El gRillo: En Crímenes imperceptibles (y antes en Acerca de Roderer) se
revaloriza el buen nombre del Teorema de Gödel, que había llegado a ser
un lugar común en pintura, música y literatura entre otras disciplinas,
en aras del posmodernismo. ¿La aplicación -original y brillante- tiene
que ver con su doctorado en matemáticas aplicado a la lógica, o
predominó la ficción del escritor?
Guillermo Martínez: En el caso de Acerca de Roderer hay una versión
"libre" pero creo que plausible, de lo que podría ser una extensión
filosófica del Teorema de Gödel. El hecho de que la mayor parte de los
sistemas filosóficos estén basados en unos pocos principios a partir de
los cuales se devanan las conclusiones por una argumentación lógica, da
pie para pensarlos como sistemas formales. Pero entonces valdría también
para ellos la limitación de incompletitud que descubrió Gödel para
sistemas formales axiomáticos. Hay por supuesto, una estilización de lo
ficcional tanto en la manera un poco "ligera" de plantear esta extensión
a lo filosófico, como en la forma de presentar al teorema de Seldom como
una carta insidiosa del diablo para oponer caos o indeterminación al
orden inteligible que representaría un sistema de conocimiento.
En el caso de Crímenes imperceptibles aparece en relación con las
investigaciones criminalísticas usuales y sus hipótesis, de una manera
más bien epistemológica antes que simbólica.
e.g.: Cuando proyecta, concibe una novela, piensa en el final y luego
busca los personajes o estos buscan, convocan al autor? Porque Arthur
Seldom, protagonista de Crímenes imperceptibles aparece ya -aunque
escuetamente- en Acerca de Roderer...
G.M.: En general pienso primero en el final, pero ya con las líneas
principales de la trama los personajes emergen con algunos de sus rasgos
"necesarios". Y aparecen también las primeras ligaduras entre ellos...
En el caso de Crímenes imperceptibles me decidí a usar lo que en
Acerca
de Roderer era sólo un nombre disponible, y encarnarlo como el
protagonista.
e.g.: Dejando de lado los múltiples elementos comunes a las tres novelas
suyas mencionadas anteriormente, ¿Cual es la génesis de La muerte lenta
de Luciana B.? ¿En qué momento surgió o qué la inspiró?
G.M.: El origen fue un cuento, que yo planeaba en unas cuarenta páginas,
alrededor de la cuestión de la justicia y la venganza. ¿Cómo castigaría
uno, una afrenta si tuviera a la vez poder absoluto e impunidad, a la
manera de Dios? Durante la escritura de este cuento recordé los
cuadernos de notas de Henry James, donde aparecen tanto la cuestión del
dictado (en reemplazo de la escritura manuscrita) como su ángel de la
guarda de inspiración. Aparecieron entonces los subtemas de la
inspiración, lo demoníaco, el dictado… El cuento se transformó de a poco
en una novela.
e.g.: El cuidado de la palabra, la transparencia del lenguaje y el
viaje de lo particular a lo universal , el microcosmos de El Aleph , la
Biblioteca infinita, circular o babélica nos remiten a J.L.Borges como
referente. Otro tanto ocurre con la genialidad de Henry James bien
heredada y aggiornada. ¿Quiénes más fueron sus escritores preferidos y
por qué?
G.M.: Thomas Mann, Lawrence Durrell, Proust, Kafka, Albert Camus. Entre
los contemporáneos Philip Roth, Ian Mc Ewan, Ishiguro…Ahora estoy
leyendo una novela extraordinaria de Doctorow: El arca de agua.
e.g.: ¿Piensa que la adaptación al cine de Crímenes imperceptibles
está bien lograda? Alex de la Iglesia, ya es una garantía…
G.M.: Sí, creo que lo esencial de la novela está allí, y que incluso
Alex de la Iglesia se las arregló para decir algo personal dentro de los
márgenes predeterminados por la trama. La tesis final de la película, el
fracaso de las dos inteligencias, es una lectura suya y propia. Y la
actuación de John Hurt es sobresaliente.
e.g.: En su obra se destaca la dualidad que crea: Bien /mal, crimen /
inocencia, certeza/incertidumbre, racional/aleatorio, orden/desorden.
Hay un trasfondo metafísico que se percibe en ese cuestionamiento y en
su obra que la convierte en original, valiosa. ¿Qué opina usted sobre
ese aspecto de su propia obra?
G.M.: Siempre me interesó la cuestión de la pervivencia de algunos
dilemas o mitos del pasado en la escena contemporánea. La mirada hacia
atrás en la tradición literaria y en las relaciones humanas para poder
decir algo nuevo, y hasta donde sea posible "original" en nuestra época.
Hice esto con el mito faústico en Acerca de Roderer, con el mito de
Prometeo en La mujer del maestro, con la novela policial clásica en
Crímenes imperceptibles, y con la justicia humana y sus proporciones en
La muerte lenta de Luciana B..
No sé si hay un trasfondo metafísico en mi
obra, sí me gustaría que mis novelas fueran consideradas también hasta
cierto punto como sistemas de pensamiento. |