Político honesto, se busca para el Paraguay

Hojea clasificados por si acaso: Chester Swann

Luque, 3 de abril de 2009

La gente común está llegando al punto de execrar a la política como culpable de las desdichas del país.  Y no puedo censurarla por ello, aunque la política en sí es como una pistola: no puede matar si alguien no la dispara.  Y ese alguien, es humano, o por lo menos mamífero pensante del reino animal que se finge humano.

La muerte de Raúl Alfonsín, primer presidente electo tras la larga noche de la tiranía militar argentina me llamó a la reflexión.  Entre sus muchas exégesis necrológicas estaba la de la prensa argentina: “Ha desaparecido un político honesto…”; algo tan raro hoy día como una flor en el Sahara o un esquimal en la Amazonía.   Me llamó la atención el hecho de que el ilustre occiso haya pasado tanto tiempo con perfil bajo en un país acostumbrado a la “viveza criolla”, eufemismo por malas artes, malevaje, sinvergüenza, caradura, cafisho, y mil adjetivos más… de virtudes al revés.

Entonces, por este medio me permito hacer un llamado al universo, o por lo menos al resto del planeta para ver si por ahí alguien navega por el ciberespacio y capta el mensaje en esta botella virtual llamada Internet.

Si por ahí aparece alguno, sería mejor darle poderes extraordinarios, referéndum mediante.  Incluso la potestad de cortar cabezas de la hidra corrupta que se ha apoderado de los resortes del poder público.  Y si alguien protestare de que eso no sería “democrático”, me permito sugerir que ningún político es democrático, ya que no fueron elegidos, sino impuestos por sus partidos y otros nombrados a dedo en esta era “digital”, donde la mayor idoneidad es ser pariente de algún mandamás feudal de turno o amante de algún jefe de por ahí.

Decir que Paraguay… o cualquier otro país conocido del planeta, es democrático, es una falacia que de tan repetida terminó por figurar en el libro Guiness como verdad bíblica (de la que también dudo).  El poder es un botín de guerra, un cheque en blanco al mejor postor y financiado por nosotros, los ciudadanos de a pie en beneficio de algunas corporaciones del tipo Monsanto o Itaipú y de sus sátrapas locales.

Necesitamos un político honesto, desinteresado y patriota, que ponga la casa en orden, aunque para ello deba empuñar escobas y barrer con toda la inmundicia que inficiona el poder público.  Necesitamos una especie de ideólogo jacobino, a quien no le tiemble la mano para poner en su lugar las cuentas nacionales, sancionar a los réprobos, educar al pueblo en las leyes y el respeto debido a ellas y a sus semejantes y hacer crecer al país desde adentro.  ¿Cree usted, estimado ciudadano de que esto pueda ser posible?

Es una lástima que no exista entre nosotros un duplicado o clon de José Gaspar Rodríguez de Francia.  Debe ser por eso que los ladrones públicos y estafadores privados están tan tranquilos; aún bajo las aparentes amenazas de “cambio” de esa alianza, no tan patriótica como se creyó al principio y que resultó más de lo mismo de siempre.

No debemos olvidar que la “democracia” no es el gobierno del pueblo, sino de una minoría (demos, es la ciudadanía con derechos, lo que en Atenas era apenas el diez por ciento de una población de 300.000 habitantes, gran parte de ellos esclavos, plebeyos (no patricios) y mujeres helenas, que tenían prohibidas las actividades políticas.  No necesitamos ese esperpento importado, sino de una ciudadanía participativa, instruida y patriota.  Es decir, del consenso, tal lo practicaban nuestros antepasados guaraníes… antes de ser avasallados por esos piratas bajados de los bergantines.

 

 


Político honesto, se busca para el Paraguay.

 

Hojea clasificados por si acaso:  Chester Swann.

 

Luque, 3 de abril de 2009

 

La gente común está llegando al punto de execrar a la política como culpable de las desdichas del país.  Y no puedo censurarla por ello, aunque la política en sí es como una pistola: no puede matar si alguien no la dispara.  Y ese alguien, es humano, o por lo menos mamífero pensante del reino animal que se finge humano.

La muerte de Raúl Alfonsín, primer presidente electo tras la larga noche de la tiranía militar argentina me llamó a la reflexión.  Entre sus muchas exégesis necrológicas estaba la de la prensa argentina: “Ha desaparecido un político honersto…”; algo tan raro hoy día como una flor en el Sahara o un esquimal en la Amazonía.   Me llamó la atención el hecho de que el ilustre occiso haya pasado tanto tiempo con perfil bajo en un país acostumbrado a la “viveza criolla”, eufemismo por malas artes, malevaje, sinvergüenza, caradura, cafisho, y mil adjetivos más… de virtudes al revés.

Entonces, por este medio me permito hacer un llamado al universo, o por lo menos al resto del planeta para ver si por ahí alguien navega por el ciberespacio y capta el mensaje en esta botella virtual llamada Internet.

Si por ahí aparece alguno, sería mejor darle poderes extraordinarios, referéndum mediante.  Incluso la potestad de cortar cabezas de la hidra corrupta que se ha apoderado de los resortes del poder público.  Y si alguien protestare de que eso no sería “democrático”, me permito sugerir que ningún político es democrático, ya que no fueron elegidos, sino impuestos por sus partidos y otros nombrados a dedo en esta era “digital”, donde la mayor idoneidad es ser pariente de algún mandamás feudal de turno o amante de algún jefe de por ahí.

Decir que Paraguay… o cualquier otro país conocido del planeta, es democrático, es una falacia que de tan repetida terminó por figurar en el libro Guiness como verdad bíblica (de la que también dudo).  El poder es un botín de guerra, un cheque en blanco al mejor postor y financiado por nosotros, los ciudadanos de a pie en beneficio de algunas corporaciones del tipo Monsanto o Itaipú y de sus sátrapas locales.

Necesitamos un político honesto, desinteresado y patriota, que ponga la casa en orden, aunque para ello deba empuñar escobas y barrer con toda la inmundicia que inficiona el poder público.  Necesitamos una especie de ideólogo jacobino, a quien no le tiemble la mano para poner en su lugar las cuentas nacionales, sancionar a los réprobos, educar al pueblo en las leyes y el respeto debido a ellas y a sus semejantes y hacer crecer al país desde adentro.  ¿Cree usted, estimado ciudadano de que esto pueda ser posible?

Es una lástima que no exista entre nosotros un duplicado o clon de José Gaspar Rodríguez de Francia.  Debe ser por eso que los ladrones públicos y estafadores privados están tan tranquilos; aún bajo las aparentes amenazas de “cambio” de esa alianza, no tan patriótica como se creyó al principio y que resultó más de lo mismo de siempre.

No debemos olvidar que la “democracia” no es el gobierno del pueblo, sino de una minoría (demos, es la ciudadanía con derechos, lo que en Atenas era apenas el diez por ciento de una población de 300.000 habitantes, gran parte de ellos esclavos, plebeyos (no patricios) y mujeres helenas, que tenían prohibidas las actividades políticas.  No necesitamos ese esperpento importado, sino de una ciudadanía participativa, instruida y patriota.  Es decir, del consenso, tal lo practicaban nuestros antepasados guaraníes… antes de ser avasallados por esos piratas bajados de los bergantines.


La eterna danza de las ¿licitaciones?

Y otras sinvergüencías criollas.

 

Concursa para hacer cualquier cosa:  Chester Swann.

 

Luque, 4 de abril de 2009

 

Siguen los intentos de desvalijar instituciones como sea; al abordaje, con juicios truchos, con sobrefacturaciones, con alquileres de vehículos… en fin, que las tetas patrias dan de mamar a cualquiera que sepa hacerse de dirección fantasma, RUC de utilería y ejecutivos duchos en el arte del saqueo, previo lobby, por supuesto.  Que aunque las cosas se hagan para el lado de los tomates, deben aparentar legalidad, que de eso se trata.  Obviamente, hemos dicho antes que la corrupción se baila de a dos, como el tango.  El que peca por la paga y el que paga por pecar, según doña Juana Inés, la de la Cruz.

Itaipú es una de esas entidades que suelen aceptar cualquier “presupuesto” de empresas fantasmas de maletín, que ofrecen alquiler de transportes desde una panadería, provisión de carne en cantidad desde un minimercadito del interior… o aviones desde una mercería.  Por supuesto que las “comi… siones” están a la orden del día, e incluso del minuto y de seguro un insider debrá beneficiarse de ello; es decir uno que está adentro de la institución “favorecida” con el servicio y el ofertante.

La prensa nacional ha descubierto y publicado tantos fatos que no es necesario hacer hincapié en cada uno de ellos, sino comentarlos genéricamente y preguntarnos cuál es el “cambio” que recibimos tras el 15 de agosto del año pasado.  Lo más aceptable y presumible es que la corrupción cambió de color pero no de mañas.  No sé si me explico. 

Hasta la “incorruptible”  Margarita Díaz de Vivar mordió los anzuelos y alteró documentos para “retornar” más de cinco mil millones de tasas “pagadas en exceso”.  La administración pública se convirtió en una almoneda de influencias al mejor postor, para lo que sea.  Y no sé cuánto tendrá que ver en este entripado el presidente Lugo, pero de que es repartidor de indulgencias indebidas, no me caben dudas.  Este gobierno es un suerte de simonía política, al estilo de los papas de antes de la Reforma.  Tanto para los infractores y réprobos como para los corruptores de la empresa privada.  No sabemos hasta dónde puede llegar la audacia de los sivergüenzas, como Magdaleno Silva y José Chamorro, aforados por castiglionistas, nicanoristas y oviedistas, por el caso Fondo Ganadero.  Pero si éste es el “cambio” que nos merecemos… algo habremos hecho… o dejado de hacer.

Así que, estimados compatriotas, si les pican las conciencias rásquense.

 


Impuesto a la Renta Personal, una asignatura

pendiente para la transparencia institucional.

 

Hace declaración jurada de sus males:  Chester Swann.

 

Luque, 5 de abril de 2009

 

Los diputados y senadores están haciendo todo lo posible para poner cáscaras de bananas (no me refiero a José Ledesma), en el camino hacia el futuro.  Es evidente que ellos y quienes están detrás de ellos están ocultando algo.  El actual sistema impositivo sólo sirve para hacer trampas al fisco desde las grandes empresas importadoras y especialmente quienes lucran con el contrabando, los cohechos, los empresarios de maletín, los empresarios de la miseria; ésos que tienen vendedores de chucherías en cada esquina con semáforo… pero nunca dan la cara a la SET.

En este país, donde la trampa es la regla y la honestidad la excepción, la sola idea de figurar en los registros del IRP pone los nervios y los pelos de punta a muchos políticos y empresarios.  Especialmente quienes comparten las mieles del poder para hacer “buenos negocios” con el estado, como proveedores de bienes y servicios.  Es decir la Patria Contratista. 

Y ni hablemos de los señores feudales de la soja, barones del agro y otros exponentes de las grandes fortunas nacionales y no tanto.  El Imagro y el IRP les producen taquicardias, úlceras en el duodeno e insomnio crónico.  Si se llegasen a aplicar correctamente, adiós a los presta-nombres (testaferros) y contradocumentos habituales con que se disfrazan riquezas escamoteadas a los “yaguaretés”.

 Este escriba considera que el IRP es uno de los tributos más justos, porque grava de acuerdo a los bienes del ciudadano, a sus utilidades; en tanto que el IVA lo pagan por igual ricos y pobres, ya que los negocios sólo actúan como “agentes de retención” y el impuesto de marras lo paga el comprador. 

De cualquier manera, este impuesto deberá aprobarse, aunque los “legis liadores” pongan todas las trabas de su repertorio.  Y son justamente quienes más tienen, los que más temen.  Y el IRP es una de las maneras de transparentar quien tiene qué y cuánto puede planificar el estado con esas recaudaciones, que hasta ahora son axiguas para lo que hay que hacer en salud, educación y mil cosas más.

Eso sí.  Lo recaudado no debe malgastarse en salarios inútiles de recomendados, planilleros y cholulos de turno.  Debe ser correctamente administrado y con similar transparencia a la exigida a los ciudadanos, en planes estratégicos de formación del capital humano del país.  La ciudadanía debería salir a las calles en defensa del IRP y en contra de sus cuestionadores; que como se dijera antes, deben tener mucho que esconder al fisco y a nosotros.


De subsidios y ahorros cooperativos.

 

Busca ayuda urgente de algún ministro cándido:  Chester Swann.

 

Luque, 5 de abril de 2009

 

Sigue la polémica a causa de los proyectados subsidios a los cultivadores de sésamo y parece que esta vez el “¡Ábrete Sésamo!” de Alí Babá no funciona a plenitud.  ¡Es que hoy por hoy la magia ya no funciona como antes!  Lugo titubea; el sentido común vacila y las presiones campesinas sólo hicieron una tregua para retomar impulso.  El cándido ése, que funge de ministro de agricultura no suelta prenda y prefiere renunciar (con piolita, pero renuncia al fin) antes que dar el brazo ultraderecho a torcer.  Ustedes me entienden.

Claro.  La cosa ya estaba cantada antes del vaje presidencial y Elvio Benítez estaba dando por sentado el sinsentido de que iba a manejar ocho palenques verdes a discreción.  Pero nada.  Lo pensaron mejor entre tanto tira-afloja y los palos verdes los va a distribuir el MAG, dejando a Elvio y a Banana en off-side.  Es que se cuecen tantas habas en eso del manejo de dinero, que se ha perdido todo control del destino de fondos; que generalmente iban a desaguar en otros caudales diferentes a los designados.  Eso pasaba con los sintechos, los sintierras, los sinvergüenzas, los sin manija y todas las organizaciones de carenciados de cualquier cosa, generalmente liderados por oportunistas y pescadores de ríos revueltos.

Hasta ahora no hay cuentas claras de los fondos manejados por la nunca bien ponderada Judith Andrashko, gran apatukadora de fondos sin fondo.  Tampoco los del fondo ganadero manejaban con claridad dichos ítems, al punto que bastaba falsificar documentos para acceder a créditos, tal lo hicieran dos diputados recientemente blindados por sus pares.  ¿Recuerdan?

También las cooperativas policiales están siendo hurgadas por fiscales, a causa de que algunos “aportes” eran algo excesivos para los ingresos oficiales de los depositantes; a tal punto que hedían a lavandina.  Pero así se maneja este país de ¿maravillas?  Mejor dejo la respuesta a los lectores (u oyentes) de estas irreflexiones de entrecasa.

Fíjense que un nombre: Guido Abundio Etcheverry, acumuló por más de mil doscientos millones de “ahorritos” en la policoop “8 de Marzo”, casi empatando con Juan García Cazals y Mirta ¿Angélica? Cattebecke.  Y hay unas cuarenta cuentas cuyas cifras son de dar escalofríos, orillando entre los trescientos a seiscientos millones cada una.  ¿Puede usted creer que el sueldo de comisario daba para tanto?  Evidentemente no se puede lavar en aguas turbias, y mucho menos dinero.

Pero volviendo al polémico decreto presidencial, parece que hay subsidios para cada actividad.  Siempre los hubo, al menos que yo recuerde.  Las exoneraciones impositivas de ciertos empresarios “inversores”, durante esos años en que éramos felices y no lo sabíamos, lo delata.  Y, según parece, algunos (y no precisamente los sesameros) van a seguir siendo felices por mucho tiempo… si seguimos perdonando traiciones y preservatizando (¡perdón! Quise decir condonando) deudas impagas.

 

 

 

 


 

¡Federico presidente!

 

Busca suplente, provisional y fusible:  Chester Swann.

 

Luque, 30 de marzo de 2009

 

La ausencia oportunista del presidente Fernando Armindo Lugo Méndez aunque innecesaria para el  país, será probablemente aprovechada para desintoxicarse del estrés adquirido en el no muy duro oficio de gobernar.  En realidad un oficio que ejerce a medias o a cuartas, si cabe; que poco o casi nada se ha hecho bajo su égida ejecutiva, a casi un año de asumirlo.   Una enormidad de tiempo perdido y dinero gastado en intrascendentes viajes con comitiva numerosa e inútil. ¿Ve usted, amigo lector?

Cuando apenas nos demos cuenta, este período habrá fenecido sin chicha ni limonada y el país, con nosotros adentro seguirá sin rumbo fijo, con piloto automático y los mismos escombros sosteniéndonos el techo.  Al final, la única innovación habrá sido el “clergyman look” en el palacio de López… y nada más. 

Mientras tanto, Federico Franco retendrá brevemente el cargo sin atreverse a poner el trasero en el augusto trono lopizta, por si en una de ésas lo acusan de golpista.  Pero, eso sí, será presidente por unos días, aunque de poco nos sirva a los ciudadanos, ya que el vicepresidente adorna menor que un florero y su participación es nula en el gobierno.  Tan nula como el gobierno mismo, empeñado en parchado y zurcido de problemas de vieja data.

Pese a las prédicas de la prensa y de la ciudadanía, en pro de justicia, equidad de oportunidades laborales, salud, educación y fomento a la producción industrial, Lugo prefiere ir a contemplar la derrota de Paraguay en el centenario de Montevideo, mientras el “presidente provisional” se rasca los kinotos.  Total, después buscarán a quiénes echar las culpas de lo que pudo haber sido y no fue.  De lo no hecho y de lo no pensado; pues es evidente que los del Primer Anillo hacen cualquier cosa menos pensar, por si resulta insalubre para su tranquilidad.

Pero al menos Federico podrá ufanarse de ser presidente, aunque no haya pisado el palacio ni para pedir la hora… y mucho menos a darla, que lleva su reloj atrasado como pueden ver.  Pero se consuela quizá, pensando que el país no sólo tiene atrasado su reloj vital, sino también su calendario existencial. 

A veces hasta pienso que en lugar de avanzar hacia el futuro retrocedemos hacia el cuaternario inferior.  ¿No tiene usted, amigo lector, la misma impresión?  A estas alturas, Lugo debe estar en Qatar, seguramente con traductores de inglés, para enterarse de cualquier cosa que para maldita cosa nos servirá.  Ni para exportar, soja, sésamo o carne.  Por ahora sólo podemos exportar mano de obra barata al primer mundo.

Eso sí.  También exportamos esperanzas y jugadores de fútbol aficionados a ganar experiencia en estadios extranjeros.

 

 


¡Habemus filii!

 

Busca urgente un analista de ADN:  Chester Swann*.

 

Luque, 9 de abril de 2009

 

Ha estallado otro escándalo a causa de una joven que demandó al Presidente por paternidad de un niño de dos años; esto significa que el menor fue engendrado durante su obispado en trámite de “permiso” ante el Vaticano.  Como todos los escándalos, éste tiene fines distractivos y coincide con la Semana Santa católica, para más inri.  Debo  suponer que por ser hijo de un consagrado, el niño no requerirá de aguas bautismales o algún otro sacramente, que ya viene benedicto de origen. 

Considerando que el general Caballero tuvo más de 77 hijos reconocidos y quién sabe cuántos más bastardos, siendo el Primer Semental de la nación, la cosa no daría para tanto cotilleo gratuito.  Además mucha gente ha de suspirar con alivio, pensando que por fin Ña Meche se irá a otra parte como ex primera dama, que ya tiene una reemplazante en puerta y mucho más joven y bella.

No se duda de que que Lugo deberá reconocer al infante y asumir su “pecado” de leso celibato ante su iglesia, casándose con la madre o al menos cuidando de ella. Ante sus ex feligreses tendrá que hacer un Mea Culpa y tomar al toro de la ingobernabilidad por los cuernos.  Ahora más que nunca, que al menos ya no estará tan solo en su principesco alojamiento. 

Eso sí, ya deberá colgar la sotana de por vida, pues el Vaticano le podrá perdonar hasta sodomía y pedofilia, como a tantos curas desviados de su misión, pero jamás el haber engendrado un hijo en secreto… siendo aún obispo.

Esa contradictoria iglesia oculta tantos deslices inconfesables desde los albores de su turbulenta historia, y hasta hubo papas con varios hijos; hasta incestuosos, como Alejandro VI, el valenciano, quien no tuvo empacho en yacer con su hija Lucrecia cuando ésta cumplió quince años.  Estas revelaciones pueden minimizar el escándalo a un nivel aceptable, ya que la feligresía masculina estará más tranquila de que Lugo no fuera pederasta, como varios anteriores obispos, desde Mena Porta a Livieres Banks y ese cura suizo de Villa Elisa, a quien llamaban pa’í anatómico sus feligreses.

Ahora, superado el mal paso, Lugo debería tomar en serio el gobierno de este país y remangarse la camisa… ¡Ah! Esta vez ya con cuello de laico con o sin ballenitas, que el estilo clergyman ya no le quedaría ajustado a la medida.  En todo caso, tras dejar la política alguna vez podrá ser, si no obispo, al menos pastor… pero de ovejas negras.

 

 

 


Fernando Lugo.  Un presidente más

reproductivo que productivo.

 

Esquiva el análisis de ADN por si acaso:  Chester Swann.

 

Luque, 21 de abril de 2009

 

Siguen apareciendo, como conejos de la galera de Nizugan, mujeres que atribuyen la paternidad de sus hijos al actual presidente,  La cosa no pasaría a mayores en un país machista y patriarcal como éste, si no fuera por la anterior y actual investidura del un ungido y consagrado pastor, que según parece volcaba sus afanes a ovejitas negras.  Pero un partido punzó que conoció la llanura a causa del arriba mencionado no desperdicia ocasión de ponerlo en la picota, pese a que su fundador fue, entre 1872 a 1904 el Primer Semental de la nación.  Caballero tuvo más de 77 hijos reconocidos y no se sabe cuántos extras más por ahí. 

Claro que éste no era obispo, sino avispado y no hizo votos de celibato perpetuo como el que nos ocupa.  De todos modos, el cotilleo está alcanzando fama internacional y los inocentes niños también están en la mira de periodistas y abogados de toda laya, como mercadería escabrosa del vulgo.  Y esto sí, es reprobable.  Por otra parte, las tareas gubernativas, ahora —tras largos periplos equivalentes a cinco veces la vuelta al mundo— se reducen a hurtar el trasero a las jeringas judiciales en demandas por paternidad.

Sería aceptable que el Vaticano libere a sus tonsurados del celibato obligatorio, contrario a las leyes naturales e incluso a las divinas de: “creced y multiplicáos”.  Y esto debería aplicarse también a las religiosas para que puedan tener familia a tiempo parcial y todos contentos.  Incluso deberían haber sacerdotisas y obispas sin discriminación, que la moral no pasa por las partes húmedas, según dice el señor Perogrullo. 

Ya es hora de derogar anacrónicas tradiciones que no han llevado precisamente a moralizar a una iglesia de dos milenios y con más pecadores que santos en su nutrido panteón.  El reciente escándalo se debe más al quebrado celibato (¡Es que la carne, Señor, es débil!) que a otra cosa y muchas voces interesadas insisten en seguir llamándolo “monseñor”, pese a su renuncia.

Eso sí, los detractores de la primera hora deben estar bailando en una pata (¿Viste? ¡Te dije luego…!), como Livieres plano, Luli Andrada y Antonini, que de seguro seguirán echando leña al fuego y haciéndose la señal de la cruz.  Pero  también ellos, en su momento callaron las aventuras de muchos tonsurados conocidos, desde el arzobispo Mena Porta hasta Demetrio Aquino, pasando por Ángel Acha, que también tuvieron sus cosillas y, justamente los que ahora alegan no tener techos de vidrio desaprovecharon su oportunidad de lapidar en su momento.  Ahora sólo quieren hacer el ¡ecce homo! a un hombre, equivocado quizá, pero no culpable de corrupción como sus antecesores.


Oración para un Presidente decepcionante.

 

Se persigna con el dedo medio de la mano izquierda:  Chester Swann*

 

Luque, 23 de abril de 2009.

 

Padre ajeno que estás por los suelos.

Vilipendiado sea hoy tu  nombre.

Por burlar nuestros anhelos.

Viniste a nos, de tu reino encantado.

Y has defraudado la voluntad de tu pueblo.

Que te creían llegado del cielo.

Viéndote impoluto en apariencia.

Creyendo en tu límpido pasado.

Y hasta el pan nuestro de cada día.

Hoy nos lo niegan tus empresaurios.

Que ellos perdonen tus devaneos.

Así como nosotros perdonamos a los traidores.

Que cedieron nuestras riquezas al extranjero.

Mas no vuelvas a caer en la tentación de la lujuria.

Y trata de librarnos de los hombres escombros.

Que aún no nos dejan en paz

Por los años de los años.

Amén.

 


De cortocircuitos, fusibles y bueyes perdidos.

 

Busca urgente electricista para gabinete:  Chester Swann*

 

Luque, 27 de abril de 2009.

 

Siguen saltando tapones y fusibles en el gabinete de Fernando Lugo, tras sus crisis de paternidad no asumida casi al borde de la andropausia.  A tal punto está en cortocircuito el gabinete principal, que son escasos los candidatos a fusibles, es decir, ministros.  Sea pór escasez de técnicos, por incapacidad manifiesta, por escasa longitud de lápiz o por querer ser autónomos en demasía.  Es claro que en un poder ejecutivo presidencialista como es nuestro caso, son los ministros quienes pagan el pato de los deslices del number one. Los fracasos nunca fueron causal de renuncia ni de juicio político al Presidente, ¡qué va! Sino que, para variar, la piola se suelta donde es más angosta.  A veces daría para creer que los ministerios son cargos de confianza para proteger al responsable principal de sus propias metidas de pata, como los peones del ajedrez protegen al Rey del jaque mate en este incierto tablero de intereses creados.

Según apreciaciones del que esto escribe, el presidente optó por aferrarse a ese clavo ardiente del PLRA para no quedar con el sólo apoyo de la minúscula izquierda aliancista de esta “democracia aritmética”; pues pese a su ex clericalidad no asumida sabe con qué bueyes está arando —aún con surcos sinuosos y zigzagueantes— el campo político paraguayo.  Mas el problema principal parecer ser la aridez de dicho campo —quizá la deforestación intelectual indiscriminada, a causa de las devastadoras “reformas” educativas—, escaso éste de ideas, de iniciativas y de voluntades políticas, ya que en este primer año, cada uno de los bueyes iba buscando su lateralidad y poco  se ha avanzado y menos aún queda para sembrar.  No sé si me explico.  Ya está pasando la época de la siembra y, si esto continúa nada quedará para cosechar.

Parece que gran parte del tiempo perdido se diluyó en inútiles reclamos al Brasil, viajes presidenciales improductivos, manifestaciones varias y peleas internas partidarias.  Un año es mucho tiempo.  Casi el veinte por ciento de este período presidencial.  No es el caso de dejar cosas sin hacer cuando es mucho lo que se ha prometido y mucha la credibilidad perdida a causa de lo sabido recientemente.

Mientras tanto, se seguirá perdiendo tiempo en tanteos a ciegas y oscurecimientos provocados por la debilidad de los fusibles; no aptos para reducir la maquinaria burocrática, para demoler los muros de la corrupción, para recuperar lo robado y para lograr el tan anhelado cambio.  Yel cambio debe ser radical, no sólo de actitudes interesadas, sino de rumbos éticos y dando preferencia a la eficacia.  El tiempo corre y ya no está para limitarse a viajes o recambio de fusibles.

+Usted, estimado lector u oyente, ¿quisiera el puesto de ministro de cualquieir cosa, aunque sea por un par de meses? 

¿Sí?  Yo tampoco.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Chester Swann

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