Tauromaquia: Escisión o poema de Claudio

Salomón Valderrama Cruz

Abelardo me trajo Antígona, y me dio una explicación para no quedarme en la luna, porque nunca he tenido en mis manos una pieza de teatro, y no he visto otra cosa que representaciones escolares. Y menos he sabido nunca cómo era el teatro de los griegos. 
Edgardo Rivera Martínez  

En la capital del País de Jauja hay una pervertida provincia 
Llamada, coso, Lima. Un teológico recoveco de fronteras agonizantes 
Vivas, de guerras, faenas de la Plaza de Acho 
Roca extranjera que torea al Perú, toro, El Albañil 
Como un, sacro, Orto zozobra en concreto mar 
Juan Santos Atahuallpa en mente ubicuo 
De rosa que en plena luz espera el genocidio 
Espectáculo de las europas concediendo libertades a los huainos 
Chavín que añora la gloria verdadera 
Derrotero de este ajeno río de tierra pura que corre en garabatos 
Tempestad. Acaso materia deleznable 
Acaso abominaciones de Los Incas no reales 
Algún santo, o Pedro, Cieza de León devorando el hambre hasta la opulencia 
Como pesteamor, imperio, hiriente. Inolvidable 
Penetrante fragua, ilusoria, que se pierde 
Astro, olvido que no soy, porque olvidado estoy 
El falso lenguaje, que sujeta mi cielo 
Falso de Planeta 
Flor o laberinto en el alma, sueño de mujer, inescrutable 
La supuesta diarquía de Los Incas 
Que en el océano de aplausos, de sangre mitológica 
Da por muerte filosófica a toda su original literatura 
La tapada, la que viola, vuela y debe matar reyes de Sevilla y Zaragoza 
Castellano de Bolívar que es máquina del Perú perdido desde 1825

Salomón Valderrama Cruz

Chorrillos, Enero de 2006.

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