Alonso de la Vera Cruz |
Desde los primeros días de la conquista, se manifestó la influencia de las órdenes religiosas en la Nueva España. No fue sólo la introducción y propagación de la fe y el culto, sino la influencia en la vida social y política de la colonia ejercida por el clero. El sentido de universalidad de expansión del tiempo de Carlos V exigía una manera nueva de describir el exotismo de un mundo totalmente desconocido. Surgen las crónicas, descripciones y las narraciones de todo lo que pasaba en las Indias, siendo la grandeza una de las características principales en los escritos sobre la conquista de la Nueva España y el Nuevo Mundo. Es a través de los frailes de diversas órdenes que se humaniza esta conquista y se lleva a cabo la evangelización. Los primeros religiosos agustinos llegaron en el año de 1533 bajo la tutela de fray Francisco de la Cruz. Fue con el tercer grupo de franciscanos, en 1536, que llegan otros once agustinos a la Nueva España y en seguida extendieron su trabajo hacia la región de Michoacán. Dentro de este grupo llega Alonso Gutiérrez, hijo de familia acomodada que aprendió gramática y retórica en Alcalá, artes y teología en Salamanca y fue profesor de dos hijos del duque del Infantado. El 2 de julio de 1536, a los 29 años, llega a la Nueva España, decide tomar el hábito de los Agustinos y bajo el impacto recibido por estas tierras, cambia su apellido transformándose en FRAY ALONSO DE LA VER CRUZ. |
Va como maestro a Tiripitío, Michoacán y desea aprender Tarasco, lengua nativa del lugar. Jacobo Daciano, el noble danés, franciscano que durante las luchas luteranas se va a España y pide a rey ser enviado a las Indias, que tiene grandes diferencias con el clero local y es enviado a Michoacán, allí conoce a Fray Alonso. Al igual que Fray Alonso aprende la lengua del lugar y ambos sacerdotes son los primeros en dar la comunión a los tarascos. Alonso
de la Vera Cruz es nombrado gobernador de la diócesis, Vicario Provincial
y se le otorga el priorato de Tacámbaro, pide mudarse a Atotonilco donde
enseña dos años arte y teología, funda varios conventos en Michoacán:
Cuitzeo, Yuririapúndaro, Charo y Guayangareo (Morelia). En el año de 53
se le nombra catedrático en la Real y Pontificia Universidad de México.
Ocho años después se le llama a España porque decía que los indios no
debían pagar diezmos. Mientras estuvo en España sosteniendo esta lucha,
se le ofrecieron varios cargos, los rechazó todos y
regresa a la Nueva España como maestro y vicario general, trayendo
con él a diez y siete religiosos. Funda el colegio de San Pablo y forma
su biblioteca y la de los
conventos de Tiripitío y Tacámbaro
en Michoacán. Consigue enviar religiosos a las Filipinas para continuar
llevando “la Fe a los infieles”. Muere
en el Colegio de San Pablo en el año de 1584, en cuya capilla se
encuentran sus restos. Autor
de las siguientes publicaciones: Recognitio
summularum (1554) Dialectica
Resolutio (1556) Speculum
conjugiorum (1556) Physica
specualtio (1557) Primera
obra de física escrita en América. Estos
textos tratan de lo que hoy se conoce como lógica, gnoseología, psicología
racional, cosmología y ciencias naturales. En cátedra su misión fue
iniciar a sus oyentes en la nueva fe del saber filosófico.
Han
de pasar cuatro siglos para que un estadounidense
Ernest Joseph Burrus vea la luz el año de 1907 en El Paso, Texas, En 1950 el padre general de la Cía de Jesús
llama al ya sacerdote Burrus a Roma para ayudar en la preparación
de obras históricas sobre la Provincia Mexicana. Este investigador
jesuita buscando otros
documentos en una biblioteca privada en la ciudad de México
encontró unos escritos de Fray Alonso, le interesan tanto que se
dedica por completo a la investigación de su obra. Es autor y coautor de 43 tomos y más de 100 artículos sobre el México colonial y sur de Estados Unidos. Descubrió, descifró y editó, con traducción inglesa, cinco tomos de los escritos perdidos o desconocidos de Alonso de la Vera Cruz. Es relevante su importancia con relación a la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Según palabras del Doctor Ambrosio Velasco Gómez, actual director de la Facultad de Filosofía y Letras el erasmista Francisco Cervantes de Salazar, también fundador de la Real Universidad de México, se refiriere a Fray Alonso como “el más eminente maestro en artes y en teología que haya en esta tierra, y catedrático de prima, de esta divina y sagrada Facultad: sujeto de mucha y variada erudición, en quien compite la más alta virtud con la más exquisita y variada doctrina” Al fundarse la Real y Pontificia Universidad de México una de las cátedras principales fue la de Artes o Filosofía. En 1540 aparece su curso como enseñanza de una ciencia o disciplina y como fomento de una reflexión o especulación, imparte el curso de filosofía escolástica, después de haber sido profesor de la Universidad de Salamanca, y del convento agustino de Tiripitío. Sujeto a la Inquisición por su lucha contra abusos, comprometido con la justicia, se le debe considerar maestro y filósofo novo hispano, aunque ya había enseñado en Salamanca, porque aquí dio clases y en México maduraron sus obras, cuya calidad y mérito se reconocieron, fueron utilizadas en otros colegios, y se editaron dejando una huella indeleble. Razón suficiente para celebrar este V Centenario de su Natalicio. Mariluz Suárez Herrera Mayo de 2007 BIBLIOGRAFÍA BENITEZ Fernando Historia de la Ciudad de México, Tomo 2, Salvat Mexicana de Ediciones, México, D. F. 1984 GOODY,
Jack, The domestication of the
Savage Mind, Cambridge, 1977. VALBUENA PRAT, Ángel Historia de la literatura española, Tomo II, Ed. Gustavo Pili, Barcelona, España, 1981 Enciclopedia de México, Tomos 4, 8, 11,14. Enciclopedia de México, SEP, ciudad de México, 1987 |
Mariluz Suárez Herrera
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