Carta ciudadana desde el Paraguay (174)

Una encuestrucha teledirigida… y teledigerida 
No sabe/No contesta: Chester Swann

Luque, 16 de junio de 2009

Cuando se pretende dirigir “tendencias” en una dirección unívoca, se recurre a las encuestas de opinión con mando a distancia, con porcentajes predeterminados por los contratistas del muestreo.  Unos especialistas de ellas son: Francisco Capli y su cliente ABC Color, que pretenden señalizar al público sus opiniones de manera deliberada y hasta si se quiere unidireccional y anónima. 

 

Presentan a consideración la gestión presidencial en cuestionarios de la encuesta; sin preguntar siquiera por el congreso y el poder judicial, para ser comparados (también forman parte del gobierno).  Además, los resultados negativos (40 %) son expuestos en primer lugar, alegando después que aún quedan 60 % a favor.  Cosas veredes y leyeres, Juan Pueblo.

            

Además, pocas personas del departamente Central no pueden ser eco de opinión de casi seis millones de habitantes del país.  Al menos, da para desconfiar de las intenciones de Capli y de su patrón coyuntural.  Por otra parte, una evaluación ambigua —salida de preguntas capciosas— tampoco es fiable, salvo que las preguntas fueran sobre:

 

a)  Gestión económica   b)   Gestión social   c)   Gestión educativa   d)   Gestión en salud y otros ítems que se me escapan ahora, como trabajo, defensa etc.. 

 

Además… ¿a qué sectores fueron arrimados los encuestadores?  ¿A la clase media tirando a tres cuartos?  ¿a las clases trabajadoras?  ¿al sector campesino?  Bueno, creo que al menos otra entidad más seria y menos manipuladora debería organizar una encuesta de verdad y con menos lagunas (más bien océanos) conceptuales.

             

Pero lo que más me ha llamado la atención —como contumaz lector de prensa—, es la seguidilla errática de la trayectoria editorial del diario ABC, al menos desde 1976 en adelante.  Primero en defensa de la nacionalización de REPSA (ahora esa palabra es anatematizada en sus páginas).  Luego en defensa de Oviedo (posteriormente repudiado) y ahora atacando a Lugo, su gallo de riña del 2008 frente al Red Power nicanorista.   Un día de éstos, será exegeta de Calé Galaverna, si sigue en esa línea zigzagueante.  Todo puede ser en este país del Nunca Jamás.

            

Es innegable que alguna prensa está más en la defensa de intereses que del bien común y salta a la vista que casi no existe prensa sin camiseta.  Pocos periodistas tienen un pensamiento independiente (no neutral, ¡válgame Dios! Que la cosa no va por ahí), no casados con intereses sectoriales.  Muchos otros, están in the pendiente y rumbo al descrédito, como usted sabe.  Sólo los bloggers tienen (¡Bah! Algunos) mi confianza… como James Petras, Daniel Estulín, Noam Chomsky, Thierry Meyssan y… paremos de contar.

            

Pero el pueblo sabe con certeza quienes les están pisando el tubo de oxígeno y sabrá opinar certeramente en otra encuesta menos sectorializada.   

 

Bueno, este poema-rock no tiene nada que ver, pero me parece pintado para esta época…

                                  Tiempos modernos

                          (De "Himno Blasfemo")

 

En mi platillo hay más moscas que sopa...

Hacia adelante, hay más piedras que caminos

Hay señales de ruta, en  desatinos

Y hay más pelos que leche en mi copa.

Yo llevo encima, más cuero que ropa

Y cicatrices que nunca se cierran...

Recuerdos olvidados, que siempre se emperran,

En recordarme que he nacido en pelotas.

 

            Fatalidad, válgame dios ¡Oh, qué esperpento dispersivo!

             Creando la miseria con políticas erradas

            Rezando mil blasfemias a la Madre Inmaculada.

            Darwin nos empuja a suicidios colectivos.

 

Pero ¡por Cristo! ¡qué bajo hemos caído!

Bajo las garras de un Fondo sin fondo

La marabunta desangra a Macondo

No perdonando ni bananas al tío.

Perdona, que te cante mi trémulo hastío

Pero es que veo cinco patas al gato

Teniendo por ahora tantas bodas sin patos

Deseo despertarte la mente y los bríos.

 

            Fatalidad ¡válgame dios! ¡oh, qué esperpento dispersivo!        Democracia encadenada que elige a sus verdugos.

            Los tiburones de la guita, negociando con besugos

            Acosados por  maníacos depresivos.       

           

             Fatalidad, válgame dios ¡oh, qué esperpento dispersivo!                    Quitándonos el sueño con políticas erradas

            Rezando mil blasfemias a la madre inmaculada.

            Darwin nos empuja a suicidios colectivos.    

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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