Sus primeros destinos pastorales fueron la Parroquia de la Consolata, de la Localidad de Sampacho, mostrando ese gran sentido de la comprensión con los colegas y con los fieles que lo iba a caracterizar. Tras un breve paso por la Iglesia Catedral de Río Cuarto, su destino fue la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires, donde obtuvo el título de Licenciado en Teología y donde todavía lo recuerdan. Durante esa estadía tomó contacto con la Pastoral de los Santuarios, en especial, con el Santuario de San Cayetano, de Liniers, regenteado por el padre Rodríguez Melgarejo.
También estuvo vinculado con el Padre Mujica y con otros sacerdotes Tercermundistas que trabajaban en las Villas, luchando y sufriendo con los que menos tienen.
También vinculado con los teólogos y pastoralistas Rafael Tello y Lucio Gera, quienes delinearon lo que hoy es la “ Teología Argentina”, una expresión de la Teología de la liberación.
Esta amistad y estos contactos iban a continuar y determinar momentos importantes y, a la vez, difíciles de su vida.
Al volver a la Diócesis fue destinado al Santuario de la Localidad de Reducción, donde trabajó en la Pastoral de los Santuarios, conjuntamente con el Carismático Padre Víctor Pugnatta, y el Padre Eusebio Barbero dándole a las celebraciones un sentido solidario y orientado hacia una religiosidad fuertemente de fe y expresión más popular de la zona.
Padre Filipuzzi
