¿Qué sucede en Costa Rica? |
En demasiadas cosas nos estamos quedando atrás en este país. Citaré tres de momento, la primera tiene que ver con los puertos en el Atlántico, pues mientras la mayoría de naciones cuentan con puertos modernos, nosotros seguimos lentos, sin infraestructura en sus muelles frecuentemente cerrados por cualquier pretexto, con trabajadores incapacitados por complacencia y en manos de sindicatos mañosos. Las importaciones y exportaciones de Costa Rica son mayores por el Atlántico, pero con tanto problema, acusan un altísimo costo, sin que ninguno de los gobiernos últimos haya tenido la facilidad para negociar la modernización. En Limón impera el desorden, mientras todos seguimos con los ojos vendados, confiando en nuestros gobernantes. Nuestro principal puerto no es eficiente ni moderno con sindicalistas opuestos a la privatización, esperando que pasen varios años sin poder ver atracados en él, a barcos de mayor calado. En medio de conflictos laborales e indecisión de los gobernantes, nada podremos lograr ahora ni nunca. Segundo, la carretera a Puerto Limón durante el invierno, está cerrada la mayor parte del tiempo, llena de derrumbes donde se hacen presentes los ingenieros del MOPT únicamente para soñar las soluciones, que no las realizan. Pensar en una carretera moderna al Atlántico, será entonces, una pesadilla de nunca despertar. Cosa diferente en Puerto Caldera, en Puntarenas donde las cosas son mejores, sin embargo, la recién inaugurada carretera, con bombos y platillos, de momento es también otro fracaso en el invierno. Curiosamente en nuestro país, contamos con la red de caminos y carreteras más amplia de Centroamérica, pero la mayoría en malas condiciones, con puentes inseguros, sin mantenimiento y con pésima señalización, ocasionado accidentes y pérdida de vidas humanas. Con tanta negligencia, los costarricenses gastamos millones de colones en combustibles y reparaciones de vehículos, sin embargo, nadie reclama. Tercero, es el trasporte deficiente de carga por tren, desde que en el gobierno de José María Figueres Olsen tuviera la “ocurrencia” de eliminarlo, con el propósito de favorecerse, es una calamidad. Lástima, todavía podemos recordar los trenes al Pacífico y al Atlántico, que abrieron el progreso en nuestra nación. En la mayoría de los países en vías de desarrollo, los trenes transportan la mayor parte de la carga, garantizando que existan mejores carreteras que no tienen que soportar el peso de enromes tráileres. En Costa Rica por medio del ferrocarril, estaban comunicados el Atlántico y el Pacífico; el paso hacia la modernización del trasporte no era más que un brinco, pero de un “plumazo” fue cerrado, y sin son ni ton, dejaron a la intemperie millones de colones que fueron saqueados. Reactivarlo ahora costará millones de dólares, pero hay que hacerlo. Es una necesidad nacional. |
Dr.
Eliseo Valverde Monge
La Prensa Libre (Costa
Rica)
28 Ene 2011
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