Al canto popular y a sus guitarras combatientes |
Cual la Luz desollando a las tinieblas, brotan cantos. De esperanza palpitante, enriquecidos. Que a la ténebre horda del tirano. Ahuyenta el sueño, antes de haber amanecido. Ministreles de los sueños redivivos. Todos a una, corazones en las manos. Con sus voces, develan los Arcanos. Y memorias de futuros no nacidos. El déspota impotente, ante el sonido. Se revuelve en su pocilga de marrano. Su caterva de chacales provincianos. Oye los cantos precursores del destino. Sin poder impedir, con desatinos. La Voz del pueblo, alzándose del llano. El canto popular cobija el grito. Del humilde labrador en el tormento. Esconde en su seno los lamentos. De las madres que lloran a sus hijos. El canto popular es el prodigio. Que a la gleba subleva en sus acentos. Versifica el poder del descontento. Y endulza el dolor del sacrificio. Las guitarras, altaneras y dolientes. Cual banderas agitadas por alisios Se emparejan con los ponchos en fornicio. Amorosas, cual ninfas en la fuente. Vibrante su rasgar grandilocuente. En sus homéricos actos de servicio. Y en batallas desiguales y candentes. Animan a ardorosos combatientes. A lanzarse ciegamente al sacrificio. |
Chester Swann
De "Bodas de Silencio"
Colección Tetraskelion
Mayo 19 de 2009
Julio 14 de 2009
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