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Yo tuve un sueño...
De "Himno Blasfemo"
Chester Swann

Tuve un sueño inquietante y cojonudo

Viendo pájaros de acero ensuciando nuestros cielos.

Desparramando muerte perra por los suelos.

Con sus heces explosivas y sus detritos impuros.

 

Sembraban fuego alegremente, contaminando al futuro

Y el terror diseminando con sus vuelos

Eran bestias desatadas, como Leviathán en celo

Matando niños y mujeres sepultados tras sus muros  

       

        Yo tuve un sueño convertido en horrible pesadilla

      Donde estrellas consteladas en banderas infamantes.

      Entre barras color sangre, Marte, Muerte desafiante

      Dejaban tantos seres con sus cuerpos hecho astillas.   (bis)

 

Oleosos dinosaurios regresaban del infierno

Brotando a borbotones cual pestíferos volcanes

Rugiendo y pisoteando a tantos seres con desmanes

Las siete Hermanas Locas, aceiteras del averno.

 

Sobre un mundo alienado, dominado y tan enfermo

De intereses succionados por impuros capitales.

Robando nuestros bienes, sembrando tantos males

Suscitando en los mortales indefensos, odio eterno.

 


Esclavos de la Nada

(De "Himno Blasfemo")

 

 

 

Ya no quiero ser esclavo, ni escudero ni lacayo.

De los dioses pervertidos del ocaso.

Nací libre de la nada, sin unciones, sin arcanos.

Bautizado por el fuego, la penuria y el calvario.

 

Voy haciéndome a mí mismo, sin temor ni pesimismo.

Sin ayuda de los ángeles guardianes del fracaso.

Yo no quiero sacramentos, ni Muro de los Lamentos.

Sólo espero que comprendas mis rechazos.

 

            Y si debo ir al juicio, nunca puse el alma en venta

         Si la muerte me acompaña, no deseo extremaunciones

Yo respondo de mis actos y de todas mis acciones

         Prefiero vivir amando, pero con la mente atenta.

         Líbrense también ustedes de esclavitudes violentas

Yo soy libre de ataduras, de dioses y religiones

         Sean libres como el viento; como yo… y mis canciones

         Nada de cielos o infiernos;  ni de culpas irredentas.

 

           

Ya no quiero ser esclavo, de esos dioses sanguinarios.

Ni de pecados ajenos, de orígenes humanos.

Nací libre de candados, invisibles pero vanos.

Que esclavizan a las masas, como a dóciles rebaños. 

 

Libertad, es mi divisa, de espíritu y  pensamientos.

De demonios tentadores, y de dioses decadentes.

No deseo salvaciones, sólo aspiro a ser decente.

Sólo espero que comprendas todo aquello que yo siento.

 


Terror en el Patio Trasero

(Area de Liquidación Controlada, para América)

(De "Himno Blasfemo")

 

 

 

Llegarán en bandas bravas, como estampida salvaje

Arrasando la esperanza, pisoteando nuestras flores.

Con su fanfarria siniestra y sus aceros traidores

Con sus banderas en ristre, y cerebros con blindajes.

Exigiendo su tributo, usurario en porcentajes

Llegarán según costumbre, con su aura de invasores.

Ejecutivos siniestros, faltos de ética y valores.

Con sus bancos en Off Shore, robándonos sin coraje.

 

.

Plantarán sus subsidiarias, como maleza sedienta

Sus empresas absorbentes, devorarán los sudores.

Calentando las cabezas de cipayos servidores

Cebándose en nuestras sangres, anémicas e irredentas.

Tan sólo por ser sureños, debemos pagar las cuentas

Tan injustas cuan infames, que dejaran los traidores

Con préstamos pro bolsillo, conque engordaran arcones

No dejando nada en caja, porque todo lo revientan.

 

 

Coro:

        ALCArajo con los pactos entre gallo y medianoche

        ALCArajo los subsidios que suicidan a naciones

        ALCArajo los tratados que traerán más divisiones

        ALCArajo las promesas de derroche y más derroche

        Al carajo con el ALCA! ¡Al carajo los fantoches!

        ¡Al carajo las mentiras que nos dicen los ladrones!

 

        ¡Al carajo con el ALCA!


Hermano Lucifer

(De "Himno Blasfemo")

 

 

Hoy me atrevo a convocarte, sin tener arte ni parte

En los destinos de esta necia humanidad.

Sólo quiero provocarte y hasta incluso desafiarte

Pues el camino es resbaloso para andar.

 

Hoy espero, de incitarte, a charlar de contraparte

Acerca de las locuras de esta imbecivilidad.

Mas no trates de acercarte, ni tampoco de escaparte

Pues que espero que me cuentes, aunque cruda, tu verdad.

 

        No te pido soluciones, a las guerras y tensiones

        Pues no creo que tú sepas de qué va la sociedad.

        Tampoco exijo razones, de que existan religiones

        Que nos vendan pasaporte de ultratumba  al más allá.

 

Te propongo rebelarte contra Venus, contra Marte

Contra dioses de escayola, de madera y mazapán.

Sólo quiero amotinarte, y de paso desvelarte

Por lograr en este mundo, algo de la puta paz.

 

Mas sé que no puedo amarte, sólo debo recordarte

Que tú no existes; y no eres más que un símbolo irreal.

Yo no creo en tu presencia, ni en el dios de tus creencias

Es más sano e inteligente, ignorar lo que no hay.

 

        No te pido soluciones, al hambre de las naciones

        Si no existes ¿Qué te puedo yo rogar?

        Tampoco creo en sermones, evangelios ni crespones

        Que prometen salvaciones a cambio de libertad.

 


Historias de cadáveres graciosos

(De "Himno Blasfemo")

 

 

 

Tantos muertos que caminan por las calles

Creyendo que están vivos y coleando.

Tantos zombies, que no están cayendo en cuenta

Que no es vida, la que los está alentando.

Son cadáveres andantes, de sus almas despojados

Prefiriendo la rutina, aunque ya se estén cansando.

 

Tantos muertos que pasean, cada día en mi vereda

Con sus planes, sus tristezas y miserias galopantes

Con periódicos en mano, portafolios y carpetas

Oficinas y talleres, son sus tumbas alienantes

Mas resisten a la idea de dejar un mundo infame

Y tornar a los osarios, de una vez, sin atenuantes.

 

      Queridos muertos, váyanse para la fosa

      Que la Parca los aguarda ya impaciente.

      Pues el alma en vosotros está ausente.

      Y “La Flaca” ya se siente vuestra esposa

 

Tantos cadáveres graciosos, cual finados, a la espera

Abordando en horas pico, autobuses desgarbados.

Apretados, como en bretes sin salida ni esperanza

No se dan cuenta que su tiempo se ha acabado

Pues han muerto hace ya tiempo, cuando mandaba un tirano.

Y desde entonces, sólo existen de prestado.

 

¡A sus fosas, de una vez y para siempre vayan todos!

Cuerpos sin almas, que mutilan la esperanza.

Pues no viven, sólo existen de algún modo

Cual fantasmas de carne, en sus andanzas

Sumergidos en inútiles rutinas, demográfico sobrante.

Son la nada que camina, cual vampiros en la danza.

    

      Queridos muertos, váyanse para la fosa

      Que la Parca los aguarda ya impaciente.

      Pues el alma en vosotros está ausente.

            Y “La Flaca” ya se siente vuestra esposa


Hoda a la Industria

(De "Himno Blasfemo")

 

 

Yo te saludo ¡Oh,  Madre Industria!

Motor del insaciable consumismo.

Mentora de salarios restringidos,

Y creadora de suelos devastados.

¡Loor a tus asquerosas chimeneas!

Que escriben la sentencia del planeta,

con tinta de humoniebla y lluvias ácidas.

Es forjar la destrucción, tu innoble meta.

Máquina infecta de musculaturas fláccidas.

Tú, que llenas de diversos disparates,

Escaparates de brillantes oropeles,

Atrapando  incautos en tus redes,

Prometiendo el paraíso del mañana.

¡Gloria a tí, y a tus metales de óxido y sulfuro!

Y a tus máquinas de vomitar parafernalia,

De superfluidades vacías, sin futuro;

Destinadas a mediocres cuerpos sin alma.

¡Aleluyah,  a tus impactos ambientales!

Y a tus capitanes de logias pervertidas.

A tus  doctos y lobunos inversores,

De sucio capital y similar tecnología.

¡Saludemos, de pie a tus accionistas:

Verdugos de la Tierra

Y la consciencia planetaria.

Fabricantes de veneno alimentario.

Y tóxicos artículos de abuso diario.

¡Vida eterna, a tus envases de plástico-basura!

¡Que contaminen por los siglos de  los siglos,

Con sus no-biodegradables efluvios degradantes!

¡Honremos con largueza a tus acólitos!

Que arrojan tus desechos en parques y caminos,

Alegres, cual cerdos malparidos.

¡Salve! ¡Oh, Madre Industria!

¡Que el Averno bendiga tu existencia!

Mientras  humildes artesanos, te maldicen.

Y Natura agoniza en tu pestífero regazo,

Sofocada por tóxicos detritus;

productos de dudosos "desarrollos".

Y falsos profetas de prensa fementida.

¡Salve! a tus vicios posmodernos,

Alienantes y alienados.

De nuestra porcina cultura suicida.

 

Juguemos a la guerra

                                                    (De "Himno Blasfemo")

 

¡Seguidme, mis valientes, cual dóciles soldados!

Juguemos a la guerra, brinquemos a la gloria.

Conquistemos un imperio imaginario.

En patios, parques y vallados.

Nuestras armas de plástico y madera.

Trazarán garabatos de la Historia.

Nuestro pendón de trapo, enarbolado.

Encabezará las hordas de este barrio.

De chiquillos bullangueros y lozanos.

Olvidemos, hoy por hoy, de números y letras.

¡Que la escuela no nos turbe esta patriada!

Juguemos, mientras dure todavía.

La efímera niñez, ¡oh! camaradas.

Juguemos, sin pensar en el futuro.

De guerras de verdad, sin mascaradas.

Donde quizá moriremos.

Sin derramar una lágrima.

O vertamos sangre hermana.

Con ira sacrosanta.

Bajo el mando de estultos oficiales.

Sacerdotes de Moloch o el fiero Marte.

Ignorando los motivos, por los cuales.

Nos haremos asesinos, autómatas letales

¡En nombre de dios, o de la patria!

Juguemos, sin pensar en el mañana

Corramos, por los parques y las plazas.

Emitiendo sonido de metralla, nuestras voces.

Imitando a la canalla, marcial y embanderada.

A las hordas homicidas que seremos.

Algún día, tras oír las clarinadas.

Que convoquen a hecatombe.

Por ineptos gobiernos programada.

Vistiendo el uniforme que transforma.

A un hombre bueno, en bestia sanguinaria.

Juguemos a la guerra, mientras dure...

La candorosa, pueril e inmaculada...

Infancia fugaz ¡oh! camaradas.

Ya tendremos ocasión, más adelante.

De jugar con armas bien cargadas.

De matar y morir sin preguntarnos.

Con la ciega obediencia del suicida.

¡A las órdenes superiores de la infamia!

 

Año 3000 D.C. (Después de la Crisis)

(De "Himno Blasfemo")

 

Cuando me informaron no lo pude creer

Pero insisten en que es verdad.

Lo dicen códices electrónicos,

en lenguaje betatrón de magnéticas neuronas:

Acerca de un gas llamado "aire",

De "agua", "selvas", "fauna" y otras leyendas.

De fantástico linaje y memoriosas amnesias.

De planetas degradados, por estériles y absurdos,

Donde seres semi-simios y hemi-obtusos,

Se movían impulsados por sus dos extremismos.

Que se "hablaban" con insultos guturales y gestículos.

De superados primates de onánico organismo.

Apenas ha  mil años, nos relata WC-KK5,

Sus bio-ilógicas fábulas de seres muy diversos;

De pretéritas e ignotas primaveras;

De equinoccios desflorados y fronteras prostituidas;

Por suerte, hoy por hoy, sintéticos, existimos

En plásticos cubículos de verano ultravioleta,

Enquistados en poliedros de poliéster.

A salvo de venganzas de extintas provi-demencias.

Carecemos de problemas de la carne, sangre y lágrimas,

Y de pulmones, infectos de humoniebla .

Somos hijos de la ciencia; bastardos de la Técnica.

Cibernéticos abortos de mecánica materia,

Sin atisbos de conciencias sensibleras.

Carentes de sentimientos, alegrías  y alergias trans-versales,

A salvo de apocalípticos profetas y de prensas.

Somos apenas digitales y anal-lógicas esferas ciborgianas

Engendradas por eléctricas matrices

Meretrices, de robóticos orgasmos programados,

Paridos en matraces de probetas y circuitos.

Pero, es cierto que a veces, ciertas células traicionan

Nuestro gris presente sin lirismos.

Nos asaltan nostalgias irredentas de azules y de verdes,

De nuestra vieja y extirpada madre extinta.

Sentimos cada tanto nebulosas añoranzas de la Tierra

¡Prometida, cumplida y traicionada!


Tiempos modernos

(De "Himno Blasfemo")

.

 

 

En mi platillo hay más moscas que sopa...

Hacia adelante, hay más piedras que caminos

Hay señales de ruta, en  desatinos

Y hay más pelos que leche en mi copa.

Yo llevo encima, más cuero que ropa

Y cicatrices que nunca se cierran...

Recuerdos olvidados, que siempre se emperran,

En recordarme que he nacido en pelotas.

 

            Fatalidad, válgame dios ¡Oh, qué esperpento dispersivo!

            Creando la miseria con políticas erradas

            Rezando mil blasfemias a la Madre Inmaculada.

            Darwin nos empuja a suicidios colectivos.

 

Pero ¡por Cristo! ¡qué bajo hemos caído!

Bajo las garras de un Fondo sin fondo

La marabunta desangra a Macondo

No perdonando ni bananas al tío.

Perdona, que te cante mi trémulo hastío

Pero es que veo cinco patas al gato

Teniendo por ahora tantas bodas sin patos

Deseo despertarte la mente y los bríos.

 

            Fatalidad ¡válgame dios! ¡oh, qué esperpento dispersivo!             Democracia encadenada que elige a sus verdugos.

            Los tiburones de la guita, negociando con besugos

            Acosados por  maníacos depresivos.     

           

            Fatalidad, válgame dios ¡oh, qué esperpento dispersivo!                   Quitándonos el sueño con políticas erradas

            Rezando mil blasfemias a la Madre Inmaculada.

            Darwin nos empuja a suicidios colectivos.       


 

Autor Retracto

(de un político muy conocido)

(De "Himno Blasfemo")

 

 

 

Soy un sujeto del montón, sin un ideal ni profesión

Y sin escrúpulos molestos

Entre atorrantes soy campeón, me gusta hablar sin ton ni son

Como un político perfecto

Soy muy adicto a lo ilegal, detesto mucho lo formal

Y no me gustan luces rojas

Que me frenen la moral y que me obliguen a parar

Para no hacerme pelota.

 

        No me asustan las murallas, ni barreras.  Soy canalla

        Y rufián por vocación.

        No me hablen de trabajo, como dicen los de abajo

        Y los grasas del montón.

        Soy auténtico ¡por Cristo! ¡que viva la corrupción!

 

No soy nada intelectual, ni me asusta la moral.

Amo tanto al buen dinero.

Sólo juego a ganador; pues soy muy mal perdedor

Apostando al usurero.

Tengo gorilas a montón. No hay nada como un buen matón

Para asustar al oprimido.

Soy abogado del malón.  También soy legislador

Para exprimir al exprimido.

 

        No me asustan las murallas, ni barreras. Soy canalla

        Y rufian por vocación.

        No me hablen de trabajo, como dicen los de abajo

        Y los grasas del montón.

        ¡Y que viva muchos años nuestra santa corrupción!

        ¡Y que viva muchos años nuestra santa corrupción!


Hartazgo

 

 

 

¡Loor  al Gran Esquema,  petrificado por los siglos!

¡Aleluya!  ¡Oh! Gran Becerro de Oro, entronizado

Vestales de los Magnos Hechiceros ¡Inclináos!

Que fluyan los efluvios petrolíficos retintos.

Alimentad a voraces guardianes del instinto.

Y a mendaces reptiles, hedonautas, magistrados.

Sacerdotes del Gran Sello, platelmintos

que parasitan el vientre de la patria, bien cebados

¡Aleluya!  ¡Oh, cleptócratas blanqueados!

Engendros abisales, mal retinto

Archiduques del gran estercolero del Estado

¡Honor en vuestro reino ensangrentado!

Espíritus cloacales  ¡Vivad  las lupercales

Habéis derrotado a la Virtud, cual criminales

A Ethós desterrado a distancias siderales

¡Salud!  chacales putrefactos y corruptos

¡Loor en los banquetes bacanales!

En saraos oficiales, ¡Magnificat!

¡Oh!  entes infernales, turíbulos.

Ajustáos los sayales de carne de patíbulo

y salid de la historia universal.

¡Ingresar debéis,  al muladar

de la infamia general!

Que hay lugar para vosotros

sin dudar.

¡Oíd, mortales!


Autopsia de un siglo que agoniza

 

Contemplo el desplome de la última centuria.

De un milenio bárbaro y sublime que agoniza.
Pletórico de avances y progresos.

En el modo de matar cientos por tiro.

Y ¿por qué no? de curar a uno, entre miles.

De mercar con carne de inocentes.

De indulgencias a culpables contumaces.

A la medida de sus viles  latrimonios.

Carencias pletóricas posee.

De lo ético, decente o comedido.

Pero blande y ostenta la astucia del demonio.

 

Turbulencia social incontenible,

Que alientan insanos consumismos,

Donde rebaños de idiotas digeribles,

Pasean sus consciencias prostituidas

Por oscuros pasadizos hedonistas.

Mientras, logias ocultas planifican

Una próxima guerra de exterminio

 

En estadios, vivando a gladiadores

Miles de imbéciles olvidan sus destinos.

Y predican excelsos charlatanes

De escatológico cielo,  y lo divino,

Mientras mercan en los templos,

Y arman  asesinos.

 

Se agitan a los vientos las banderas de la usura,

En omnipotentados entes mundiales;

Sometiendo a pueblos y culturas

A las leyes de  mercados y  capitales.

Secuestrando dignidades y soltando la locura

Por las calles de urbes y poblados

Colmadas de programados asesinos demenciales

Este es el siglo que agoniza en podredumbre,

De un milenio doloroso, incognoscible,

alejado de esperanzas y utopías.

Todavía  falta aún, la prueba más terrible.

El cáliz más amargo, inconcebible:
¡Que nos maten la poesía!

 


Al Canto Popular y sus

guitarras combatientes

 

 

Cual la Luz desollando a las tinieblas, brotan cantos.

De esperanza palpitante,  enriquecidos.

Que a la ténebre horda del tirano.

Ahuyenta el sueño, antes de haber amanecido.

Ministreles de los sueños redivivos.

Todos a una, corazones en las manos.

Con sus voces, develan los Arcanos.

Y memorias de futuros no nacidos.

 

El déspota impotente, ante el  sonido.

Se revuelve en su pocilga de marrano.

Su caterva de chacales provincianos.

Oye los cantos precursores del destino.

Sin poder impedir, con desatinos.

La Voz del pueblo, alzándose del llano.

 

El canto popular cobija el grito.

Del humilde labrador en el tormento.

Esconde en su seno los lamentos.

De las madres que lloran a sus hijos.

El canto popular es el prodigio.

Que a la gleba subleva en sus acentos.

Versifica el poder del descontento.

Y endulza el dolor del sacrificio.

 

Las guitarras, altaneras y  dolientes.

Cual banderas agitadas por alisios

Se emparejan con los ponchos en fornicio.

Amorosas, cual ninfas en la fuente.

Vibrante su rasgar grandilocuente.

En sus homéricos actos de servicio.

Y en batallas desiguales y candentes.

Animan a ardorosos combatientes.

A lanzarse ciegamente al sacrificio.


El juglar callejero

(De "Himno Blasfemo")

 

 

Mi alma es guitarra de madera trashumante.

Cuerda tensada en vibrante diapasón.

Se baña de lunas y nada en las estrellas.

Ajena a cuanto sea lisonja... o sumisión.

Mi alma tañe ritmos de atabales memoriosos

De pretéritos chamanes de tiempos insondables.

Mi alma se nutre del asfalto y arrabales.

De la Noche, del sol negro, de las calles rumorosas.

Silenciosas de miedos confesables.

Mi alma es madera de laúdes y juglares.

Es clavija tensora,  temperante y temeraria

Depositaria  de recónditos recuerdos,

E  invictas soledades.

Mi alma aúlla en las noches cual lobo desafiante,

Bajo cascadas de luces y oropeles  sollozantes.

Mi alma bebe a sorbos de la vida.

En lumínicas pajillas de neón.

De las noches con su cóctel de niebla, pesadillas y amor.

Mi alma se nutre de sonidos, humo y lágrimas.

Vomitando cada tanto una canción.

No tonadas lisonjeras ¡No señor!

Ni endechas, despechadas de pasión,

sino cantos altaneros, libertarios,

¡Que nos truequen las tinieblas por un Sol!


                                    La otra historia

 

Con la angustia hasta los bordes del cáliz irredento...

contemplo el devenir de la otra   historia.

No la que escriben quienes vencen o dominan.

Sino aquélla, la que gritan los parias de la gleba.

No la brotada de plumas delirantes.

de escribas meretrizados que burlan a las ciencias.

Exaltando a los infames  por ganar su  simpatías.

Es la otra historia que tú y yo, vivimos día a día.

con sangre, sudor, lágrimas y  vergonzante adrenalina.

La que escriben los que sufren y callan por desidia.

Resignados a miseria, sometidos a sevicia.

Ese eterno devenir martirizado.

Por decisiones de algún ente irresponsable.

Esa historia, es la que vivo, y vivisecto en cada letra.

De periódicos con páginas en blanco

Que desinforman en los más cultos  idiomas.

Con insípidas noticias sobre el sexo de los ángeles;

O encíclicas de satánicas sotanas;

De montes de Venus escalados en la cama.

Tampoco es, nuestra historia, la que estalla en las batallas.

Que desatan  los pétreos petroleros ¿"liberales"?

De instinto cavernario, a sus tísicos ¿rivales?

La que transmiten mendaces noticieros.

A mentes maniatadas  de almas sepulcrales.

La que calla lo importante y seduce a los ingenuos.

Con versículos de biblias infernales.

¡No, hermano! Nuestra es la otra   historia

La que todos escribimos,  rutinaria de la noria.

Sin héroes acartonados ni procéricos canallas.

Sin ministrolos de opereta y conventillo.

Ni empresarios del hambre proletaria.

O putas de modales  refinanciados.

Nuestra historia, es la escrita allá en los surcos.

De la tierra...  o de la piel curtida en soles.

La que sangra en silencio y gritan los que callan.

Y transmiten, boca en boca, arañando por los aires.

Es la que inunda las calles, desafiando a los fusiles

Hirviendo en nuestras venas exaltadas y exultantes

La que escribe nuestra gente, el puño en alto

Con machetes, pies descalzos y pancartas

Con las madres harapientas en la marcha

Y sus tetas, que amamantan la esperanza


 

Soñemos juntos
(de "Trova Salvaje")

       

 

Te propongo unir nuestros corazones

En un solo haz de ilusión y fe.

Y soñemos juntos una patria nueva

Donde nunca impere la mentira cruel.

 

Donde el mal no imponga sus turbias razones

Ni torvos sicarios de aleve puñal

Destrocen cobardes nuestras ilusiones

Con sus amenazas a la libertad.

               

        Soñemos muy juntos un cielo infinito.

        Sin nubes que abrumen su ínclita paz.

        Imagina hermano, un país fraterno.

        Que sueñe cantando,  con la Libertad.

 

                        2.               

Soñemos unidos una patria libre

De  férreas cadenas de algún vil metal.

Soñemos despiertos con fe en el mañana.

La nación fraterna de justicia y paz.

               

Soñemos unidos una patria nueva.

Sin miedos ni fobias a la oscuridad.

Donde el pensamiento se exprese inviolado.

Donde un pueblo culto, honre a la Verdad.

               

        Unidos vibremos en sueño armonioso

        De una patria grande forjada en verdad.

        Donde las virtudes sean valoradas

        Y justipreciada sea la dignidad

 

        Soñemos muy juntos un cielo infinito.

        Sin nubes que abrumen su ínclita paz.

        Imagina hermano, un país fraterno.

        Que sueñe cantando,  con la Libertad.


Guitarra triste
 (de "Trova Salvaje")

       

 

 

Mi guitarra, en las noches de luna llena

Se siente triste, como mi alma

Sin saber por qué

Sus cuerdas vibran

Al conjuro de mis tristezas

Tan insondables cual los abismos

Del ancho mar

 

Guitarra triste, fiel amiga de mi penar

Con el embrujo de tus bordonas

Mis largas noches hago pasar

No tengo amores, siempre estoy solo               

Para pensar.

Mas... mi guitarra no me abandona

Canta conmigo por no llorar.

 

 


Despertando

(de "Trova Salvaje")

       

 

 

 

Voy a esperar un día nuevo y luminoso.

Que no tardará en llegar aquí.

Apagándonos la oscura noche

Que aún está reinando por aquí...  por aquí...

 

Mentes ciegas que rechazan

toda luz y claridad,

debatiéndose en el cieno

de su gris mediocridad.

 

¡Su razón es la fuerza suprema, y nada más...!

¡Y nada más! ¡Y nada más!

Pretendiendo eternizarse en

los silencios de allá abajo,

donde pocos aún se atreven

a erguir su frente y brazos.

 

A pesar de las mentiras

de las almas prostitutas;

A pesar de los pesares de toda la fuerza bruta.

Nuestro sol no se detiene y

hacia aquí se está acercando.

¡Despierten! si están dormidos,

que yo espero despertando

que yo espero… que yo espero

despertando

despertando

despertando


 

 

Solitude ( Qvo vadis?)

(de "Trova Salvaje")

       

 

 

Ella tenía su sonrisa

Colgada de una lágrima

Vistiendo de colores

Su frágil soledad.

Escucha hermana...¿dónde vas?

Escucha hermana...¿donde vas?

 

Masticaba sus angustias

Con sus palabras pálidas

Disfrazando su mirada

Gastada de esperar

Escucha hermana ...¿dónde vas?

Escucha hermana...¿dónde vas

 

Borrones de esperanzas

Entre sus viejas páginas

Desteñidas de nostalgia

Oliendo a humedad

Escucha hermana...¿dónde vas?

Escucha hermana...¿Dónde vas?

 

Contrariaba a los relojes

Cantando viejas fábulas

Bebiendo verdes vientos

Dentro de su intimidad

Escucha hermana...¿dónde vas?

Escucha hermana...¿dónde vas?

¿Dónde vas?

...dónde vas?


Me llaman el rebelde

(De "Himno Blasfemo")

 

 

 

 

A mi me llaman "el rebelde"

Porque uso el pelo largo, y soy así

Como un ave solitaria

Siempre al hombro una guitarra

Porque soy "inadaptado"

Según dicen por ahí

A mi, me llaman "el rebelde"

Porque dicen que es "protesta" mi canción

Porque digo lo que siento

Y grito a los cuatro vientos

Verdades que a muchos duelen

Y a "eso" llaman rebelión.

 

A mi me llaman "el rebelde"

Porque digo ciertas cosas

Que otros prefieren callar

Sociedad "civilizada"

Es mentira organizada

Es altar de hipocresía

Al culto de la maldad.

A mi, me llaman "el rebelde"

Porque nunca tuve amos

Y es mi dios, la Libertad

Porque no inclino la frente

A ricos ni prepotentes

Tan sólo será la muerte

quien me pueda doblegar.

 


¡Yo no me arrastro, puedo volar!

(de "Trova Salvaje")

       

 

 

 

Voy caminando en la madrugada, por esas calles de la ciudad.

Me encuentro solo, estoy reventado. No tengo un mango para morfar.

Melena al viento, guitarra al hombro; bolsillos llenos de libertad.

Busco un amigo que tenga onda, y me haga pata para volar.

 

No tengo nada pero soy libre. Me siento dueño de la ciudad.

Mi facha rara provoca insultos, cuando la gente me ve pasar.

No ven sus vicios ni sus miserias. Sólo repara en los demás.

Yo estoy muy alto ¡Pobres gusanos! ¡Yo no me arrastro, puedo volar!

 

 

¡Oh! Gentes nada que ver... sigan arrastrándose.

Lenguas largas, cabellos cortos. Moral en venta o en alquiler.

¡Oh! Gentes nada que ver. Sigan arrastrándose.

Limpios por fuera, sucios por dentro. Es de rameras su proceder.

 

En vuestro mundo, todo se vende: amor, amigos y dignidad.

Judas modernos, del oro esclavos. A mi jamás me podrán comprar.

¡Y se proclaman “hijos de Cristo”! ¡Habráse visto desfachatez!

Por cinco reales matan a un hombre; venden la madre; compran la ley.

 

¡Oh! Gentes nada que ver... sigan arrastrándose.

Lenguas largas, cabellos cortos. Moral en venta o en alquiler.

¡Oh! Gentes nada que ver. Sigan arrastrándose.

Limpios por fuera, sucios por dentro. Es de rameras su proceder.

¿Qué le pasará a mi gente?

(de "Trova Salvaje")

       

¿Qué le pasará a mi gente,

Que la noto diferente

Sacudiéndose el sopor?

Hoy la siento más consciente,

Como mirando de frente

Sin asomos de temor

¿Qué le pasará a mi gente?

 

¿Qué le pasará a mi gente,

Que alza el puño de repente

Desafiándole al dolor?

Hoy la veo más cambiada

No soporta las tragadas

Ni la cara del traidor

¿Qué le pasará a mi gente?

 

¿ Qué le pasará a mi gente,

Que se inquieta fácilmente

Ante el ajeno dolor?

Y se muestra solidaria

Con la masa proletaria

Sin importarle el color.

¿ Qué le pasará a mi gente?

 

¿Qué le pasará a mi gente

Que —hoy por hoy— últimamente

Reza al Cristo del Amor?

Redescubre la decencia

Luego de la decadencia

Del sentido del honor.

¿ Qué le pasará a mi gente?

 

¿ Qué le pasará a mi gente?

Yergue de nuevo su frente

Tras larga genuflexión.

Ya no cree en las mentiras

De patrióticos mesías

Y otros héroes de cartón

¿ Qué le pasará a mi gente?

¿ Qué le pasará a mi gente?

Que de pronto despertó.

 

 

 

Libertad
(de "Trova Salvaje")

       

 

  I

Estoy ausente de todo

Respirando soledad

Presintiendo tu presencia

Pero tú, no estas.

 

Los árboles del sendero

Esperan verte pasar

Pregunto por tí a los vientos

Pero tú, no estas .

 

 

Voy contando los instantes

Que me separan de tí

Contemplando el horizonte

Se desliza mi existir

Me siento lleno de nada

Porque tú no estás aquí.

No estás aquí.

No estás aquí.

 

 

De la aurora hasta el ocaso

Contemplo al tiempo vagar

Tu risa vibra en mi mente

Pero tu, no estás.

 

Espacio, tiempo, distancia

Instante de eternidad

La noche grita tu nombre

Pero tu, no estás

Pero tú no estás.

 

 


La balada de Johnny Mc Gun

(de "Trova Salvaje")

       

 

 

Galopando en su caballo, John corría hacia el pueblo

De pronto unos disparos distrajeron su atención

Era un vulgar asalto

Y sin ningún sobresalto

A todos los bandidos, los dejó de cara al sol.

 

Prosiguiendo su galope, hasta el pueblo se arrimó

Al entrar a la cantina, desafiaron su valor

Desenfunda como un rayo

Con diez certeros disparos

Veinticuatro pistoleros derribó

 

Pidió pólvora con wiskey para su sed apagar

"—Con tres galones me bastan..."

Dijo con tranquilidad

Uno trató de emboscarle

Pero él sin apuntarle

De un balazo lo envió a la eternidad.

 

De pronto, llegan diez peones de otro rancho rival

Hubo muchos puñetazos

Se vino abajo el local

Todos quedaron tendidos

Maltrechos y doloridos

A él, no lo pudieron despeinar.

 

En eso, asaltan el banco unos siete forajidos

Empuñando sus pistolas

John corrió hacia el callejón

Desde ahí, no sé más nada

Mi mamá muy fastidiada

De repente apagó el televisor.


Les propongo

(de "Trova Salvaje")

       

 

Les propongo un juego muy interesante,

Consistente en un debate intelectual.

Sobre esa amnesia, senil y galopante,

De un pueblo mudo que persiste en olvidar

Su pasado más reciente y discordante

En que olvidara la palabra  libertad .

 

Desmemorias, veleidades e inconstancias

De quienes buscan otro amo a quien servir.

Nos mantienen en su malsana ignorancia

Mientras avanza un perjurásico reptil

Acortando hacia el mando, las distancias

Esos enanos fascistas del redil.

 

Yo les propongo disentir, yo les propongo discernir

 Y alzar el puño a quien nos roba el porvenir.

Yo les propongo no olvidar , no recular ni consentir

Alzar la voz contra el que no deja dormir.

Yo les propongo intransigir con quien nos quiere dividir

Y así volver a tener fe para vivir.

 

Les propongo un juego muy interesante

Que consiste en recordar lo que paso

Y hacer justicia a quien pretende impunizarse

Tras un burdo disfraz de gran señor

No debemos olvidarnos ni un instante

De aquellos que acallaran nuestra voz.

 

Les propongo no volver a ser esclavos

De ignorantes con poder de decisión

Que a cambio de adhesiones dan conchabos,

Convirtiendo a nuestro hermano en un traidor.

Les propongo decir  ¡NO¡ al desmemoriado

Si al futuro proyectamos nuestra acción.


Tektrus  (Entes)

(de "Trova Salvaje")

       

 

Ubicuos, obsecuentes; obsequiosos y obedientes

Observando, obsesivos, ciegamente.

¡Fuerte es su debilidad¡ ¡Ay!

¡Que pálida esa gente!.

 

Especulan peculados, con pecunias del estado

Esperando excesivos excedentes.

Desparejan la equidad ¡Ay!

¡Que grandes son sus dientes!

 

Estúpido estofado, estallante de estafados

Estulticia destapada y estridente.

Ya no sé más que pensar ¡Ay!

¡Silencios deprimentes!

 

Cachazudos con cachadas. Cachiporras, cachetadas

Las pelotas nos revientan inclementes

No hay quien los pueda aguantar ¡Ay!

¡Quién fuera resistente!

 

Astringentes, restrictivos, replegándose en sí mismos

Reprendiendo, reprimiendo impenitentes.

Restringiendo sin cesar ¡Ay!

¡Qué bichos repelentes!

 

Se despiden despistados, despelotan descuadrados

Los disparos los sacuden de repente

En la Noche de San Blas ¡Ay!

¡Huyeron por la tangente!

Entes…

        Entes…

                Entes.


 

Volverá a brillar el Sol

                (De "Himno Blasfemo")

 

 

 

Un día no lejano, morirá la oscuridad

Brillará de nuevo el sol, volverá la libertad

Las praderas volverán a florecer, los cañones callarán

Y renacerá la paz.

 

 

Tendremos un mundo nuevo de justicia, paz y amor

Los hombres amarán, volverá a brillar el sol.

Quizás un día terminen, tanto odio y destrucción

Y seamos todos hermanos, sin banderas ni color.

 

 

Algún día comprenderemos las delicias del amor

Sin egoísmos ni intereses, obstruyendo la razón.

Quizá el ser humano entienda que no precisa de un dios

Para amar a sus hermanos con la calidez del Sol.

 

 

Ya no habrá más oprimidos, guerras, hambre ni temor

Viviremos en consciencia de paz, verdad y amor

Los espíritus nuevamente nacerán

A la luz de un nuevo día que se anuncia desde ya

 


¡A renegociar!

               (de "Trova Salvaje")

       

 

Dilaciones, escapadas, digestión de las “peladas”

Del equipo nacional

Concesiones desfasadas, de justicia descuidadas

De una “transa” desigual.

En Tratado retratados los hipócritas verseados

Con careta de amistad.

Tres idiotas diplomados nuestros vatios regalaron

A un loro maracaná..

 

       

¡A renegociar, lo’ mitã! ¡A renegociar!

        Exigiendo lo que es justo, aunque no le demos gusto

        A Furnas y Eletrobrás.

        ¡A renegociar, lo’ mitã! ¡A renegociar!

        Y cobremos nuestras cuentas, al cantar de las cuarenta

A los muchachos rapais.

 

Los royalties que no llegan, los hipócritas que niegan

Toda posibilidad.

De revisar un tratado, que nos tiene acogotados

Y endeudados por demás.

¿Quién hubiera imaginado que por dólares marcados

Nos vendieran sin chistar?

Nuestros malnegociadores, que entregaron sin rubores,

La riqueza nacional.

       

¡A renegociar, lo’ mitã! ¡A renegociar!

        Con espíritu sincero, a cada cual su dinero

y las deudas que pagar.

        ¡A renegociar, lo’ mitã! ¡A renegociar!

Si nos dan gato por liebre, que se quiebre quien se quiebre

Lo vamos a cuestionar.

 

 


Soy del País de las Maravillas

(De "Himno Blasfemo")

 

Nací entre cardos y malezas; alegrías y tristezas

vanidad y represión.

Y hoy sigue siendo lo mismo; este país del pesimismo.

Pero sigue la función.

Apostando al extremismo; la violencia y el cinismo.

Contra toda solución.

El malandra y el malevo; tienen bien puestos los fueros.

En su impune condición.

 

Nací entre trancos y barrancos; entre tuertos

y entre mancos.

Con perdón de la expresión.

Este país de maravillas; donde es libre la canilla

Para el buen y el mal ladrón.

Es la cuna de mis huesos; donde todo tiene precio.

Y hay jueces de ocasión.

No precisa aquí el pirata; de palo tener la pata.

Para abordar un galeón.

 

        Aquí manda el tuerto rey

        Del villano, ésta es la villa

        La cizaña es la semilla

        El bandido, hace la Ley.

        Olvidando su deber

        Los demás, calientan sillas

Son los jefes de gavillas

        Seiscientos sesenta y seis.

       

 

Nací en este cambalache; entre clavos y remaches.

Entre espinas y algodón.

Entre tantos cachivaches; errar se escribe con hache

En la lengua del malón.

Con cuidado no te empaches; Y que alguno no te escrache.

El fruto de tu labor.

Las calles son puro baches y el amor vulgar enganche.

Sin alivio ni pasión.

 

       

 

       

 

 

 

Colas-Lolas

(De "Himno Blasfemo")

       

 

 

        El verano ya calienta, nos vamos a castigar

        En la villa veraniega, lejos de lo popular

        La pavada se vislumbra en su máxima expresión

        Con tantas colitas frescas,  se recalienta hasta el sol.

        Colas-Lolas.  

                        Esta es tu oportunidad

        Colas-Lolas. 

                        ¡Viva la mediocridad!

        Colas-Lolas

                        No te eches para atrás

        Colas-Lolas

                        La movida va a empezar.

 

 

Es San Ber para la joda del verano nacional

Capital de la movida y toda la ociosidad

La moda que no incomoda incluye lo cultural

Bronceáte con cuidado; no te vayas a quemar. 

 

(Coro)        Colas-Lolas.  

                                Procurá y hacete ver

(Coro)        Colas-Lolas. 

                                No te olvides del papel

(Coro)        Colas-Lolas

                                Hay tragos  con coca express

(Coro)        Colas-Lolas

                                ¡Cuidate del “alco-test”!

 

 

Zampate todo el verano en movidas “de nivel”.

Pues aún con coliformes, el lago da pa´joder.

Para hacer de figuretti,  o top-model   muy “fashion”

O pa’ estar en el ruido, Sanber es de lo mejor.

 

 

 

 


Ante el cadáver de un siglo

                 (De "Himno Blasfemo")

 

 

No basta decir verdades

ni negar a la mentira.

No han de callarnos con gritos

Ni asustarnos las intrigas.

Pero este siglo que ha muerto

Se niega a ser enterrado.

Antes que le hagan la autopsia.

No se ha de dar por finado.

 

Y por eso les decimos

Fírmenle la defunción.

A ver si en una de ésas

Resucita el muy cabrón.

Después de tantos desastres

Guerras, hambre e iniquidades

Queremos darlo por muerto

Y cambiar las realidades.

 

Siglo veinte ¡vade retro!

Retírate de una vez.

Déjanos ganar el cambio

Y olvidar la estupidez

No queremos más mentiras

Guerras, miedo y sinvergüenzas.

Queremos paz y justicia

Y el retorno a la decencia.

 

Siglo veinte, ya estás muerto

Te  debemos sepultura

Devuélvenos la cordura

Y piérdete en el desierto

Por tí, velamos despiertos

En tus cámaras oscuras

Devuélvenos la cordura

Y quédate con el vuelto.


 

¡Hey, Jesucristo

         (De "Himno Blasfemo")

 

 

  Hace más de dos mil años, que pasaste por aquí.

Has dejado un gran mensaje… para el que lo quiera oír.

Elogiaste la pobreza, la paz, la libertad.

La Justicia para todos, el amor y la igualdad.

¡Pero todo sigue igual! ¡Hey. Jesucristo!

 

Consolaste a los que sufren. Tu estandarte fue el Amor.

Condenaste a la violencia. Tu mensaje fue el perdón.

Por tu ideal te denigraron, declarándote “traidor”.

Fuiste manso hasta la muerte, que al Hombre redimió.

Pero todo sigue igual ¡Hey, Jesucristo!

 

Aún existen fariseos, podredumbre y corrupción.

Hoy te rezan… y mañana quizá maten a traición.

Nuestro mundo tiene hambre, de justicia, fe y amor.

Lleno está de mercaderes, el templo del Señor.

¡Vuelve, por favor! ¡Hey, Jesucristo!

 

Por favor, debes volver a la tierra nuevamente.

Pues, todo lo que has sembrado, marchitó el tiempo y la gente.

Nuestro mundo se ha entregado a los amos de la muerte.

El rico tiene a los pobres, siempre agachando la frente.

¡Vuelve, por favor! ¡Hey, Jesucristo!

 

Desde ahora te esperamos, si decides regresar.

Trae tu látigo al Templo, pues hay muchos que expulsar.

Somos pocos, pero estamos, contigo para luchar.

Somos pobres pescadores, pero tú nos has de guiar

¡Vuelve, por favor! ¡Hey, Jesucristo!

                                ¡Hey, Jesucristo!

                                        ¡Hey, Jesucristo!

 

 


El águila y el Cóndor

         (De "Himno Blasfemo")

 

 

 

El Aguila bajó un día, del hemisferio boreal.

Y clavó sus crueles garras, al pie de la Cruz Austral.

Gimieron los ríos, los valles, los cerros.

Los bosques lloraron, sangraron, murieron.

Y la oscuridad, cerró la puerta al Tiempo,

Hasta que el Cóndor se irguió.

 

El Señor de los Andes, lanzó su grito a los cielos:

“Morir por la libertad, antes que agachar los fueros”.

 

El Aguila sorprendida, acepta el reto y echa a volar

Su sangre, le pedía sangre

Pues era Aguila Real.

Los cielos se estremecieron

 ante la furia de aquel combate

Y al fin, huye derrotada el Aguila real.

 

El Cóndor lanzó su grito

Hacia la eternidad.

Sonríe la Pachamama, bajo la Cruz Austral.

El Cóndor lanzó su grito,

Hacia la eternidad

Hacia la eternidad

Hacia la eternidad

¡Asia!

 

       


Soy jinete de los vientos

        De "Himno Blasfemo")

 

 

Soy jinete del Lucero; con mi caballo de acero,

Sin oriente, ni exclusión.

Voy en pos de algún sendero escabroso y altanero

donde aguarda una canción

Mi guitarra me acompaña; como quijotesca lanza

Siempre dispuesta a la acción.

Las batallas de la vida; si bien dejaron heridas

No las siente el corazón.

 

        Aguárdenme en algún recodo mis amigos

        Sean testigos de otra reconciliación.

        Si me detengo en las orillas de algún río

        Para abrevar aquella sed de la pasión.

        De las frutas sazonadas del estío.

        He de escoger a la que calme al corazón.

       

Soy un ser libre y orgulloso; pero no soy vanidoso

De oropeles y de glorias de cartón.

No me atrae lo engañoso; de ese mundo presuroso.

Donde reina la ambición.

Mis amigos son sinceros; y rechazan los flirteos

Del mercado del honor.

Soy anarca y libertario; no me atraen los denarios

Con que compran la traición.

 

        Aguárdenme en algún recodo mis amigos

        Sean testigos de otra reconciliación.

        Si me detengo en las orillas de algún río

        Para abrevar aquella sed de la pasión. (Bis)

 


A una multitud desorientada

 

Los contemplo indiferente desde lo alto de mi alcor.

Sin sentir más que desprecio por tanta  vil necedad.

Dopados por la ignorancia,  nadando en necesidad.

Mientras, crudos  empresarios los succionan sin pudor.

 

Los contemplo mientras corren a embriagar su decepción.

Y luego gritar veneno ahogando su  soledad.

Los veo danzar solemnes su propia bestialidad.

Mientras, sus amos les brindan  salarios de inanición.

 

Los siento en las graderías vociferar con pasión.

al paladín favorito,  que apenas podrá empatar.

Patética horda esclava de vacua  banalidad.

Enemiga de las letras; numeral por ocasión.

 

Desechan con gran soberbia  toda histórica lección.

La ética no comprenden, les repele la virtud.

De la jauría el ejemplo, asumen con acritud.

Fuerza bruta de estadística: músculos  de  sumisión.

 

Es la multitud informe, uniforme en posición.

Sólo sigue los dictados de una orden "superior".

No tiene consciencia propia, la muchedumbre,  señor.

Menester tienen  de amos,  de patrones,  de espadón.

 

No desdeñan al tirano. Le ofrendan veneración

Se rascan los gorros frigios, desdeñan la libertad

Le huyen a las ideas , les asusta la Verdad.

Son memoria del olvido;  mera carne de cañón.

 

Patota; horda; jauría;  número ciego; montón.

Carne carente de espíritu, lacayos de algún traidor.

Es la multitud sin brújula, sin guía, sin un  fervor.

La que habita este trozo de planeta: la nación.

 

Cráneos  son  sin neuronas, desprovistos de función.

Sujetos van por antenas al sistema "protector".

Fuerza muscular barata,  para el sistema opresor.

¡Hasta ignoran su ignorancia! ¡Que viva siempre el patrón!

 

Los contemplo,  receloso, con la mirada de halcón.

razono,  pienso,  luego existo,  y   retomo  mi labor.

Mientras  crezca su necedad, incultura y  desamor.

Seguirán las muchedumbres,  esclavas de la opresión.

 

¿Será tan difícil guiarlos a la luz de la razón?

¿O es preferible dejarlos librados a esclavitud?

Mejor educo a mis hijos con ejemplos de virtud.

para librarlos del yugo de la vil  degradación.


Hermano de la tierra

 

Te comprendo, hermano de la tierra.

Y comparto tu aflicción escarnecida.

Y tus afanes de brindar a tu familia.

Algo más que pan, letra y sudor.

Comprendo, más que muchos.

El martirio sigiloso que padeces.

De los vermes que succionan tus entrañas.

Y parásitos que muerden tus sudores.

Es duro "vivir entre algodones".

Y batallar con políticas patrañas.

Malvendiendo los frutos de tu esfuerzo.

Mientras extraños lucran con tu hazaña.

Marginado por leyes insensibles.

Usurpada tu heredad por capitales.

Protervos mandamases, criminales

Que te empujan de lo ideal a lo imposible.

Te comprendo, más que muchos.

Hermano irredento y redimible.

Hartado de promesas y falaces compromisos.

De discursos demenciales e insufribles.

Prometiendo paraísos imposibles.

O  comprarte el algodón a precios justos.

Comprendo tu amargura amedrentada.

Hermano de la tierra, de las manos agrietadas.

Comprendo el hambre de tus hijos que alimenta.

La cruel voracidad de los patrones.

Y las urnas de bastardas elecciones.

Y carnavales de democráticos disfraces.

Comprendo tus angustias y tus tristes desazones

Y te ofrezco apenas hermano, mis brazos fraternales.

Que otra cosa no poseo. Comparto los mismos males.

Que oprimen a los tuyos, a la patria entera toda.

Hasta que quizá algún día, despertemos.

De este mal sueño y arrojemos todos juntos.

A los sátrapas impuros de finanzas infernales.

 

Chester Swann
de "Himno Blasfemo"

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