande en refriegas de las que tanto gusta su público, no en conceptos, de ahí tanto diálogo superficial.
Tal vez, lo mejor es el tono socarrón que contiene este filme, aunque muchos de sus apuntes humorosos implican conocimiento adquirido, por parte del público, sobre las historias de sus personajes.
Ahí es donde juegan mejor las actuaciones del elenco: hay buen estado histriónico (eso sí, es evidente que a Robert Downey Jr. le gusta robar cámara y el director se lo permite). Muy bien el combo que hacen con el escudo del Capitán América y el martillo de Thor, ingenioso siempre.
Como dije al principio, estas “pelis” son coleccionables para los “fans”. Según algunos psicoanalistas, ello es expresión adulta de la etapa anal de la infancia, pero esto es otro tema. El filme… igual entretiene.
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Los Vengadores: Era de Ultrón
Título original:
Avengers: Age of Ultron
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por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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