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Cosas que suceden en Costa Rica
Escrito por Dr. Eliseo Valverde Monge 

Días atrás, en un comentario, hice saber que los costarricenses no tenemos necesidad de un ejército, si organizamos y equipamos a nuestra Fuerza Pública. La apatía de “algunas” personas por conveniencia, no quieren que sea así, por lo que ese cuerpo, no puede garantizar la seguridad interna y menos, defender la Soberanía Nacional. De que nos sirve una Fuerza Pública sin entrenamiento ni equipo, que no sea más que para la proliferación de maleantes, ladrones, sicarios del crimen organizado, raptos y que la izquierda del país, ocupe las calles cuando les venga en gana, etc.

Nuestra Fuerza Pública ha recibido invitaciones de gobiernos extranjeros, interesados en preparar a sus miembros, con el propósito de mantener la democracia en América, pero los pequeños grupos “extremistas”, hacen grandes alborotos cuando se presenta esta oportunidad. Si en Costa Rica hubiéramos tenido a esos diez mil hombres de la Fuerza Pública bien entrenados en la frontera Norte, todo sería diferente. ¿Qué motiva que ellos no tengan entrenamiento ni equipo? Respuesta: políticos e izquierdistas.

En tanto, los costarricenses estamos manteniendo la esperanza de cambiar las cosas algún día; por ello, seguimos pagando los impuestos. Por el momento, es incomprensible como en la línea fronteriza, tanto del Sur como del Norte, exista tanta dejación por parte del gobierno actual y todos anteriores. Mantener “casuchas” cayéndose a pedazos, en diferentes lugares “estratégicos”, con apenas dos miembros de la Fuerza Pública cada uno, sin armas ni comunicación, es un ridículo y una falta de consideración para esos servidores. Hacer estos ridículos, creyéndonos más papistas que el Papa, ha dado lugar a que nos den “atolillo con el dedo” tanto en el Sur, como en el Norte, adonde constantemente hay violaciones.

Ahora, el robo descarado de toda una isla, que pequeña o no, es legítima de nuestro territorio. Esa última violación, a los ojos de los costarricenses, no habría sido jamás, si los cuerpos de seguridad (y no ejército), se encontraran alertas, con equipo y con buenas comunicaciones. Curiosamente, llama la atención como se alegra el gobierno cuando se entera, que un miembro de la Fuerza Pública, sin armas, ha detenido en la frontera al narcotraficante mexicano, horas después del accidente de un avión cargado de cocaína, rumbo a Guatemala, desde nuestro aeropuerto Internacional Tobías Bolaños. No les preocupa a las autoridades nacionales, los vejámenes a la Soberanía Nacional, ni los grupos de cuatreros, ni los narcotraficantes, ni los violadores, ni los secuestradores, ni de nada… que sucede en la frontera Norte.

El ejército en el país, abolido hace muchísimos años, desde los gobiernos o dictaduras de los Tinoco, es pasado, por la enorme gracia del Señor. Eso no quita, ni la preparación ni el equipamiento, de nuestra seguridad, llamada Fuerza Pública. Permitir el ridículo de colocar en nuestro territorio la bandera Nacional y que en horas, los nicaragüenses la arranquen de “cuajo”, es de ponerse a llorar. La seguridad en el país camina mal. Regresa un ex presidente de la República, voluntariamente al país, a rendir cuentas, y es detenido y esposado, para enviarlo a toda velocidad, escoltado por una caravana de motociclistas armados con ametralladoras y a sirena pegada hasta la detención. Igualmente, toman a otro que está en el país y hacen exactamente lo mismo, mientras tanto, otro con mayor tajada, se les fuga por la “puerta grande” y no hacen ni pío. Ni siquiera se ordena una captura internacional, permitiendo el cambio de nacionalidad. Ahora es un honorable ciudadano de Suiza. En San José, los asaltantes y el crimen organizado se moviliza con más equipo que nuestra honorable Fuerza Pública. Por Dios señores, ¿qué nos está pasando?...

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