Se están dando en estos días calurosos de noviembre —en las cámaras sépticas del congreso, pre-supuesto—, discusiones bizantinas acerca del “presupuesto de gastos para el 2010. Se hacen recortes en gastos “sociales” como educación, salud, asistencia a campesinos indigentes y escuelas en ruinas. En contrapartida, se autoasignan cupos de combustible por valor de 3.000.000 de guaraníes per cápita sin ningún rubor. ¡Qué fácil les resulta a estos impresentables “representantes” malgastar dinero ajeno, mientras otro impresentable titular de Hacienda nos endeudará por dos generaciones más con bonos sin valor!
Comencé por preguntarme a mí mismo y luego relanzar esta pregunta crucial: ¿Por qué no se planifican con transparencia los
Ingresos Nacionales y disponibilidad de fondos ANTES de planificar los gastos?
Podrían comenzar por recortar gastos suntuarios a los “representantes”, como autos de lujo, suplementos, cupos, gastos de representación, amantes, secretarias y operadores políticos buenos para nada pero figurando en la nómina y otros que sería largo detallar.
De acuerdo a un ex ministro de hacienda, el estado, es decir Hacienda, recibe apenas un 30 % de lo que se recauda por importaciones, exportaciones, IVA, impuestos, peajes, tasas, trámites, despachos, aranceles, etc.
Es decir que un 70 % se queda en anónimas manos de operadores políticos enquistados en las oficinas públicas y bocas de percepción. ¿Es justo esto? La corrupción sigue campante mientras suben los impuestos, se emiten bonos, se devalúa el poder adquisitivo de la moneda, se dilapida el tesoro, se recauda para la corona… y el pueblo sigue su camino cuesta abajo, por el brete de la miseria.
Me hubiese gustado volcar un poco de ironía en esta breve carta, pero me es imposible ante tanta estupidez enseñoreándose de la política administrativa. La ignorancia programada para el ciudadano corriente hace que éste se vea impotente mientras se derrumba su nivel de vida. La mediocridad educativa evita reacciones inteligente por parte de la ciudadanía ante estos despropósitos. Y es evidente que no son las ideologías las que luchan por el poder político en nuestros países (me refiero a escala planetaria), sino los intereses crematísticos de las transnacionales.
Y esto que ocurre —la repartija de migajas del presupuesto nacional a las organizaciones no gubernamentales y a los servicios de salud y educación— es el resultado de acceder a los caprichos de los amos del mundo que tratan de imponernos un sistema único de amos y esclavos. Y eso que soy escéptico ante las conspiraciones, pero de que las hay… las hay.
No en balde fueron el FMI el BM y el BID quienes nos impusieron sucesivas ¡reformas! Educativas minimizando la capacidad de aprender, de investigar y de crear de nuestros ciudadanos, desde 1957 en adelante. Si no rompemos este perverso esquema de dependencia de los países centrales y sus transnacionales, estamos destinados a ser el basurero del primer mundo. Pero entonces, será tarde para aprender a ser libres.
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