Carta ciudadana desde el Paraguay (221) |
Las absurdas prioridades de nuestros políticos Hace cuentas para olvidarse de los cuentos: Chester Swann |
Luque, Paraguay, 02 de octubre de 2009 |
Nuestras escuelas requieren cerca de 900 millones de dólares sólo en aulas e infraestructura escolar; y no hablemos del material didáctico que chocaremos con la realidad. Pero parece que los políticos —especialmente de la legislatura—, les importa un rábano el tema y se enfrascan en discusiones bizantinas sobre temas ajenos a las necesidades nacionales. Es de inferir que la educación, la cultura, las ciencias y la investigación les resbala; prefiriendo elegir vehículos caros (a costa del contribuyente), subsidios para sus correligionarios, negociados sobrefacturados, venta de influencias, “gastos de representación”, viáticos jugosos y turismo al Caribe que les son más rentables. Estos necios olvidan que descuidando a los niños están sacrificando el futuro del país por mezquinas migajas de un efímero presente. Claro que un pueblo culto y bien educado será más crítico y menos proclive a comprar buzones de los caudillos a trueque de una lata de corned beef y veinte mil anémicas guaracas para hacer hurras a su parito. Ese es el “peligro” que entraña invertir en educación y capacitación del pueblo. Imagínense que la clientela habitual de los políticos se verá raleada y cada vez más negada. Incluso muchos intelectuales tendrán el tupé de ocupar el lugar de los políticos en las palestras y cargos decisivos, por méritos propios. Y esta posibilidad les hace temblar el colodrilo como jalea a los dueños de los partidos “tradicionales” (¿o se dice traicionales?). Stroessner solía decir que no quería un pueblo de proletarios intelectuales en su entorno. Como al Dr. Francia, le bastaba que supieran leer, escribir y hacer cuentas, que hasta ahí podían llegar, que los libros sí mordían entonces. Pero eran otros tiempos, donde el músculo se cotizaba más que el cerebro. El mundo actual da más importancia al conocimiento, a las artes, las ciencias y cuanto produzca nuevos parámetros de acción hacia el futuro. Los maestros exigen un mínimo de 8 % del P.I.B. para educación, pero los necios políticos conceden apenas un mezquino 4,1 % y a regañadientes. Quisiera creer que la educación es la más importante inversión que pueda realizar una nación, ya que —por ejemplo— ésta podría incidir en un menor gasto en salud pública, entre otras cosas. Un pueblo culto se cuida mejor y es más limpio; menos promiscuo y más respetuoso de las leyes y ordenanzas, además de celar más por su medio ambiente. Las ventajas de la educación se notan en algunas ciudades extranjeras, donde la limpieza y la urbanidad son notorias. En cambio, nuestras desventajas se perciben en nuestra política exterior, en nuestro caos callejero, en las basuras acumuladas, en la violencia intrafamiliar, en los niños que deambulan por las calles en horario escolar y hasta por las madrugadas, en los desmanes de las barras bravas y en cien ítems más que sería largo detallar. Si el propio pueblo paraguayo no se rebela ante la desidia de los políticos en materia educativa, es porque justamente ha sido privado de voz por tantos años de silenciosa genuflexión. Pero ya es hora de que consideremos razonablemente una guerra a muerte, contra la ignorancia; que bien lo haremos. El saber nos hará libres, aunque muchos se resistan a serlo, al menos pensemos en la libertad de nuestros hijos. El futuro es ahora mismo. |
Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento. |
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