En Plena Juventud, una vez obtenido su título de ingeniero y formada su personalidad, decide buscar un nuevo continente, para poder desempeñar su conocimientos adquiridos en la carrera que se graduó. La Argentina fue su destino, desembarcando a mediados del siglo XIX con grandes esperanzas, fue recibido con mucho afecto en la colonia alemana en Buenos Aires, lugar que conoció a su futura esposa, María Bisschoff de cuya unión nacieron siete hijos, Adolfo, Luisa, Juana, Sofía, Camila, Isabel y Jorge.
Se vinculó por entonces con el ingeniero Guillermo Villanueva, lo que no tardó en darse cuenta y reconoció la capacidad técnica de
Dinkeldein, contratando al alemán en su equipo de trabajo para que lo acompañe en sus obras.
El Gobierno de la Nación había encargado al Ingeniero Villanuena el tendido del Ferrocarril entre las ciudades cuyanas de Mendoza y San Juan, allí el Ingeniero Dinkeldein desarrollo sus conocimientos, finalizando la obra totalmente concluida en 1885.
Dinkeldein trató de independizarse, intentando varios emprendimientos, lo que no les llegaron con el tiempo a satisfacer y desistió de los mismos, buscando otros destinos.
Es así que allegados le señalaron la joven ciudad de Río Cuarto, poco tiempo hacia que había dejado de ser Villa de la Concepción, y que tenía un futuro promisorio, a mediados de 1880, el Ingeniero Dinkeldein alternaba su residencia con la ciudad de Buenos Aires, de paso hacía un estudio de la realidad de Río Cuarto y vio que en su geografía no habían aparecido los adelantos propios de la población progresista que deseaba ser.
Una vez convencido, juntó capitales y constituyó la sociedad “Empresa de Gas y Aguas Corrientes” empresa que traería agua corriente y la luz de gas. Dinkeldein se dirigió a la intendencia Municipal buscar los contactos y manifestarles sus planes revolucionarios de una obra sin antecedentes por estos lugares.
Logrado y aprobado su proyecto, según contrato labrado con la Municipalidad, y la presencia del Intendente José T. Semería, las escrituras del proyecto se realizaron el 29 de septiembre de 1887.
Estas obras le traerían muchos problemas, invirtió mucho capital propio lo que quebró financieramente, fue mucha la dedicación y muy poco reconocimiento.
En 1890 regresa a Buenos Aires y hacía viajes frecuentes a Río Cuarto, surgieron de los habitantes varias quejas por las complicaciones del servicio y se sumaron los meses de pagos atrasados, lo que Dinkeldein manifestaba que sus esfuerzos estaban agotados y lo obligaba a suspender el servicio del alumbrado y aguas corrientes. Al ser ya insostenible la situación del Ingeniero por estar cerca de la bancarrota y la tensa relación con el municipio, el representante de la Compañía de gas y de aguas, se reúne el 14 de Julio de 1893, con los miembros del Concejo ponen fin al contrato lo que no había tenido buenos resultados. Se traspasó la concesión, a su vez las conexiones a gas continuaron funcionando hasta 1898 y las de aguas corrientes hasta 1931 (con las obras de la Nación).
El Ingeniero Jorge Dinkeldein, deja esta ciudad trasladándose a Buenos Aires, y los habitantes de Río Cuarto, se fueron olvidando del prestigioso alemán. En su nuevo destino lo esperaba el puesto de Director Técnico de los talleres del Arsenal Principal de Guerra, desempeñándose en el mismo por varios años. La designación de este cargo, vino de la mano de su amigo el Presidente Julio Argentino Roca, que cumplía su segundo mandato.
Años después enfermo y con su salud muy deteriorada, el Ingeniero Jorge E.
Dinkeldein, fallece el 21 de Julio de 1899, en la ciudad de Buenos Aires, En la casa mortuoria de calle Entre Ríos 1770, numerosas connotaciones y amigos le dieron última despedida, fue sepultado al día siguiente en el cementerio de los disidentes, por no pertenecer a la iglesia oficial. |
