Guanacaste |
Alegre, como los pájaros libres, llegué esa tarde de primavera a Guanacaste. La extensa pampa de flores y mariposas, saludó mi paso de entusiasmo. En el parque, una marimba entonó sus lindas canciones, acariciando mis sentidos como rayos de sol en la franja celeste del cielo. Bella tierra de fiestas y tradiciones, trajes de colores y olor a coyol, pentagrama de la noche donde el grito del guipipía anuncia entre bombas y suspiros el baile del amor. |
Eliseo Valverde Monge
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