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Héroe de centro comercial 2 (2015) Crítico
de cine La Nación |
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No se puede amansar el potro antes de que haya parido la yegua ni se puede hacer buen cine sin un buen guión antes escrito. Tal es el caso de la película Héroe de centro comercial 2 (2015), dirigida por Andy Fickman.
Se trata de una comedia sin divertimento alguno. Con ella, la industria de Hollywood toca fondo con dicho género. Lo peor es que se trata de una secuela. ¿Qué sucedió en el camino para alguien se atreviese a rodarla seis años después de la primera entrega? La verdad, no lo entiendo.
Los productores se tropiezan dos veces en la misma piedra, sí. Seis años después, lo “nuevo” que hacen es sacar al repetido personaje (un guarda de seguridad) de un centro comercial en Nueva Jersey y llevárselo a un gran hotel de Las Vegas, a una convención de vigilantes.
Paul Blart se llama dicho guarda. Él va a Las Vegas con su hija, deseosa ella de más libertad ante un padre celoso y posesivo. El problema es que, a dicho hotel, llega una torpe pandilla de ladrones de arte, a la que Paul habrá de enfrentarse.
Con esa historia de base, el filme resulta incoherente consigo mismo: no importa si algo tiene o no sentido, de lo que se trata es de “hacer reír” con las torpezas de un guarda simpaticón y medio lelo que, para desgracia del espectador, quiere divertir en todo momento, sin lograrlo.
De esa misma condición peca el actor que encarna a Paul Blart, el conocido Kevin James, quien se dedica a “jalarle el rabo a la ternera” en cualquier secuencia con su forzado humor y con sus tontas gesticulaciones. |
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Kevin James se siente muy cómico con su personaje, pero qué va: no hay que creer que porque el caballo tiene cascos es porque anda en moto. Menos hay que creer que porque el cangrejo está en la playa, está de turista. Ahora, en Las Vegas, el personaje del filme sigue estando mal diseñado y peor interpretado.
Esto es grave en una comedia de personaje más que de situaciones; aunque, en este caso, los sucesos son igualmente tontos, mal planteados y mal estructurados para una comedia hipotecada por su mal humor y por sus diálogos superficiales.
En boleterías de Estados Unidos, Héroe de centro comercial 2 tuvo dos muy buenas semanas de arranque, como si los públicos masivos tuviesen urgencia de identificarse en el cine con algún respectivo héroe simplón, sea un Paul Blart en dicho país o un Maikol Yordan en Costa Rica.
Lo anterior escapa a una explicación cinematográfica de parte de la crítica. Más bien es asunto para especialistas de otras áreas. ¿A qué se debe este declive en el gusto?, he ahí algo más que una pregunta retórica o erotema.
Héroe de centro comercial 2 gira alrededor de su personaje, de manera absoluta, por lo que su puesta en escena resulta casi invisible.
Por eso, en este filme las secuencias parecen pegadas con saliva, sin mayor lógica, o sea, se olvidan de que una película es más que la suma de sus partes.
Así pues, me es imposible recomendarles esta comedia filmada en plena resaca, sin pulso narrativo, sin progresión en el humor, desarticulada y hecha con pura brocha gorda.
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Héroe de centro comercial 2
Título original:
Paul Blart: Mall Cop 2
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por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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