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Cowboys y Aliens (2011)

Título original: Cowboys & Aliens 
Caballos y naves
Ni chicha ni limonada
William Venegas
http://lahuelladelojo.blogspot.com/ 

Crítico de cine La Nación
San José, Costa Rica
wvenegas@nacion.com
 

Aunque la idea temática de la película Cowboys y Aliens (2011), dirigida por Jon Favreau, viene de una historieta, hay que resaltar las agallas para reunir dos géneros tan diferentes entre sí, como lo son el Oeste y el género fantástico (ciencia-ficción). No es fácil obtener un verosímil narrativo con caballos y naves espaciales o con apaches y alienígenas.
El resultado no ha sido grato ni bueno esta vez, porque el filme Cowboys y Aliens nos queda debiendo, y bastante. Así en muchos aspectos, menos en lo formal y en lo escenográfico. Al género del Oeste le tengo un aprecio especial: crecí en tandas infantiles, en Heredia, viéndolo en su expresión más ingenua.

Eran los tiempos de filmes apenas recordados con héroes como Durango Kid, Roy Rogers, Gene Autry, Hopalong Cassidy, el Llanero Solitario y Cisco Kid (que recuerdo). De los héroes del género fantástico solo me acuerdo bien de Roldán el Temerario.

Lo cierto es que el cariño hacia los vaqueros me hace ser más exigente con las cintas respectivas. En el caso de Cowboys y Aliens, ahora, creo que los dos géneros del caso han sido mal pegados uno con otro. Están como pegados con saliva, tal la falta de una más acabada imbricación de los extraterrestres entre los asuntos del viejo Oeste (con blancos e indígenas en lucha).

La película muestra buenas captaciones fotográficas del universo propio del Oeste clásico, sobre todo con tomas desde grúas para espacios abiertos, espacios montaraces, y con algunos bien logrados planos-secuencia (son secuencias filmadas en continuidad, sin corte entre planos, sin montaje; viene del francés “plan-séquence” y en inglés lo llaman “long take”).

Sin embargo, eso no es suficiente: el filme no tiene el intimismo propio de toda buena película de vaqueros, no hay sentido épico tampoco (pese a la atractiva vastedad del paisaje). En esta película, el mito y la historia desaparecen cuando surgen naves de luces potentes y alienígenas monstruosos, endriagos de otros planetas (¿por qué se insiste en el concepto de ver a los extraterrestres como demonios o personificaciones groseras del mal?).

Así, la mencionada mezcla de dos géneros resulta forzada: el filme no logra credibilidad propia ni coherencia interna. Hay serios problemas de índole estética y –sobre todo– hay raquitismo narrativo, por lo que el relato pierde fuerza o se torna repetitivo conforme avanza de manera predecible.

De pronto, uno siente que los actores están como perdidos ante la naturaleza temática de este largometraje, casi que se miran uno al otro pidiendo ayuda histriónica, mientras al director del filme solo parece preocuparle que todo se acomode a los efectos especiales que habrán de agregarse luego a la película (con el montaje).

Lo peor es que eso suceda con actores experimentados como Daniel Craig y Harrison Ford, quienes, además, pecan por darle afectada resonancia gutural a sus voces, como si así reflejaran la actitud de sus personajes. En cuanto a lo fantástico como género,  Cowboys y Aliens no logra manifestar de manera pulida la presencia de un elemento perturbador y misterioso. No logra darnos un sentimiento de desazón ni mucho menos un efecto de terror.

Ford y Daniel Craig en filme de vaqueros con extraterrestres, algo así como Indiana Jones y el agente 007 entre apaches y naves espaciales. Fuertes luces ante vaqueros asustados por alienígenas en filme de poco voltaje

En ese espacio ambiguo que se mueve esta película, si bien la fotografía es acertada, la música no resulta lo mismo y, aunque melódica (si se quiere), se pierde entre los vericuetos de esta costosa producción. No creo que los géneros sean incompatibles en una sola película. En este caso, lo que ha faltado es genio para la tarea, con un guion sacado con fórceps y una puesta en escena que semeja el afán de ponerse unos zapatos pequeños sin calzador.

No olvidemos que una película es algo más que la suma de sus partes o componentes. Si esta suma no da el resultado exacto, entonces se pierde la fuerza de la estructura lógica de sus ideas e, igual, se esfuma la seducción de sus imágenes. Es lo que pasa con Cowboys y Aliens.

 

por William Venegas 
cocuyos@racsa.co.cr 
Gentileza de La huella del ojo 
http://lahuelladelojo.blogspot.com/   

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