Carta ciudadana desde el Paraguay (191)

Luque, 22 de julio de 2009

De un tiempo a esta parte, los servicios por los que la ciudadanía paga tasas, impuestos y otras exacciones obligatorias, son tercerizados a empresas privadas, convirtiéndose el sector público en vulgar y oneroso intermediario; encareciendo los servicios y enriqueciendo a “los amigos”. Y éstos son, por lo general, testaferros de funcionarios deshonestos que lucran con ellos. 

Me pregunto —en tanto que ciudadano común y corriente, pero pensante—, si cuál es la utilidad de las instituciones municipales, por ejemplo, si no cumplen con la correcta prestación de limpieza urbana, recolección de basura, reparación de calles, mantenimiento de plazas, alumbrado público y ordenamiento edilicio. 

Gran parte de los impuestos, solo sirven para asalariar a operadores políticos y toda esa cáfila de inútiles, recargando cada vez más al exhausto presupuesto.  Y las desprolijidades del gobierno central se repiten en los departamentales y municipales en una sospechosa cadena de transmisión continua.

El proceso se inició en los años 80 —bajo la “segunda reconstrucción”, con la privatización de la seguridad pública, entonces denominada SAP, fundada por el ex comisario Sapriza con todo y patrulleras.  Luego se privatizaron los sistemas de recolección de desperdicios y la reparación de calles.  Ahora la Patria Contratista es un segundo estado, que financiamos todos con largueza… pero no vemos mejoras, sino todo lo contrario.

¿Para qué necesitamos estado y municipios entonces?  ¿Para mantener parásitos de los partidos políticos?  Creo que será mejor disolver al Estado y crear empresas de servicio público sin intermediarios “políticos”, manejadas por nosotros mismos como accionistas.  Sería viable como una República Cooperativa, pero libre de esa onerosa e ineficaz burocracia, buena para nada.

Si el Estado y las instituciones no cumplen con sus responsabilidades, no veo ninguna razón para realizar costosas elecciones cada cinco años, pagar salarios principescos a legisladores, funcionarios y amantes anexas, todos con canilla libre y seguir en lo mismo. Inseguridad, carencias en salud, educación y trabajo, elevados índices de corrupción y muchas otras lacras de una mal llamada democracia representativa, que, finalmente es más represiva que otra cosa.

Y será justicia.

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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