8 minutos antes de morir
(2011) Crítico
de cine La Nación |
No se preocupen en demasía por entender del todo el argumento de la película 8 minutos antes de morir (2011), dirigida por Duncan Jones. No se trata de un guion complejo, aunque sí algo complicado e innecesariamente enredado. Es pura ostentación intelectual. Así es, 8 minutos antes de morir es película ostentosa a la que, si le quitamos sus secuencias caprichosas, queda como un entretenimiento bien planteado entre el cine propio del género fantástico y una cinta de acción que, aunque repetitiva por necesidad argumental, nunca pierde su punto de suspenso. Este es el segundo largometraje del realizador Duncan Jones, después de Moon (2009), y –como ven– repite con la ciencia-ficción. El filme narra la historia del capitán Colter Stevens (bien encarnado por el actor Jake Gyllenhaal, con tensión dramática), quien, tras un accidente militar en Afganistán, despierta en un tren de pasajeros camino a Chicago. El capitán Stevens no entiende cómo ha llegado al tren ni qué hace
frente a una joven llamada Christina (Michelle
Monaghan, con fina actuación). Tras ocho minutos de
desconcierto, el tren explota y Colter Stevens aparece en una cabina
donde se le exige comunicar información a “alguien” o a “algunos”.
¿Quiénes son? Se trata de una operación militar muy riesgosa. |
Stevens es devuelto al tren y traído de nuevo, varias veces, para vivir lo mismo de manera cada vez más confusa. Es un misterio: él ha sido designado para probar el llamado “código fuente”, tecnología que permite a la mente humana visualizar ocho minutos del pasado, precisamente antes de morir. El capitán Stevens, dado por muerto en combate, debe encontrar a un grupo terrorista antes de que hagan estallar una bomba en Chicago; son los mismos que hicieron volar el tren de donde es regresado Stevens, precisamente antes de la voladura. Son juegos entre el pasado y el presente para alterar el futuro. Por aquí, la película camina bien y de manera sorpresiva sobre las realidades paralelas. |
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Lo raro es que los guionistas optaran por darle al filme determinados puntos de giro, los que uno debe aceptar de manera forzada, porque sí, y que agregan poco a la intriga con su suspenso. Cierto, abren dilemas éticos con la ciencia, que uno cree entender sin estar seguro de que así sea. Caprichos del libreto. Con una banda sonora muy eficiente, el director Duncan Jones no se deja intimidar por los innecesarios vericuetos del guion; así, nos ofrece una puesta en escena de imágenes bastantes limpias, emocionalmente adhesiva y conceptualmente capaz de abrir misterios sobre el papel de la ciencia en el campo de la experimentación. Su dirección de actores es muy buena (anotemos aquí la eficaz actuación de Vera Farmiga, el punto humano del filme). No quiero cerrar esta crítica sin estampillar el buen montaje, responsabilidad de Paul Hirsch, quien logra mantener el mejor ritmo y la pasión por los sucesos, pese a que la película se define por tractos repetidos de 8 minutos (cada tracto va agregando nuevos misterios y nuevas soluciones de ellos). En general, les recomiendo esta película. Solo quítenle tanto “adorno” en sus conceptos y disfruten la reiteración de las situaciones, a partir de lo nuevo que se muestra cada vez, y verán que es ciencia-ficción aceptable y entretenida, donde lo psicológico sabe aparecer cuando exactamente conviene. |
Explosión. Michelle Monaghan y Jake Gyllenhaal se lucen cuando están juntos en una tren que explota cada 8 minutos, según película de fantaciencia. |
8 minutos antes de morir Título original: Source Code Estados Unidos, 2011 Género: Fantástico Dirección: Duncan Jones Elenco: Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan, Vera Farmiga Duración: 93 minutos Calificación: TRES estrellas de cinco posibles |
por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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