La historia de María Luciene Da Silva nos entrega una
experiencia de vida llena de sacrificios y esfuerzo y de su misión como una
de las tantas mujeres que han hecho de la política una forma de vida,
asumiendo costos y éxitos a la vez; a pesar de la discriminación racial y
de género que se han vista a lo largo de la historia de la mayoría de los
países latinoamericanos.
A través de la
entrevista que se le realiza ha esta esforzada y luchadora mujer indígena de
etnia Kambiwà, del municipio de Ibimirin, Pernambuco de Brasil, se aprecia
su inquebrantable vocación de trabajo y sacrificio por el desarrollo
socioeconómico de su pueblo.
Ella conoció desde su
nacimiento lo que era la pobreza, la falta de educación de sus padres, la
falta de recursos económicos para alimentar a sus 11 hijos, pero a pesar de
todas esas carencias ella disfruto del cariño de su familia siendo
considerada como una niña diferente, inquieta, curiosa vivaracha como
decían sus vecinos, quien a temprana edad se hizo cargo de una escuela rural
de su localidad, ( año 1982 )., y además también fue madre de una familia
numerosa (7 hijos) los cuales fueron criados por sus abuelas y tías.
Dándonos ha entender el apego a la familia, el amor fraternal y de los
grandes valores que se han transmitido ancestralmente estas culturas
aborígenes preservando siempre el respeto, el cuidado y la protección
del grupo familiar.
Muchas mujeres de nuestro país y de otros países
latinoamericanos han tenido que entrar al campo laboral a temprana edad,
sin ninguna preparación solo impulsadas por ese espíritu de sobre vivencia
y por el amor de servir al prójimo para superar juntos las adversidades de
la vida. María Luciene nos da un ejemplo de vida ya que con todas estas
dificultades, a lo que se suma la discriminación por ser indígena y el
machismo exacerbado de su misma comunidad no dejo de trabajar, de aprender y
de abrir espacios para mejorar la calidad de vida de su familia y comunidad,
además fue adquiriendo conocimientos y experiencia que la iban
enriqueciendo como persona para romper los obstáculos que se le presentaban
en su lucha por conseguir el bienestar de los suyos.
Es bien sabido que en
casi todas las sociedades y actividades la mujer es objeto de
desigualdades, lo que se manifiesta en la familia, en la comunidad y en el
lugar de trabajo. Aunque sus causas varían de un país a otro, la
discriminación contra la mujer es una realidad difundida y perpetuada por
la supervivencia de estereotipos, prácticas y creencias culturales y
religiosas tradicionales que la perjudican. En varios países especialmente
en los latino americanos como Brasil, Perú, Bolivia incluso Chile etc., se
les priva de sus derechos legales, diferencias que no tiene otro nombre que
discriminación, flagelo que obstaculiza el crecimiento económico, la
prosperidad y propicia la violencia en diferentes ámbitos sociales
.(familia, trabajo, comunidad).
A pesar de todas estas
discriminaciones María Luciene incursiono en la política local con el único
propósito de lograr un mejor bienestar para su pueblo, organizándolos y
orientándolos, sin tener ningún otro interés que de servir a sus semejantes,
pero siempre siente la disconformidad de sus contemporáneos quienes critican
su desempeño. Ella se encuentra por segunda vez en su mandato, habiendo sido
electa en 1996 como vereadora de Ibimirin (Miembro de la cámara Municipal)
No obstante pese a todos sus problemas que surgieron en su
vida pública, ella tuvo el apoyo de algunos familiares que tenían puestos
claves en la comunidad que la alentaron a seguir trabajando. Esta forma de
lucha incentivo a otras personas de su comunidad para trabajar por el
desarrollo socioeconómico de su localidad, esto nos da entender que no basta
solo la vocación de servicio para lograr el éxito sino es muy importante el
apoyo y la motivación de personas cercanas que a cada momento están junto a
ella alegrándose por sus éxitos y apoyándola en sus fracasos.
La
visión de María frente a los procesos políticos y el papel de la mujer en
esta actividad tienen costos altísimos, ya que por el hecho de ser mujer de
situación de pobreza e indígena le ha costado adaptarse a las nuevas
situaciones, con un roce social diferente al que no estaba acostumbrada,
demasiada mentira e hipocresía, donde ella lucha para mantener su identidad,
pero por el bienestar de su pueblo ella los supera, tratando de vencer todas
las barreras, adquiriendo nuevos conocimientos, y experiencias de vida que
le han servido para desenvolverse en este mundo complicado que es la
política. Muchas personas desean su retiro de la vida pública porqué esa no
es el papel que debe desempeñar una mujer en la sociedad, pero ella con la
convicción y la fuerza interna, que solamente tienen los lideres innatos es
capaz de sobreponerse a todas estas dificultades y pequeñeces que se le
presentan en su carrera política. Dentro de su larga trayectoria como
política aparte de todo lo enunciado anteriormente se suma a ello la
dificultad de ser perseguida e injuriada por otros políticos quienes han
querido sacarla de su puesto como veladora no dejándola opinar en las
sesiones o no tomando en cuenta sus razonamientos por muy acertados que
sean. Para poder mantenerse en el puesto tuvo que militar no solo en un
partido político sino buscar el que más le acomoda a su manera de pensar.
Además
concuerdo con su opinión en relación al rol que cumple un político en la
sociedad, debe ser una persona con muchos valores, debe ser transparente,
honesto, no dañar o perjudicar a otros con el fin de conseguir lo que a él
personalmente le favorece o le beneficia, siempre trabajar para la comunidad
ayudando a todas las personas que necesiten no importando el color político,
la clase social, su origen étnico, su religión o de cualquier otra índole.
Esas características o valores que tenga una persona que se dedique a la
política harán que la gente confíe en sus gobernantes y así podremos vivir
en una sociedad más justa y humana.
A pesar
de la activa y enorme contribución a la sociedad, las mujeres indígenas de
América Latina todavía sufren de múltiple discriminación, como mujeres y
como indígenas. Padecen la extrema pobreza, el analfabetismo, la falta de
acceso a sus tierras ancestrales, y la violencia en la esfera privada y
pública. Esta violencia es exacerbada cuando las comunidades indígenas se
encuentran en el medio del conflicto y las mujeres se convierten en blanco
de la violencia con motivos políticos, mientras deben continuar con su
trabajo diario sin ser escuchadas por el hecho de ser simplemente mujer y
además ser una mujer indígena.
La
situación de la mujer en nuestra sociedad es injusta, basándose en que es
contradictorio que una sociedad, cuya estructura jurídica se fundamenta en
la libertad y en la igualdad de sus miembros, limite los derechos de la
mujer.
La
mujer es un ser libre e inteligente, y como tal, responsable de sus actos,
lo mismo que el hombre; pues, si esto es así, lo necesario es ponerla en
condiciones de libertad para que se desenvuelva según sus facultades. Ahora
bien, si relegamos exclusivamente a la mujer a las funciones domésticas, es
someterla, como hasta aquí, a la dependencia del hombre, y, por lo tanto,
quitarle su libertad. ¿Qué medio hay para poner a la mujer en condiciones de
libertad? No hay otro más que el trabajo.
Bibliografía
Davinson, Guillermo y
Edith Calderón
(2004) Mujer indígena
en América Latina y política Local. Temuco: Imprenta Páginas.
Referencias:
Este
ensayo fue desarrollado en el marco de la asignatura Instituciones Sociales
de la Carrera de Servicio Social de la Universidad de La Frontera, y los
insumos son parte del análisis del libro, Mujer indígena en América
Latina y política Local de Guillermo Davinson y Edith Calderón, (2004)
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