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Hechicera madre, dame tu mano, y que el parto no me duela como si fuera a cagar un piano.
Cuernos de toro, vaca lechera, que mi marido no se haga el dormido y se levante de noche a hacer la mamadera.
Ojos de gata, patas de ternera, que no tenga otra vez que cambiar la niñera. Ojo de lince, leona con cría, que esta vez dé en la tecla con la bendita guardería.
Caldero, calderito, despeja mi mente, recuérdame siempre que los bebés crecen y se vuelven adolescentes.
Piel de burro, manchas de jaguar, que mis hijos estudien sin tener que renegar. Sabia bruja, tú que eres la más seria, haz por favor que este año no se lleven materias.
Cuervos y murciélagos, devuélvame la plenitud, que por criar hijos no pierda la juventud.
Bola de cristal, rayos del sol, que mis chicos no caigan en las drogas y el alcohol. Y por mi corazón roto, ¡que no se les ocurra comprarse una
moto!
Sapo, sapito, que crezcan sanitos así me dan una manito. Risa de hiena, varita de hada, ja,ja! ¡Esperá bien sentada!
Abracadabra, plumas de pato, que aunque sea una vez a la semana mis hijos laven los platos.
Conejo conejito, cola de lagarto, que ni deje embarazada a la novia cada vez que se encierran en el cuarto.
Raíces de tilo, hojas de abeto, que mi hijo se convierta en sapo cada vez que me levante la voz y me falte el respeto.
Foca foquita, pingüino del ártico, que se le congele la lengua cada vez que piense en llevarme al geriátrico.
Elefante memorioso, perro sin cola, que a esta altura de la vida mis hijos me den más bola y que no me dejen tanto tiempo sola.
Yuyos y brebajes, malos y buenos, cuando me llegue el Síndrome del Nido Vacío hagan que recuerde que ya venía con el Síndrome de los Huevos Llenos.
Vientos de invierno, brisas de primavera, que esta semana me deje los nietos la loca de mi nuera.
Ángeles del cielo, diablos del averno, hagan que pueda digerir mejor las imbecilidades de mi yerno.
De la bruja blanca y sin acertijos, que no me alcance la muerte sin antes verlos felices, con sus propias vidas, a todos mis hijos.
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