"La mujer blanca"
de Mariluz Suárez Herrera

Durán nos dice que a esta diosa también se le llama Sierra Nevada, se le veneraba en templos, ermitas y en una cueva. Se le llevaban ídolos con los nombres de los cerros alrededor. Se festejaba el día de la fiesta de Tlaloc. En la ciudad de México, se vestía de azul una diosa de palo, en la cabeza se le ponía una tiara de papel blanco, pintado de negro. Tenía atrás una medalla de plata , de la cual salían unas plumas blancas y negras; de esta medalla salían muchas tiras de papel, pintadas de negro, que le caían a las espaldas. Tenía siempre puesta su color en los carrillos y era tan importante como los más principales dioses.

El mismo día de la fiesta se vestía a una india, esclava y purificada en nombre de este ídolo, toda de verde con una corono o tiara en la cabeza, blanca, con unas pintas negras para denotar que la Sierra Nevada está toda verde, con las arboledas y la coronilla y cumbre toda blanca de nieve.

La ceremonia duraba dos días, llevaban a cabo ayunos y compara la gran dificultad que tenían los sacerdotes para que ayunaran, dice que era una costumbre aceptada, sin embargo cuando se trata del ayuno cristiano, no encuentran como motivarlos. Se refiere a sus costumbres como ley tiránica, llena de asombros y temores comparándola con la traída de España a la que califica de leve y suave.

Comparado con los otros capítulos de este libro este capítulo es muy corto, tal vez el más pequeño. Termina el capítulo con un exhorto a la aceptación de la nueva religión, no como imitación sino como acto necesario para su salvación.

En el libro Ritos, sacerdotes y atavíos de los dioses el doctor León Portilla nos habla de La sacerdotisa tonsurada de Iztacciuatl. La sacerdotisa tonsurada de Iztacciuatl cuidaba, ponía su esmero en todas las cosas en Atenchicalclan y ordenaba el barrido, el encender el fuego. Y cuando alguien hacía promesas, se lo decía a ella, la sacerdotisa de Iztacciuatl. Ella definía todo lo que se hacía allí en Atenchicalcan.

A su vez Sahún nos dice que Atenchicalcan es es un topónimo que quiere decir "En la ribera de los cangrejos" narra en el capítulo XXVII del libro II la fiesta de Uey Tecuilhuitl, narra el arreglo de una mujer a la que sacrificaban y "En uno de estos lugares se llamaban Tetamazolco(en el sapo de piedra), en otro se llama Nécoc Tetamazolco(Donde está el lugar del el sapo de piedra) , el otro se llama Atenchicalcan, el cuarto se llama Xolloco(en la bifurcación); estos cuatro lugares donde ofrecían era en reverencia de los cuatro caracteres de la cuenta de los años.

Con relación a las tres imágenes: una es la que nos muestra Durán para Iztaccihuatl, la segunda es una representación de Iztaccihuatl, con muchos de los atributos de Tlaloc. La otra es Tlaloc en el Códice Magliabechiano representando la fiesta de Atemoztli. (enero) El códice dice lo siguiente:

Esta fiesta se llamaba atemuztle que quiere decir bajamiento de agua. Por que en ella pedían a su dios agua. Para comenzar a sembrar los maíces el demonio que en ella se festejaba se llamaba tlaloc. Que quiere decir con tierra, porque su influencia era en lo que hacía en la tierra. Esta fiesta por la mayor parte, la hacían los caciques y señores y estos señores sacrificaban en las fiestas esclavos. Ofrecían plumajes y en el agua ahogaban niños en el lugar donde deseaban que les diese agua su dios.

Respecto a las imágenes: Iztac cihuatl está ligada a la tierra, a Tlaloc, desde luego, al agua y es muy importante el color azul en sus representaciones.

-anillo azul alrededor del ojo

-voluta azul sobre el labio superior

-dientes de animal

-tocado, orejera, banda para la cabeza, collar, pectoral y manto. Así como el disco solar.

Finalmente mencionaré la relevancia de la palabra cihuatl ya que el punto cardinal relacionado con Tlaloc y con la palabra cihuatl, es el occidente. Las mujeres dejaban al sol, después de haberlo recogido en el cenit. La palabra compuesta Iztaccíhuatl, representación de una mujer imagen viviente de la diosa, así como montaña deificada en imagen de una diosa bellamente "vestida de azul".

Capítulo XVII titulado EN QUE SE CUENTA LA RELACIÓN DE LA DIOSA IZTAC CIHUATL, QUE QUIERE DECIR "LA MUJER BLANCA"

Durán, Fray Diego, Historia de las indias de nueva España e islas de tierra firme.

Mariluz Suárez Herrera

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