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Claves para superar el eclipse
A propósito del último libro de Abel Posse: "El eclipse argentino"
por Horacio Semeraro
horacio.semeraro@hotmail.com 
para LA GACETA - TUCUMAN

 
 

ABEL POSSE. El escritor con el director de LA GACETA Literaria, Daniel Alberto Dessein,

durante su última visita a Tucumán, el 5 de mayo de 2001

 

Tal como ocurrió con Pablo Neruda u Octavio Paz en su momento o, indirectamente, con Carlos Fuentes, en Abel Posse se manifiesta el caso de un escritor de renombre que. por su carrera diplomática, tiene la oportunidad de hacer conocer sus ideas en el ámbito internacional desde la óptica de los conocimientos estratégicos y geopolíticas que su posición le proporciona. Cada vez que sus opiniones son publicadas por los diarios de Europa o de América concita invariablemente la atención de millares de lectores. Así, los diarios La Nación y LA GACETA en Argentina; El Mundo, El País y ABC, de Madrid; Exelsior de México o El Nacional de Caracas, entre otros prestigiosos medios, publican desde hace tiempo sus notas. Sin embargo, a pesar de sus catorce libros editados, traducidos a dieciséis idiomas, el autor de El largo atardecer del caminante, uno de los libros épico-narrativos de implicancias históricas más descollantes de los últimos años, no tuvo, hasta hace relativamente poco tiempo, la misma trascendencia institucional literaria en su propio país, fiel quizás a la consigna de no erigir profetas en su tierra. Su más reciente novela, El inquietante día de la vida, publicada en 2001, fue distinguida acertada y justicieramente por la Academia Argentina de Letras con el Premio trienal de Novela, entregado hacia fines del año pasado.

Cuando aún está fresca en la memoria su participación en el libro Reinventar la Argentina, obra que reunió a destacados periodistas, escritores y pensadores de reconocida trayectoria en todo el país y que trascendió las fronteras con inmejorables críticas; cuando recordamos su posición particular, distante de la de Tomas Eloy Martínez, por ejemplo, y sin embargo hermanada en la voluntad y el deseo de salvar del caos, de sumar, y no dividir, de encontrar una identidad efectuando un balance exterior e interior que nos proporcione claridad conceptual. Abel Posse da a conocer su reciente ensayo El eclipse argentino, editado recientemente por Emecé, en Buenos Aires.

Algunos de los capítulos que integran el libro fueron publicados en distintos medios, entre ellos el diario La Nación. Uno de ellos -quo integra el libro "Reinventar la Argentina"-, por LA GACETA Literaria. Aunque polémicos y controvertidos, nada convencionales ni condescendientes, están escritos de una manera brillante difícilmente cuestionable.

Integrado por dos partes, "Crónica del eclipse" y "Hacer para ser", el ensayo suma en conjunto treinta y ocho capítulos o apartados. En su primera parte realiza un balance de los hechos ocurridos en el país desde fines del siglo pasado -principalmente- y en adelante, llegando a la situación do "Eclipse" u ocultamiento de los valores intrínsecos reales o potenciales por acción de terceros. Sus consecuencias: deuda externa, despatrimonialización nacional, fuga de capitales al exterior, desocupación, etcétera. Ni más ni menos que el estado en que se encuentra actualmente Argentina, inserta en el sistema de vida occidental ya cuestionado por Nietzsche cuando hablaba del nihilismo generalizado, pero con problemas del cuarto mundo. El autor alude a temas como Estado y Nación y sus roles, los sistemas económicos que imperan en el mundo occidental posmercantilista, los límites prefijados, el gobierno de Kirchner, la situación de la nación. A través de una breve alusión a los gobiernos de Mitre, Sarmiento. Roca, Pellegrini, Yrigoyen, Alvear, Justo, Perón, Frondizi. la misión de América, muestra nuestra inserción en el nuevo siglo, para dedicarse luego a la mención de los últimos gobiernos democráticos, la geopolítica, la metafísica, logrando una especie de cronología casi radiográfica del ser nacional y sus avatares.

En "Hacer para ser", la segunda parte del ensayo, aires esperanzadores rondan la obra conviviendo con una visión apocalíptica de los próximos veinte o treinta años de no mediar un cambio de actitud personal y colectiva. Algunos están basados en estadísticas e informaciones; otras en la deducción especulativa y los conocimientos geo-políticos y económicos del autor. Se señala en ella la potencialidad no explotada y la confianza que es necesario sustentar, en el marco de un sentido de Patria sin implicancias totalitarias. Reivindica de esa manera su sentido, relacionado preferentemente con los roles de "Nación" y "Estado". Presente en la mayoría de los países del mundo -basta recordar los eventos deportivos y las propagandas norteamericanas, inglesas, francesas, brasileñas o mexicanas, entre otras-, la expresión de patriotismo es algo natural, inherente a su esencia, al ser nacional de cada país. Por relacionarlo con ios totalitarismos de forma excluyente y parcial, en Argentina es visto con desconfianza por algunos sectores de su intelectualidad. Abel Posse aclara en su ensayo los conceptos, llamando a la reflexión, además, sobre la necesidad de reforzar el rol del Estado que, entiende, conviene robustecer para que crezca un país; para que no perezca y salga del eclipse. Reconoce la reactivación que se está produciendo pero realiza advertencias en sus propuestas. Respecto de la deuda externa postula: 1) Se debo renegociar la deuda sin agotar las fuentes. Como el Shyloc, de Shakespeare, sería cobrarse una libra de carne, pero matando al deudor. 2) Empresariado: unión del Estado con las fuerzas productivas, proyectando la producción nacional en la trama de la integración continental, principalmente el Mercosur. 3) Fuerzas Armadas integradas al sistema democrático y el desarrollo de una alianza estratégica continental, para prevenir el irracionalismo de la guerra en un país que despertará posiblemente interés imperial en el futuro por su potencial: baja población, considerable extensión, agua potable, energía, minería, pesca, etcétera. 4) Incentivación de la educación. 5) Proyecto de país. Conciencia dramática del hacer para frenar nuestro "no ser". Proyecto, pasión, unión.

Los temas tratados exceden, por una cuestión de espacio, las posibilidades de mención y análisis correlativos. Entre otros ítems, ocupan -y preocupan-su atención las violaciones flagrantes de las resoluciones de las Naciones Unidas, la casi indispensable alianza con Brasil, el nuevo orden internacional tácito a partir de la guerra de Irak, el materialismo neoliberal sin contemplaciones culturales humanísticas o espirituales que lo complementen.

Se sabe que el mérito de un ensayo no se mide solamente por la validez de los postulados que enuncia sino también por la profundidad y la calidad de su exploración, la forma en que se encara y -aunque no es condición excluyente- las salidas o definiciones que surgen de su lectura. Más allá de las coincidencias o divergencias ideológicas que el lector puede experimentar desde su propia subjetividad a partir del viaje que emprende durante su lectura, de la natural identificación con los enunciados o sólo con parte de ellos, hay un rasgo distintivo en su estilo que sorprende aún a sus detractores: la audacia y la honestidad propias de quien emprende -y sabe que es así-contra molinos de viento, en un mundo azotado por los embates de la posglobalidad desde la transparencia do sus sentimientos y sus principios, a los que permanece increíblemente fiel. Sorprendente, si se considera que como diplomático esta postura es casi utópica porque prevalece en esa disciplina el principio de moderación y conciliación, de lo que se debe -o conviene- decir u omitir (y en el mejor de los casos, abstenerse). Aun cuando el escritor es un ente independiente despojado de investiduras ornamentales o profesionales a la hora de escribir -recordemos que Abel Posse es diplomático de carrera y actual embajador de la Argentina en España-, la pasión que expresa en su ensayo es sorprendente, por polémicas que resulten sus declaraciones. Se puede disentir. Se puede estar de acuerdo. Lo que no se puede ni debe hacerse es permanecer indiferente cuando alguien que conoce los resortes del poder, por su extensa carrera, comparte sus ideas con el lector sumando su valioso aporte en el intento de superar el eclipse a la luz de la racionalidad.


(c) LA GACETA
Horacio Semeraro. Escritor, critico literario. Su último libro es 'De azúcar y otros engaños' (Vinciguerra, Buenos Aires, 1999).

por Horacio Semeraro
horacio.semeraro@hotmail.com 

Para LA GACETA - TUCUMÁN

Originalmente publicado en La Gaceta - Tucumán - San Miguel de Tucumán, domingo 7 de diciembre de 2003

Cedido por el autor, para Letras-Uruguay, en formato pdf.

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