Desespera
Margie Ungar

Inclemente el tiempo
en que adormecida
reposa la piel sobre mi cuerpo.
Se torna infierno, demencia.
¡Y ya no aguanto más!

Emerge sutil la piel enardecida, en un descuido…
Sin aviso alguno, despojando mis secretos.
Por tus ojos, por tu presencia,
en mis ideas sin tiempo.

Y continuamos necios el juego del silencio...
El juego de miradas en llamas enmudecidas por el dilema.
Se transfigura el alma entre la ira y la incoherencia,
entre el arrebato y la impotencia.

Es mi espera, que desespera…
El arcoíris de tu voz que atraviesa mis velas.
Las mil locuras que me penetran…
¡Y se me escapa la cordura!

De morir el silencio…

Confesarías mis senos con tu firme caricia.
Ahogarías el frío de mi piel con tu cuerpo… ¡Entero!
Arrancarías los besos de mis labios con el delirio de tu deseo.

Y te pienso…

Me deslizo en la humedad de tu codicia
y te siento con la piel enloquecida, hasta el cansancio.
Quiero perder la conciencia entre sabanas de alivio…
¡Contigo!

Y amarte despacio…

Margie Ungar
Gentileza de http://margieungar.blogspot.com/

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