Fueron muchas las obras que el Intendente Alfredo Boasi hizo realidad en Río Cuarto, pero la revistió mayor envergadura fue la instalación de la corriente eléctrica, que vino a irradiar no sólo luz sino una alentadora comodidad en la forma de vida de los riocuartenses.
La luz eléctrica era para los riocuartenses un sueño escondido bajo un candil, una llamita de vela después, una lámpara a querosén o un farol a gas, cuando el progreso permitió mayor modernización.
En las noches las calles eran oscuras favorecidas un poco por la presencia de la luna llena, cuando la había. Y en los hogares, al caer el sol no había demasiado para hacer, salvo descansar en las penumbras.
Alcanzar la luz emanada por un generador eléctrico parecía tan lejano como tocar las manos la irradiada por el sol.
Pero las ganas y el esfuerzo de la clase política oriunda de la Ciudad confluyeron para hacer realidad la iluminación de la Ciudad de Río Cuarto.
El Ingeniero Jorge Dinkeldein bregó para que en los comienzos de 1889 la luz del alumbrado público brillara aunque sea un tanto opaca a través del impulso del gas, combustible usado previamente a la corriente eléctrica.
Esto ya era todo un adelanto, pero bien se sabía que había otra luz más brillante que ya era usada en Buenos Aires desde cuatro años antes.
La quiebra de la empresa que proporcionaba iluminación a gas dejó a oscuras a la Ciudad , aunque renovó la lucha por dotar a la Ciudad de Río Cuarto de esa luz de la que gozaban los porteños.
A casi dos años de asumir la Intendencia , Alfredo Boasi impulsó una frustrada licitación para la colocación de una Usina Eléctrica.
El llamado rechazó las cinco propuestas presentadas aunque el espíritu de Alfredo Boasi no renunció a seguir gestionando para posibilitar la extensión del servicio.
Recién pudo concretarse un nuevo llamado a licitación en 1904, el cual dio fructíferos resultados, la adquisición de un generador y la extensión de la red a lo largo de 16 manzanas En antesala de la Navidad de ese mismo año se puso en funcionamiento la Usina Eléctrica , la misma Municipalidad construyó las instalaciones para ubicarla en el inicio de calle 25 de mayo.
La del 24 de diciembre de 1904 fue más que una “ Noche buena” Para la Ciudad de Río Cuarto y más que levantar las copas con sidra, el brindis tuvo lugar cuando toda la Ciudad se iluminó con esa luz que parecía nunca iba a alcanzarse y que ahora se tendría tanto de día como de noche.
El alumbrado público era una realidad para la Ciudad de Río Cuarto.
Revista: Historia Ilustrada de Río Cuarto ( JAF Publicaciones, junio de 1999).
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