“Perra Enamorada” |
Un
nuevo espectáculo de Roberto Piazza, definido como Musical
- Erótico – Romántico, estrenado
el jueves 10 de abril en el Velma
Café, Gorriti 5520/30, Buenos Aires. Lleva el nombre de una canción
de Mina, Perra Enamorada: “Este
tema fue prohibido en Italia por su osadía -comenta el artista - y ahora, en español, lo incluyo dentro del repertorio, como un símbolo
de las historias de amor de mujeres. Mujeres jóvenes, no tan jóvenes,
abandonadas, muertas, dejadas, olvidadas, vírgenes, prostitutas,
enamoradas, o simplemente apasionadas. ” Siete
actrices, cantantes y bailarines en escena y cinco músicos en vivo
realizan este show musical con canciones de Tom Jobim, Manzanero, Mina,
Sandro, Roberto Carlos, Simone, Laura Pausini, Pappo, etc. Piazza,
creador de alta moda, innovador e inquieto, es también un polifacético
artista. En su largo camino, desde el aprendizaje en el taller de costura
de su madre hasta estos años mediáticos, el santafecino desplegó
y consolidó un estilo en todo lo que hace. Parece ubicar su mundo
interior en un horizonte lejano, aunque las voces del pasado cada tanto lo
sobresaltan, lo conmueven. Sus sensaciones, imágenes y vocabulario
discurren pendularmente entre un exquisito y delicado glamour y giros que
se internan en arrabales de una trasgresión que no incomoda. Aquí lo
suyo es la nostalgia, la melancolía. |
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Roberto Piazza y Susana Rubio |
El
vuelo de su imaginación, que ha abordado diferentes facetas del espectáculo,
en Perra Enamorada deja lugar a
un show sencillo, de temas musicales que representan los gustos musicales del
diseñador devenido en cantante. Su paso poco afortunado, en noviembre del
año pasado, por “Cantando por un
sueño”, el exitoso programa de Marcelo Tinelli, no lo amedrentó.
Sabiendo que no es un intérprete profesional necesita, no obstante,
demostrar sus recursos histriónicos. Jugando con la tranquilidad de ser
local, su voz alcanza, aquí, para
crear algunos climas que le recuerdan paisajes de su vida. Lo transmite,
incluso su carraspera. Pide agua, se ríe de la situación, dialoga con el
público y sigue adelante. Una progresiva subida de voltaje erótico,
anunciado desde el comienzo llega a su cenit en algunos desnudos de Majo
Dupre, vedette transexual, y en escenas lésbicas suficientemente
cuidadas. |
Las
participaciones de Susana Rubio, vedette “de
la época de oro de la Revista” dan el toque de humor al espectáculo.
Los delirantes diálogos entre Piazza y Rubio son muy aplaudidos. La
actriz, bailarina y cantante que trabajó con grandes cómicos como
Dringue Farías, José Marrone, Don Pelele, Juan Verdaguer, Alfredo
Barbieri, entre otros, tiene un gran oficio; revive en su tono de voz, sus
chistes, sus silencios y su vital desparpajo, el espíritu de los
escenarios revisteriles de los años sesenta. Escuchándola, viéndola, se
disfruta algo muy especial y uno se pregunta por qué se perdió gran
parte de esta escuela interpretativa. Tenemos una respuesta, pero no es el
lugar indicado para contestarla. Por suerte Piazza convocó a “la
Rubio” y el público accede, también, a un par de “pasos
de comedia” que recuerdan un humor y un estilo fresco y divertido poco
frecuente en estos tiempos. |
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Elenco en Saludo Final |
Un
espectáculo proyectado para entretener y que por momentos lo consigue… |
Carlos
Szwarcer © 2008
Buenos Aires, mayo de 2008
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