Actor de cine teatro y televisión,
abogado, obrero, empresario, pintor, sacerdote, ex sacerdote, poeta,
miembro de una una familia tradicional que cuenta entre sus ascendientes
al escritor Enrique Larreta, autor del libro La gloria de don Ramiro,
Augusto Larreta vivió la vida intensamente, buscando siempre su verdad
Expresivo, vehemente, compone "Teatro al instante", una original manera
de expresar improvisando, con la participación del público. Este recurso
es sin embargo una forma de expresión antiquísima, ya practicada por los
griegos, celtas y culturas "Afro". Como actor, participó en 24 películas
del cine nacional, entre ellas "La historia Oficial* ganadora del Premio
Oscar en 1985, "Bairoletto, Historia de un rebelde", "No habrá mas penas
ni olvidos" y "El infierno tan temido". Admira desde siempre a Walt
Whitman y a Fernando Pessoa. Es lacónico para contestar, aun habiendo
amistad de por medio. Escribió El Arte y Rafael Squirru,
Teoría del arte (1951), Verdades, Aforismos
(1983), Te cuento María Teresa (1996), un libro de relatos
autobiográficos que le dedicó a su actual esposa María Teresa Cibils
(autora del personaje "La Pupi", dibujo infantil llevado a la
televisión). Escribió también, Del amor y Dios, teatro
(19%) y Versos desnudos, Poesía, (1999).
• ¿Cuándo comenzó a escribir, Augusto? ¿Se sintió convocado a hacerlo,
o algo, alguien se lo sugirió? ¿Resultó una terapia natural?
Comencé a escribir antes de saber escribir, a los tres años, dictándole
a mi madre cuentos versos y consejos. ¿Por qué? No sé (mi respuesta
preferida). Supongo que para compartir con ella emociones que sentía. En
eso consiste el arte...
• El cine, el teatro, surgieron luego exigiéndole también un lugar, propio ¿no?
Surgieron cuando necesitaron hacerlo. Las formas de expresión teatrales, musicales -y aún las sexuales o las religiosas- son siempre
espontáneas si son auténticas.
• ¿Qué lo impulsó a tomar los hábitos sacerdotales?
La necesidad de expresar el amor a mi primer mujer, que ya no estaba en
la tierra.
• Si pudiese borrar parte de su vida en un santiamén, ¿eliminaría alguna? Y si pudiese volver a alguna etapa, ¿a cuál volvería?
Siento que no puedo borrar, eliminar o revivir partes de mi vida, que
además, no puedo fragmentar en partes.
• ¿Imaginaba usted que "La historia oficial", película en la que había
participado llegaría a instancias del Oscar? ¿Que sintió en ese momento?
¿Recuerda con quien lo festejó, qué fue lo primero que hizo al
enterarse?
No lo imaginaba, y cuando sucedió, no sentí nada extraordinario. Lo
festejamos en el Seminario con mis jóvenes compañeros de aventura
religiosa institucional.
• Hay un poema suyo del libro "Versos desnudos", que me deslumbró por la
sencillez que denota la inocencia de la naturaleza y que dice algo así:
Desde siempre / sin palabras / él a ella y ella a él, / entregan / dócilmente
/ su presencia. El día / y la noche / no son / hombre y mujer. Puede
interpretarse como una critica a los condicionamientos de la relación entre
el hombre y la mujer. Pero ¿No es mejor que haya comunicación y entendimiento antes de la entrega? La mudez del cambio entre el día y
la noche tiene el encanto de la naturaleza; también el silencio a
veces, en la relación hombre mujer. La excesiva conversación dispersa;
pero algo de diálogo debe haber, no?
No me deslumbra "la naturaleza" que
no siento como una entidad de la que
forman parte las cosas naturales. Estas cosas, en sí y por sí, como
cada flor, cada estrella y cada gota de lluvia, me deslumbran con su
dócil presencia, que no requiere explicaciones conceptuales. El amor
auténtico entre seres humanos, no requiere condicionamiento y es amigo
del silencio.
• En otro de sus poemas, "No sé", expresa: No sé / si mis versos /
son encuentros
/ o espejismos... / no sé si nacen / no sé si mueren sin haber nacido.
Obviamente hacemos catarsis cuando escribimos, el subconsciente
-generalmente- se expresa. ¿Acaso este poema sintetiza su búsqueda
existencial en las diferentes artes por las que transitó?
"No sé" quiere decir "No sé". No siento obviedades,
catarsis ni conceptos subterráneos. Quiero únicamente expresar los sentimientos que
encuentro transitando por la tierra.
• En su libro autobiográfico "Te cuento María Teresa" muestra una
infancia en donde su abuela, Adela Unzue de Leloir y su madre, marcaron
a fuego la etapa de la niñez. También su primer esposa, su hija y ahora
su actual esposa. La mujer es por lejos, lo más importante en la vida de
todo hombre, indudablemente. Algunos priorizan sus negocios, su vocación
artística o religiosa etc. y puede ser también válido según el caso (por
ejemplo en las vocaciones religiosas) ¿Cómo se las ingenió para mantener
el equilibrio?
Sentí y sigo sintiendo la tibieza de mi niñez y algo como un fuego que
mantiene viva la tibieza. No sé si la mujer es lo más importante en la
vida de todo hombre... Confieso que en mi vida, solamente en las mujeres
he encontrado y sentido tal tibieza. Como me pregunto en mi
autobiografía: ¿Seré normal? ¿Tendría que haberla sentido también con
hombres...? (en "Te cuento María Teresa", pág. 105)
• ¿Se puede referir a aquella anécdota
de una audiencia con Kennedy en la que usted estuvo presente, poco antes
del asesinato de Dallas, durante su viaje a los Estados Unidos en 1963?
Fue algo ocasional, como cuento en el libro. Habíamos viajado a Puerto
Rico a un encuentro que reunió a políticos, empresarios y escritores de
toda América. Recuerdo que estaban Torre Nilsson, Juan José Castro,
James Baldwin... Terminada la reunión, nos invitaron a viajar a
Washington, donde nos recibiría el Presidente Kennedy. La audiencia tuvo
lugar en La Casa Blanca, a mediodía. Fue antes de partir hacia Dallas.
Entre los latinoamericanos recuerdo que estaban Jorge Edwards, de Chile
y el pintor José Luis Cuevas, de México. De Argentina, Rafael Squirru y
yo... Lo que ocurrió luego me impresiono vivamente, como a todos; por
eso lo comenté en el libro.
• Trabajar con actores como Norma Aleandro, Graciela Borges, Héctor
Alterio, Patricio Contreras, Susana Giménez, etc. debió proporcionarle
muchas anécdotas, supongo. ¿Recuerda alguna en especial que lo tuvo como
protagonista?
No recuerdo anécdotas, si por anécdotas se entiende episodios pasajeros
intrascendentes. Si algo dejaron en mí, lo he contado ya en mi
autobiografía. Elijo recordar cuando Porcel me dijo: "Rezo a la Virgen
de Luján, para que te vaya bien en el Seminario". (Te cuento María
Teresa, pág. 122)
• ¿Está escribiendo algo actualmente?
Sin interrumpir mi "libro de los verbos", estoy escribiendo un capítulo
sobre el verbo "Sentir", el cual, por su autenticidad "universal" es
para mí algo así como el verbo Madre. Fernando Pessoa decía: Hay que
expresarse de adentro hacia fuera. Y a veces, cuando uno menos piensa,
expresa sus sentimientos con mayor fidelidad. |