Damas en guerra William
Venegas Crítico
de cine La Nación |
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Hace poco llegó a los
cines una buena comedia de ciencia-ficción titulada Paul
(2011), de Greg Mottola, donde me sorprendió montones la actriz Kristen
Wiig, por su gran habilidad histriónica. No era casualidad. Ahora la veo
otra vez con el filme Damas en guerra (2011), de Paul Feig,
y tan solo por verla a ella vale la pena ir al cine. Wiig viene del
Saturday Nigh Live, de la tele. Igual, el director Paul Feig ha trabajado –sobre todo– para la televisión; pero a fe que lo hace bastante bien con la acidez humorosa de Damas en guerra. Si no es un trabajo perfecto es solo porque el ritmo de la narración se le escapa por secuencias. Como se dice por ahí, la película se le cae y se le vuelve a levantar. Así va. Por otro lado, más por testarudez del guion que de su realización visual, el relato tiende a repetirse en algunas situaciones o a alargar otras: es como llover sobre mojado. Un trabajo más exigente con el montaje nos habría dado un largometraje mejor amarradito, más corto y un tanto más humoroso. Nada más. La verdad, el filme Damas en guerra no es para andar quejándose de él, amén de que cuenta con una inolvidable dirección histriónica del señor Feig. Es un elenco bastante desconocido para uno, por lo menos para mí, pero todas las actrices del caso logran apoderarse de sus personajes de tal manera, que uno se ve indisolublemente ligado a ellos, a ellas (en este caso), y a sus distintas emociones. La trama es simple: la mejor amiga de Annie (Kristen Wiig) se va a casar. Annie espera ser la madrina y organizadora de la despedida de soltera y de la boda, pero Helen (Rose Byrne) no está dispuesta a que eso suceda tan fácilmente. De esa simple disputa, habrá una serie de sucesos (algunos de gran comicidad) que muestran la naturaleza humana en sus más distintos rasgos. Dicho humor pasa por buenos momentos escatológicos y, en general, el filme corre como sátira sulfurosa con sus imágenes y como un desvarío verbal con sus diálogos. La causticidad nos llega más adentro de la piel por esas dos rutas. Amén de que tenemos un retrato muy, pero muy diferente de las mujeres, si comparamos con la imagen que –por lo común– nos ofrece de ellas la comedia hollywoodense. La música es un buen soporte de las intenciones emotivas de la película: las canciones dicen algo más sobre lo que acontece en pantalla. La acción principal encuentra muy buenas muletas con dos o tres subtramas bien engarzadas ante la coherencia interna del relato. Damas en guerra es película bastante corrosiva ante el matrimonio, al que presenta como un mal necesario que, si se puede esquivar, mejor. El filme añade que el amor nos juega la mala pasada de llevarnos a establecer relaciones fijas. Como decía el escritor inglés Bernard Shaw: “El matrimonio es una trampa de la Naturaleza”. |
Solo espero que esta película no sea ignorada por los amantes de las buenas comedias y del buen cine en general. Hay secuencias hilarantes, ya verán. No cae en la misoginia ni en los arquetipos sexistas. Al menos, yo no vi nada de eso. |
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Mujeres. Un grupo de muy buenas actrices le da cuerpo a los conflictos que surgen alrededor de una boda |
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Damas en guerra Género: Comedia Dirección: Paul Feig
Elenco:
Kristen Wiig,
Maya Rudolph,
Rose Byrne Cines: CCM Cinemas, Cinemark, Cinépolis, Citi Cinemas Calificación: CUATRO estrellas de cinco posibles |
por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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