Hace pocos días escribí un comentario en
LA PRENSA LIBRE haciendo referencia a los farsantes y mentirosos, entre
los que sin duda, están incluidos los políticos, cuyos asesores los
empujan a que hagan falsas promesas que una vez en el poder, nunca
cumplen. En este momento, el premio para Hanna Gabriel y Nery Brenes,
esos dos extraordinarios campeones mundiales que han puesto muy en alto
el nombre de Costa Rica, está en veremos y sería una injusticia si los
“serruchan” dejándolos injustamente sin él. Cosas como estas son feas y
poco serias, pero están sucediendo en el país debido a que muchos
dirigentes son vividores de la política en medio de la crisis que
tenemos.
Me parece también que es fácil mentirle al pueblo cuando en este momento
prácticamente, solo un partido político es el que hace y deshace en esta
“democracia”, que por cierto, cada año nos sume más en la pobreza, que
ahora es también moral. Y mucho cuidado, pues ya están reventando y con
muchas ganas, otros politiquitos quienes para llegar al poder, van a
mentir. Uno subiría al “podio” llevando todo su equipo de excompañeros,
esos mismos que le acompañaron en el pasado, algunos llenos de vicios
tratando de obtener la mejor parte del pastel. Algunos estarán amparados
a la bandera verde y otros a la roja, en definitiva, lo mismo. No hay
voluntad ni capacidad para solventar los errores de malos gobiernos que
les han precedido y con los que no estamos contentos. Uno de los
candidatos estuvo dormidito esperando que el huracán cambiara el rumbo
,pero que sin duda, por ahí anda. Otro, como el “camaleón”, cambia de
color según la ocasión y hace pactos con el gobierno. Ambos no tardarán,
como políticos “quiméricos”, en cometer exageradas y premeditadas
promesas que van a lesionar a más de una persona. Las promesas de los
políticos cansaron, nadie les hace caso y esto es precisamente el
problema que tenemos: no se reclaman. Espero que ahora tanto Hanna como
Nery se pongan las pilas y no descansen hasta que les cumplan. En Costa
Rica hace ya varias décadas se dejó de elegir a los candidatos por su
reputación. Representaba un orgullo para los costarricenses tener un
presidente de gran estatura moral; dejar esta costumbre, significó el
error más grande de nuestro sistema democrático. Ahora la mayoría de los
ticos están descontentos, pero nadie hace nada por corregir el error,
continuando la vida como si nada nos estuviera ocurriendo. La falta de
seriedad ha ocasionado la crisis. Prometer algo que no se ajusta a la
realidad del país, es un grave error y no cumplir lo que se ha ofrecido,
una injusticia. Después de todo, el pueblo puede que tenga razón cuando
quizás exagerando, llama a los gobernantes corruptos, o farsantes, o
mentirosos; luego los lamentos de por qué se pierde legitimidad en su
mandato y el pueblo ha dejado de respaldar al gobierno. Conclusión, dos
deportistas que han dado todo por el país, sin duda, están ahora
frustrados porque como bien se ha dicho en una televisora, un beso no
les ayudará a continuar adelante en su lucha por crecer y dar
satisfacción al pueblo. Los incumplimientos, las mentiras y las farsas
le hacen mucho daño a la democracia. Dios quiera que podamos cambiar y
los discursos de los políticos no sean más que la verdad.
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