Carta ciudadana desde el Paraguay (163)

Luque, 17 de mayo de 2009

La contribución de la entidad binacional Yacyretá, al tan comentado —casi superlativamente, justo es mencionarlo— congreso juvenil de izquierdas variopintas, produjo una conmoción grado  6 de Richter en el Congreso.  La prensa tampoco faltó a la cita del escándalo y sigue aportando sus contribuciones en contra.  Bueno, hasta el bueno e impoluto de Yoyito Franco se rasgó las vestiduras y exigió cuentas al ingeniero Cardozo por su excesiva generosidad con dinero del Estado.  Sí.  Ese dinero que es también nuestro, de los contribuyentes, y del cual  este congreso nacional se considera celoso guardián ¡Vamos!

El caso es que también exigen a los jóvenes organizadores la devolución de ese dinero tan alegremente gastado por los adictos al Ché ¡No faltaba más! y según, dice Yoyito, debe retornar a las maltratadas arcas de la binacional.  Y quien esto escribe apoya tal medida de devolución de fondos, y agrega que también su colega Víctor Bernal devuelva los fondos distraídos de Itaipú en propaganda de la ANR, pagos a Sistema Siete, algunas otras malversaciones en alquiler de vehículos, financiamiento  trucho a la Fundación Tesãi y otras desprolijidade$.

También sugiere que los ladrones de arcas municipales, que a estas alturas suman cientos, devuelvan dinero del pueblo malgastado en tercerizaciones sobrefacturadas, servicios no prestados de recolección y limpieza (pero puntualmente cobrados), que a ley pareja nadie se queja, de acuerdo al gallegáceo refranero perogrullesco.

También deben devolverse a las arcas públicas ese dinero malgastado en propaganda de “obras estatales” coloradas, diseminadas a precio de diamantes por páginas de periódicos, espacios televisivos y tandas radiales, que por tantos años engordaron a los periodistas amigos y generosamente distribuidos a lo largo de más de sesenta años de “paz y progre$o”.

También Yoyito debe solicitar la devolución de millones de hectáreas de tierras públicas generosamente cedidas a personeros de regímenes anteriores, desde Stroessner a Nicanor, quienes no eran sujetos de la reforma agraria colorada, sino perros fieles del sistema.

¡Hay tanto que devolver, que mi frágil memoria flaquea al borde de la amnesia!    

Mas es una lástima que algunas vidas, honras y propiedades substraídas a ciudadanos paraguayos ya no puedan ser devueltas, simplemente por problemas de fondo de nuestra complaciente justicia, si ésta merece tal nombre.  Habría que hacer arqueología histórica en este inmenso muladar de conciencias en que se ha convertido el Paraguay, para remover esos escombros que ocultan tanta vergüenza enterrada.

Pero de que hay que devolver, hay que devolver.  ¡Gracias, Yoyito, por recordárnoslo!

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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