Carta ciudadana desde el Paraguay (187)

Luque, 17 de julio de 2009

El rápido viaje (y van…) del presidente Lugo a Bolivia, diz que tuvo por objeto conmemorar los doscientos años de ¿independencia? del país del altiplano.  Y nada menor que en compañía de Evo I, el XVI Inca del otrora imperio Tahuantinsusyu, de acuerdo a los chamanes o amautas andinos que lo ungieran como tal.  Dicen que el flamante presidente aymará de Bolivia va a restituir la antigua religión solar de Inti y el culto a Pachamama, desdeñando a la impuesta por los españoles; lo cual me parece excelente.  Sólo que debo suponer que habrá libertad de cultos, para los que quieran seguir prosternados al pie de la cruz, especialmente en Santa Cruz y por ahí cerca del Gran Oriente.

Los que lo conocen, dicen que Evo Morales la única cruz que venera es la cruz del Sur;  quizá por cierta simpatía hacia este punto cardinal, tantas veces vilipendiado por quienes tienen demasiado norte en sus brújulas.  Pero de lo que se trata es la cantidad de viajes que está haciendo nuestro presidente, dejando a su país en el caos y la violencia, en manos de un vicepresidente que sólo aspira a serrucharle las patas al trono de López.

  Todo esto es tan surrealista que parece una película de Buñuel, dirigida por Dalí y protagonizada por el barón de Münchaussen.  No sé si me explico, pero como dijera en cartas anteriores, esta nave —llamada República del Paraguay— va a la deriva, con un congreso díscolo y perezoso; arrastrando una justicia tuerta y complaciente y un poder ejecutivo casi acéfalo; que, si no descerebrado, poco le falta. 

Aunque los optimistas dicen que el país se mueve con mando a distancia… por celular, pero a este escriba no le consta tal hecho.  Más bien que parece tener varios contramaestres que tiran por turno en distintas direcciones al timón y a uno que otro le gusta navegar en círculos, preferentemente girando hacia estribor.  Pero, tal se ha dicho, el capitán está brillando por su ausencia, quizá enceguecido por el resplandor de Inti Raymi, la festividad andina del Sol con que van a celebrar el bicentenario de su independencia.

¿Cuál será el destino del próximo periplo de este viajero impenitente?  Tal vez Neumann, el premio Alfaguara 2009 se haya inspirado en él para escribir El viajero del Siglo, aunque nunca se sabe.  

Justo cuando la nave estaba comenzando a escorar hacia babor, llegó un calafatero préstamo del BID y pudo salvarse de un naufragio.  Lamentablemente esta nave se mantiene a flote con parches de poca monta y la estructura no es reparada como debe ser.  Pero no será la primera vez que a este buque tricolor lo capitanea un chambón que suple su impericia con oraciones al espíritu santo.  Y, así nos seguirá yendo… ¿per sæcula sæculírum?  ¡Vade retro! 

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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