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Ágora: La caída del imperio romano (2009)

Las ideas bullen 
El cine se agita 
Filme para pensar
William Venegas
http://lahuelladelojo.blogspot.com/ 

Crítico de cine La Nación
San José, Costa Rica
wvenegas@nacion.com
 

En las ciudades griegas, las ágoras eran plazas públicas donde las ideas hervían con sus propios conceptos. La cultura, la política, la filosofía y el afán de inteligencia pasaban por esos sitios; ellos fueron caldo de cultivo de lo mejor de la historia del pensamiento. Hoy, el director español Alejandro Amenábar intenta reproducir ese aquelarre de ideas con una muy buena película suya: Ágora (2009).

Dos curiosidades antes de seguir con el análisis del caso. Primero, Ágora es película española, pero nos llega hablada en inglés y subtitulada. Segundo, alguien, por razones comerciales, pensó luego en ponerle y le pusieron el largo título de Ágora: La caída del imperio romano. Lo primero, lo agradezco, porque me cuesta un mundo captarles los parlamentos a los actores españoles. Lo segundo, es una estupidez, nada que ver con lo que se plantea en el filme.

Esta cinta es de todo un poco, y todo logrado con inteligencia, con mucho respeto por las ideas en juego (lo conceptual) y sin caer en los tópicos exagerados del llamado cine peplum (el de túnicas, danzas exóticas, soldados de la antigüedad y columnas que casi siempre se desploman). Es cine igualmente biográfico, lo que se llama biopic, donde con un personaje se caracteriza toda una época y se le da curso a las ideas. Igual, es cine de acción y romántico.

Como ven, no se trata de un guion fácil de escribir, pero que ha sido bien pautado por el propio director Amenábar, quien lo coescribe con Mateo Gil. La historia real que le da sustento a la trama es la vida de la reconocida filósofa Hipatia, quien ansía lograr una explicación racional para los fenómenos naturales aún no entendidos entonces. Sucede en el siglo IV, en Egipto.

En ese momento, Egipto se encuentra todavía bajo el dominio del Imperio Romano. El pensamiento científico trata de abrirse campo alrededor de la histórica biblioteca de Alejandría, donde se guarda el conocimiento acumulado hasta el momento. En tanto, en las calles, las violentas revueltas religiosas se desatan y alcanzan con su fiereza a la legendaria biblioteca.

Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, mientras a su alrededor los juegos políticos y sentimentales se exhiben como expresión de la barbarie. Los cristianos ya no son perseguidos; al contrario, el Estado se ha convertido al cristianismo. Así, los seguidores del cristianismo pasan de ser perseguidos a ser perseguidores. La crueldad solo cambia de orientación religiosa y la religión es ideología en quienes ostentan el poder.

En ese sentido, los cristianos actuales podrían sentirse ofendidos con la película, lo que no debiera ser. Está claro que Amenábar lo que señala es que el pensamiento religioso, cualquiera, como hoy, llevado a la intolerancia es serio obstáculo para el desarrollo del conocimiento, de la cultura y de la verdad. Esto lo plantea el filme con notable previsión y estructuración del relato, amén de diálogos enriquecedores por inteligentes.

La propuesta visual no solo es atrayente. Tiene una penetrante intención significativa y cada secuencia se convierte en signo digno de ser escudriñado. La música solo refuerza esta intención sígnica de la imagen. Lástima que las actuaciones no sean las mejores: el filme pareciera perder credibilidad con su debilidad histriónica, excepción hecha de la actriz Rachel Weisz, quien, como Hipatia, hace nuestro su desasosiego y pesimismo por el avance social de las masas incultas y fanatizadas..

Rachel Weisz como Hipatia, personaje histórico que fue víctima de pasiones llevadas al fanatismo. Las luchas religiosas se desatan cercanas a la biblioteca de Alejandría en ÁGORA

Este filme tiene momentos de cine extraordinario, por ejemplo cuando Hipatia discurre en su barca sobre los movimientos de la Tierra alrededor del Sol (una herejía, entonces); a veces baja su tensión, pero se mantiene como película importante y muy buena. ¡Así es! ¿Por qué la exhiben como a escondidas? No lo entiendo. Cada vez entiendo menos a los distribuidores y exhibidores de cine del país.

Por cierto, también se está proyectando otra película española (con más propaganda). Se trata de Los ojos de Julia (2010), filme de terror dirigido por Guillem Morales y con extraordinaria actuación de Belén Rueda (¡intensa!). Los ojos de Julia es una cinta bien lograda, con sofisticada y justa puesta en escena, aunque por momento se torna repetitiva, como si se enredara con su propia trama. Eso sí, cuando le agarra los cuernos al toro, la tensión le corre a uno por el cuerpo con fiereza. Igualmente, la recomiendo, aunque con menos entusiasmo con respecto a Ágora

Ágora

España, 2009

Género: Drama biográfico

Dirección: Alejandro Amenábar

Elenco: Rachel Weisz (Hipatia), Max Minghella (Davo), Oscar Isaac (Orestes)

Duración: 126 minutos

Cines: Cadena Cinepólis (Terramal y Desamparados)

Calificación: CUATRO estrellas de cinco posibles

por William Venegas 
cocuyos@racsa.co.cr 
Gentileza de La huella del ojo 
http://lahuelladelojo.blogspot.com/   

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