Resulta
sorprendente escuchar o leer las opiniones de algunos expertos acerca de
la problemática nacional y la exagerada publicidad que se les da. No
queda otra que escuchar y pensar en qué mundo están posicionados o si
nosotros vivimos en una dimensión desconocida o por lo menos superpuesta
sin interconexión. La maravilla crece aún más cuando estos zapateros
hablan de economía y estos ingenieros hablan de construcciones
mentales o paredes morales. Irrumpe en nuestro pensamiento la frase
zapatero a tu zapato y el incontrolable deseo de revisar de qué galaxia
vienen, cómo se atreven a vender sus endebles y contradictorios criterios
como verdad absoluta, cómo hay comunicadores que insisten en divulgarlos
y la terrible irresponsabilidad de desdibujar el problema que nos aqueja.
En sus escritos, Nietzche señala que la repetición de una historia hace
que se convierta en una gran verdad y Milán Kundera asevera que las
personas desean escuchar sólo lo que corresponde a su realidad sin
complicarse la existencia. Por lo tanto, estos endebles y contradictorios
criterios vertidos irresponsablemente pueden convertirse en verdades. Y es
por ello que urge abrir la discusión en una zona más transparente
en la que muchas opiniones verdaderamente informadas puedan debatir su
visión o percepción de la problemática para encontrar soluciones
viables y sustentables. En caso contrario, estaremos tomando decisiones
como lo hacen los árbitros de fútbol que cantan penalty y luego se
demuestra que no lo hay o no lo cantan y luego se demuestra que sí
lo hubo. Con el agravante de que, si para el fútbol hay muchos espacios
periodísticos, radiales y televisivos para aclarar opiniones, para otros
problemas no existen estos espacios.
Dos asuntos han ocupado los espacios de la Prensa, la protesta de algunos
padres de familia junto con ciertos Diputados por el contenido de los
libros de español y la protesta de ciertos grupos religiosos por las guías
para la educación sexual. Resulta interesante analizar las reacciones que
cada texto ha suscitado en las personas que se han entrevistado y han
vertido sus opiniones. Un entrevistado ha vociferado su total apoyo a los
textos de español elaborados en México por un costo de 300 millones y su
sentencia de destrucción de las guías de educación sexual elaboradas en
Honduras.
La protesta contra los libros de español se enfoca en que en algunas
lecciones se habla de brujos, duendes, ogros y magia; ello puede
resultar contraproducente para la espiritualidad de los jóvenes. También
se señala que los contenidos se refieren más a la cultura mexicana que a
la hondureña y que este aspecto no ayuda al desarrollo de la identidad
hondureña. La defensa señala que los temas de brujos, duendes, ogros y
magia ayudan a desarrollar la imaginación y preparar al y a la joven a
tener una imaginación. Luego, enfatizan que estos textos se han utilizado
en la educación mexicana por muchas décadas y que la educación en México
está mucho mejor que la hondureña, por lo tanto, la crítica no tiene
validez.
Las acusaciones contra las guías de educación sexual son que promueven
conductas inapropiadas en los y las jóvenes, que desgastan los valores
morales, que promueven la promiscuidad, fomentan prácticas sexuales de
otros países, que no corresponden a la cultura hondureña y por lo tanto
deben destruirse. Los defensores de las guías señalan la ceguera de
algunos sectores religiosos que viven en bonanza y que no reflexionan
sobre la precaria situación de una población que vive en la pobreza
extrema y cuya única diversión gratis es hacer el amor. Amor que
ciertamente no reciben de quienes los mantienen con vida en una situación
infrahumana, sin derecho a alimentación, salud, casa, educación, diversión
(no hay parques, no hay canchas, no hay piscinas, hasta en las zonas
verdes han construido), no tienen acceso a préstamos con intereses bajos
(les quitan sus propiedades y nadie protesta por poner en riesgo a una
familia y a sus menores). Ignoran el acecho del VIH-SIDA con cifras reales
de huérfanos proscritos, la falta de educación para respetar el templo
del alma, el incremento de una miseria que arremete contra los cuerpos
(incestos, violaciones, estupros, abusos sexuales, prostitución,
pornografía y turismo sexual).
Existe nuestra gran responsabilidad como profesionales y como ciudadanos,
la de emitir opiniones serias principalmente en el área del conocimiento
que nos es propio. Un educador no osaría dar opiniones sobre la
urbanización de la capital o sobre la protección de cuencas hidrográficas
que son cuestiones de arquitectos e ingenieros. Si no se conoce el
tema a fondo, esa opinión estaría basada en una experiencia sensible que
no es lo mismo que el conocimiento teórico y práctico del tema.
Por lo tanto, estos endebles y contradictorios criterios vertidos
irresponsablemente pueden convertirse en verdades Y es por ello que se
debe abrir la discusión en la zona más transparente para debatir sobre
el conocimiento a través de opiniones informadas con diversidad de visión
y percepción que aporten soluciones viables y sustentables y
orienten sabiamente en la toma de decisiones. De lo contrario, estaremos
decidiendo como árbitros de fútbol. |