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Fuerza Pública de Costa Rica
Escrito por Dr. Eliseo Valverde Monge 

Iniciamos el nuevo año, con la promesa hecha el 24 de diciembre recién pasado, por el señor Ministro de Seguridad Pública, don José María Tijerino, quien nos informa acerca del reclutamiento de mil hombres más, para esa honorable institución a su cargo, garantizando mejor la seguridad ciudadana y especialmente, la defensa del territorio nacional, como debió ser hace años.

No desea el Ministro de Seguridad que Costa Rica continúe ignorando las notas del Himno Nacional, cuando literalmente, afirma: “Cuando alguno pretenda tu gloría manchar, verás a tu pueblo valiente y viril”. Yo lo he dicho en reiteradas ocasiones, que no tener en el país una Fuerza Pública entrenada y equipada, puede salirnos caro, al no poder enfrentar los conflictos locales y ahora, los internacionales. No es ejército lo que necesita esta nación, sino una Fuerza Pública organizada contra el hampa y los invasores. (Artículos 139 y 140 de nuestra Constitución Política). “No podemos seguir aceptando que los costarricenses somos incapaces de defendernos y creer que otros lo harán por nosotros”, asegura el Ministro. No tener ejército, es saludable, pero por ahora, solo ha servido a los políticos para su “política barata” y para que extranjeros y narcos, jueguen con la tranquilidad de esta nación libre y soberana.

Es también injusto, la exposición de nuestra Policía a los enfrentamientos con la mafia, día a día, más armada con equipo moderno, como también, la de la Fuerza Pública de Fronteras hacinadas en viejas, destartaladas e inseguras casas, donde no se cuenta con servicios sanitarios ni comunicaciones y el equipo para defenderse, es obsoleto o nulo. Lo sucedido en Isla Calero, legítimo territorio costarricense, es una ofensa y una falta de respeto país, inconcebible en este tiempo, que los ticos irresponsablemente hemos aceptado. Nuestra Presidenta y el Ministro de Seguridad, juraron defender la patria y por ello, ordenaron izar la bandera Nacional en la isla, pero inmediatamente, salieron huyendo, cuando la obligación de Ministro y Fuerza Pública, era permanecer allí. A qué país o institución extranjera, le podrá interesar la defensa de nuestro territorio, si somos nosotros los costarricenses, quienes debemos garantizar la inviolabilidad de nuestra Soberanía Nacional.

No permitamos más burlas, ni que nos den gato por liebre los políticos, cuando tratan de lavarnos la cabeza con la trillada idea de ser la nación amante de la paz, con más maestros que soldados, un cuento de hadas para “inocentes”, bien aprovechado por narcotraficantes y hampones. En el conflicto reciente de las dos Coreas, una advierte a otra: “Si nos invaden un milímetro de nuestro territorio, nos defenderemos hasta la muerte”, creerán los lectores, que un país como Suiza, con quienes hemos sido comparados cientos de veces, estará pensando que lo lleguen a defender, ante invasión extrajera, teniendo ellos la fuerza con capacidad para hacerlo. No permitamos que nuestro territorio sea objeto de burlas, solo por tener en el país grupos de conformistas, comunistas y “politiquillos” de pulpería, opuestos por conveniencia, a nuestra legítima seguridad. Un caso reciente, lo tenemos con cuatro diputados, opuestos al atraque de barcos norteamericanos cuya misión es combatir al narcotráfico, que nos asfixia. Sin duda ellos, como quienes los siguen, son esos “trasnochados” de las velas. Esto que nos ha sucedido con Isla Calero, es muy serio como para esconderlo al pueblo, a quien no se le ha dicho la verdad. Veremos respuestas, señor Ministro: “crédito a las obras y no a las palabras”. Con todo respeto les suplico a nuestros gobernantes, no tratarnos de pueblo pacífico e indefenso.

Juan Rafael Mora Porras, 1856: “Costarricenses, esa paz venturosa que, unida a vuestra laboriosa perseverancia, ha aumentado tanto en nuestro crédito, riqueza y felicitad, está pérfidamente amenazada. ¡Alerta, pues, costarricenses! No interrumpáis vuestras nobles faenas, pero preparad vuestras armas.” Más claro, no canta un gallo.

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