Charlando con Alejandro Michelena (1º parte) |
Una
extensa entrevista al escritor e investigador uruguayo Alejandro Michelena
nos permitió discurrir sobre variados temas. El lugar elegido para
nuestro encuentro fue la coqueta Sala Eladia Blázquez del histórico Café
Tortoni. Comenzamos conversando sobre diversidad cultural, inmigración y
de los cambios sucedidos en las dos orillas. -
¿El tiempo ha pasado y con él las transformaciones? -
La vida de la ciudad cambió tanto que se ha difuminado muchas
tradiciones. Muchos arraigos comunitarios y barriales incluso… Los
cambios muy bruscos de la sociedad y el crecimiento de la población, las
famosas modernizaciones de todo tipo, de todo calibre, creo que por un
lado pueden haber traído progreso pero por otro también han perturbado,
han llevado a una pérdida de los parámetros de dónde estamos parados
no? |
|
Izq Carlos Szwarcer. Der. Alejandro Michelena |
-
¿Cómo ves la defensa de la identidad en una ciudad como Montevideo. Qué
similitudes y diferencias observás con Buenos Aires? -
Yo creo que hay procesos similares. Creo que vivimos procesos históricos
parecidos. En el Río de la Plata hay una identidad histórica,
desde siempre, que viene desde el origen, de la época colonial, y también
diferencias, que también vienen de aquellos tiempos, con la polémica de
puertos, y todas las diferencias que fueron marcando las identidades
propias. Pero las dos ciudades son muy afines, con historias muy
parecidas. En Argentina la generación del 80 del siglo XIX fue
modernizadora en el sentido ideológico (mal o bien según como lo
veamos) pero creó un cambio. Algo parecido en menor escala pasó
también en Uruguay; los racionalistas, la gente del Ateneo, un poco
equivalente a la generación del 80, que en ambos márgenes del
Plata fue una generación que modernizó el país de acuerdo a los parámetros
de la época, lo abrió también a la inmigración. Siempre hemos tenido
procesos equivalentes, con diferencias, porque la vida política y social
de la Argentina no fue exactamente como la uruguaya.
-
¿En cuanto a las diferencias podrías puntualizar tres o cuatro aspectos
que sobresalgan desde lo político, social o institucional? -
Otro proceso similar además de la generación del ochenta, puede ser el
Batllismo, el proceso de la renovación del viejo partido colorado en
Uruguay, transformado en partido Batllista por José Batlle y Ordóñez es
un proceso equivalente de democratización del país, de ascenso de las
clases medias, de “creación” de las clases medias, en realidad, que
acá tuvo su equivalente en el radicalismo de Yrigoyen. -
¿Se puede hablar de la llegada de la clase media al poder? -
Por lo menos a una capacidad cívica y al ascenso social y cultural que
antes no se había dado. Un fenómeno que implica a los café, por
ejemplo, el intelectual de café que surgió en el 900 en ambos márgenes
del Plata fue un fenómeno que no se podía haber dado en la generación
del 80, porque los intelectuales esos eran patricios, o militares, como
Mitre, o eran doctores. Cumplían varios roles a la vez, el de político,
el de doctor, el de escritor, pedagogo. Cosa que en época de
Yrigoyen en Argentina y Batlle en el Uruguay generó un ascenso
educacional. Antes había estado Sarmiento acá y allá José Pedro
Varela, también otro fenómeno parecido: la alfabetización. ¿Esto
se manifestó en distintos espacios y actividades verdad? -
Como te decía, la posibilidad de la llegada a la educación secundaria
generó ese fenómeno que llamaron “el intelectual de café”
como producto de ese cambio que tuvieron las ciudades. El café como foro
improvisado o no institucional, lo que antes se discutía se hablaba o
discutía en una generación anterior en los Ateneos o Clubes pasaron a
ser en los cafés, y aquellos intelectuales que antes eran doctores
o políticos pasaron a ser artistas, socialistas, poetas, y apareció el
literato puro. -
Claro que en el siglo XIX hubiese sido impensado, aún en épocas
revolucionarias: el Café de Marcos era para una burguesía…con el
tiempo cambiarían su fisonomía como lugar de encuentro, con otras
características. - Claro antes era
para una elite. Luego proliferaron. No es casual que cafés como el
Tortoni, donde estamos, quedaran establecidos y se multiplicaran en el 90,
porque había un sector social que empezó a frecuentarlos y necesitaba
esos lugares, porque de pronto no tenían otros para concurrir. ¿La
famosa bohemia que la heredamos de una generación anterior, europea no? -
Hablemos de diferencias… -
Hubo otros procesos diferentes. La dimensión, cuando se fueron formando
los países el Uruguay pasó a ser un país pequeño. La diferencia de
magnitud geográfica genera diferencias también en la dinámica de
los países. Las características que asume un país pequeño, su política,
por ejemplo, y en sus particularidades sociales o colectivas son distintas
al de un país grande. Esa situación geográfica, tal vez, marcó también
algunas diferencias. -
¿Crees realmente que esto es así? Lo que comentás es muy marcado por el
uruguayo: la territorialidad, el ser un país chico. Tenemos
ejemplos históricos de países chicos que llegaron a ser potencias. ¿Porqué
el uruguayo en ese sentido se define por el territorio o la cantidad
de habitantes? Dicen: somos un país chico. Parece casi un cliché. -
Yo creo que realmente hacés muy bien en el hincapié de ese detalle. Pero
creo que es, como tu bien dices, la pequeñez del territorio no es motivo
para enfatizar las diferencias por el lado geográfico, pero creo también
que eso nos viene a los uruguayos por el hecho de ser un país pequeño de
extensión al lado de dos gigantes. -¿Te
referís a esta cuestión histórica que ve al Uruguay como un estado tapón
entre Brasil y la Argentina? -
Y ahí vamos a una peculiaridad del uruguayo que por lo menos ha sido, y
sigue siendo, constante: hace a la identidad del uruguayo la duda sobre su
identidad. Ha habido historiadores que lo han marcado. La cuestión de la
identidad ha sido siempre algo a plantearse, algo reiterado a través de
las generaciones. Yo creo que en la Argentina el sentido de nacionalidad
está más arraigado, o mismo en Brasil. Por lo que tú decías, desde la
“Banda Oriental” y por ese surgimiento un poco paradójico. Si
bien desde todo punto de vista, histórico, antropológico se tiene una
identidad, sino no se hubiera podido mantener, son los propios pensadores
e historiadores uruguayos que sostienen que el Uruguay fue creado por el
Imperio Inglés. El propio origen institucional del país está en cuestión
todavía hoy. Se plantea la fecha patria del 25 de agosto, la Asamblea de
la Florida. En la escuela nos enseñaron que fue el surgimiento del país.
Veníamos de liberarnos del yugo del Brasil, durante 15 años fuimos
provincia Cisplatina. Se firma la Independencia pero también allí se
firmó la reincorporación a las Provincias Unidas. Entonces no se puede
hablar de Independencia. Después como fecha esta 1828 con la firma
de los tratados del Imperio de Brasil y las Provincias Unidas. El Imperio
Inglés fue el que avaló esos tratados. Esa fecha sería más real. De ahí
viene la hipótesis de algunos historiadores de que Uruguay fue creado por
Lord Ponsoby. Y después está la fecha del año 30 cuando se juró la
Constitución. También se toma como un comienzo institucional, pero todavía
hoy a nivel histórico y a nivel político en la legislatura
anterior se planteó el tema de las fechas. -
Según el lugar desde donde se mire hay diferentes enfoques… -
Todo esto para graficarte como en el Uruguay está vivo la problemática
de la identidad hasta de cuándo surgió el país. Pero es síntoma de
otra cosa, no de cierta inseguridad de lo qué somos pero cierto
cuestionamiento de la propia identidad. Es paradójico porqué los
uruguayos se van del país, por ejemplo, en Suecia, en
Australia, mantienen muy firme las costumbres, hay una nostalgia por el país
pero no hay una sentido de nacionalidad muy fuerte. Yo creo que por
ahí viene un sentimiento de no firmeza. Tal vez por eso también una
característica, no de todo el Uruguay, pero sí de la sociedad
montevideana, que abarca la mayor parte del país, su historia colabora
también a ese desarraigo. Es una ciudad fundada como fuerte, por Zabala,
Gobernador de Buenos Aires, para frenar a los portugueses. Ciudad
creada como fuerte, como puerto, por voluntad comercial de los habitantes,
era más negocio ser puerto que ser fuerte. -
Se observa que las estrategias, la creación del virreinato del Río de la
Plata, son cuestiones que marcan, que signan la historia de un
lugar. -
Y… el puerto signó a Montevideo, que estuvo muchos años aislada del país.
En la época del artiguismo Montevideo era anti-Artigas y último reducto
godo en la región. Ya después de la revolución de Mayo… -
En ese sentido se puede ver también cierta similitud con el centralismo
porteño y la relación con las provincias. -
Un lugar de exilio para muchos… -
Insisto en que ese desarraigo de esa colectividad, si bien terminó, marcó
cierto cosmopolitismo de Montevideo que ahora se ha difuminado un poco.
Hasta la mitad del siglo XX había una diferencia marcada entre los
argentinos y los uruguayos sobre todo en la parte urbana. Como que
Montevideo era más cosmopolita. ¿Más
que Buenos Aires? -
O miraba más afuera, más que Buenos Aires. Por las razonas enumeradas.
Son ciertos episodios traumáticos que marcan mucho a las colectividades.
En Buenos Aires había algo más de nacionalismo que allá faltaba por lo
menos a nivel de la vida urbana… Continuará… |
*
Fragmento de la entrevista realizada por Carlos Szwarcer a Alejandro
Michelena en el Café Tortoni el 2 de diciembre de 2009.
Publicado el 19 de febrero de 2010 en “Estampas de Buenos Aires” http://blogs.monografias.com/estampas-de-buenos-aires/
Ir a índice de América |
Ir a índice de Szwarcer, Carlos |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |