Rebanadas
de Realidad
- La Paz, 26/12/2011.- La Asamblea del Pueblo Guaraní en
Itika Guazú (APG IG), al considerar que sus acuerdos con multinacionales
petroleras son “un aporte específico y concreto a las reivindicaciones
de las comunidades indígenas bolivianas y latinoamericanas” (comunicado
del 15-III-11), marca un antes y un después en la credibilidad del
discurso indigenista, que se caracterizaba por asumir una nueva
propuesta civilizatoria, el respeto a la naturaleza y la condena al
colonialismo. La APG IG, además de suscribir un “Acuerdo de Amistad y
Cooperación” con Repsol, al que se sumaron la British Petroleum (BP) y
E&P (Total), reveló que ha firmado un segundo convenio con Nizcor,
organización gemela de Human Rights, financiadas por fundaciones de
Rockefeller (Exxon Mobil) y George Soros
http://www.derechos.org/esp.html y
http://www.derechos.net/links/res/funds.html
El pachamamismo (o indigenismo fundamentalista) ha supeditado sus
principios a compañías culpables de genocidios, extractivismo a ultranza
y deterioro planetario. El poderío petrolero está identificado con la
aniquilación de pueblos indígenas, fractura de países, invasiones y
guerras de conquista. Así lo demuestra la historia de lo ocurrido en los
últimos 100 años. En forma reciente, la Exxon Mobil de Rockefeller ha
impedido que EEUU suscribiera el Protocolo de Kyoto y otros acuerdos
internacionales que buscan reducir el calentamiento global. Logró que
Washington equiparara seguridad nacional con acceso al petróleo, en
tanto que junto a la BP, Repsol y Total ha impulsado abiertamente las
guerras de rapiña en el Golfo Pérsico y en países árabes.
¿Los pueblos indígenas que reciben aportes económicos de la British
Petróleum apoyan la ocupación colonial del Reino Unido en las Malvinas?
¿Les parece bien que en la guerra de Inglaterra con la Argentina, de
1982, los colonialistas usaran a los Gurkas de Nepal contra combatientes
argentinos, muchos de ellos de origen quechua y aymara, cuyos padres
había inmigrado al vecino país?
Las petroleras son la columna vertebral del orden mundial, en cuya base
se halla el poder financiero, junto a sus paraísos fiscales, comercio de
armas y narcotráfico. Las muchedumbres de indignados en Europa y EEUU
han denunciado que los grandes Bancos y las petroleras han secuestrado
la política, han aplastado la vigencia de los derechos humanos y han
sometido a la justicia a intereses privados. ¿Cómo conciliar la “visión
indigenista del desarrollo” con los intereses de Rockfeller y su
pandilla? ¿Cómo compatibilizar la “transparencia”, predicada por la APG
IG, y ocultar, por lo menos hasta ahora, sus acuerdos con Repsol.
British, E&P Total y Nizkor (Rockefeller)?
El pachamamismo se presenta como la única corriente, a nivel mundial,
capaz de plantear alternativas viables al capitalismo. Es absurdo creer
que ese objetivo será logrado con el respaldo de multinacionales
petroleras, mafias financieras y paraísos fiscales. El sistema
capitalista está siendo debilitado, en cambio, a través de los
movimientos de indignados del mundo industrializado, la rebeldía en el
mundo árabe, la aparición de potencias emergentes y el fortalecimiento
de pactos regionales al margen de EEUU y Europa Occidental, como ocurre
en América Latina con UNASUR, el MERCOSUR, la CEE, el ALBA y la CELAC.
Las petroleras y los pachamámicos pretenden destruir a los Estados
nacionales periféricos. Avanzaron en ese objetivo al obtener el
reconocimiento constitucional de 36 inexistentes naciones indígenas en
Bolivia. Lo que postergó, aún más, la consolidación de su entramado
social indo mestizo.
El pachamamismo busca, con su financiamiento foráneo, vetar la
ampliación del gasoducto Villamontes Tarija (GTV), que permitiría
conectar los mega campos de gas con el Salar de Uyuni y los yacimientos
mineros de Potosí, Oruro y La Paz. No se opone, en cambio, a la
instalación de nuevas plantas procesadoras de gas, que cuadruplicarán
los volúmenes de exportación. Lo anterior demuestra, una vez más, que
los intereses de transnacionales y el pachamamismo aceleran la
disgregación de Bolivia. |