Carta ciudadana desde el Paraguay (224) |
Educación básica ¿gratuita? Intenta matricularse en algún colegio nocturno: Chester Swann |
Luque, Paraguay, 08 de octubre de 2009 |
¿De dónde saldrá la plata? —preguntó el cenador (sic) Jaeggli con desparpajo. Otro, sapuqueño de la carpa castiglionista, comentó secamente —¡Huele a populismo barato!. Lo cierto es que la intención es buena desde todo punto de vista; excepto en que primero hay que mejorar el rendimiento de la educación primaria. Ahí aprieta el zapato y si no se logra esta prioridad, de nada servirá facilitar el acceso a la educación básica postprimaria. Creo que se podría hacer una salvedad aumentando las exigencias de la enseñanza primaria, para que quienes salven este escollo accedan a la básica gratuita. Es cuestión de mérito, disciplina y aplicación al estudio. Sabemos que no todos los paraguayos tienen el mismo nivel y tratar de igualarlos en la básica, sería absurdo. Siempre se ha usado a la educación parea promover mediocridades (incluso a docentes políticos, mediocres pero genuflexos) y es hora de que los paraguayos pongan todo de su parte para lograr excelencia y puntajes para acceder a las enseñanzas superiores. Es cierto que algunos estudiantes llevaron merecidos lauros en olimpiadas matemáticas en México, pero no veo nada de malo en que TODOS los estudiantes se formen debidamente para afrontar la dura competencia que nos traerá el futuro cercano. Si es necesario reducir los principescos salarios de los políticos en pro de la educación, hagámoslo sin demora. Después de todo vale la pena. La dura realidad es que muchos padres no pueden costear la educación de sus niños, sea por límites de pobreza, por desidia, por residir en sitios alejados de las instituciones o por motivos variados. Pero si el estado se ocupa de esto —y es de desear que así fuera— tal escollo no sería insalvable. Al menos los pobres tienen derecho a una educación tan buena como la que brindan los elitistas colegios confesionales o privados de postín. La igualdad de oportunidades podría ir cerrando las brechas entre ricos y pobres. No con despojar a aquéllos para repartir a los segundos. Eso sí sería populismo barato. Simplemente brindarles oportunidad de aprender para lograr por sí mismos sus objetivos en la vida. También los padres que se niegan a enviar a sus niños a las aulas deberían ser apercibidos y sancionados de persistir en su necedad. La educación debe ser obligatoria y ningún menor debería vagar por las calles en horas de clase, digan lo que digan nuestros políticos. Para ello están las instituciones del menor y sólo deben cumplir con sus deberes. Muchas de éstas, sólo saben esconder basura bajo la alfombra, pero es menester que se busquen soluciones, que la educación debe ser prioritaria y orientada a la búsqueda (y hallazgo ¿por qué no?) de la excelencia, en la formación de capital humano indispensable para el desarrollo de un país mejor. Es de desear que quienes ahora tengan la oportunidad de educarse, la aprovechen y puedan ser cada día mejores ciudadanos éticos, buenos profesionales y disfrutar de las delicias epicúreas del saber… y dejen de perder tiempo en farras y otras pavadas juveniles. Es cuanto puedo desear a nuestros jóvenes de hoy en esta tardía primavera. Insisto en que el futuro es del conocimiento; no de la fuerza bruta. |
Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento. |
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